MONUMENTOS ARQUITECTÓNICOS EN ACATLÁN

El ex convento de Acatlán cuenta con todos los elementos del estilo arquitectónico monacal. El convento se compone de dos niveles, el primero tiene el portal de los peregrinos con cuatro arcadas de medio punto cuyas entradas están decoradas con los motivos geométricos al fresco, anexo al portal formando el ángulo oriente, existen las ruinas de la posible capilla abierta. En seguida se encuentra la receptoria con cuyo lado izquierdo se encuentra la celda del vigía y al extremo el cubo de escalera y covacha. 

En el lado oriente se encuentra el refectorio, la cocina y la celda del padre lector cuyos espacios han sido adaptados para el culto, al centro de dicho lado existe una capilla, en el lado norte se localiza la sacristía y la antesacristía, anteriormente sala de "profundis" y bautisterio, en ellas existe decoración de las bóvedas con poligonales en rojo y azul. Para contemplar el primer nivel se encuentra un pasillo de lado poniente en cuyo centro se abre el vano que comunica con la nave original y mas adelante se localiza la pequeña entrada del antiguo confesionario.

En el segundo nivel se encuentran los pasillos y deambulatorios todos ellos decorados al fresco pero aún sin descubrir. En el ala sur se encuentran dos espacios que probablemente fueron las celdas prioral y biblioteca, contigua a ellos existen las ruinas de una celda cuyo espacio es ocupado por los servicios actuales de la parroquia. En el ala oriente se encuentran tres celdas y en el norte cinco, en este mismo lado se localiza la escalera que da acceso a la azotea, la cual esta construida de manera y mampostería. 

La nave del templo destruido es de tipo rectangular con ábside poligonal, esta se sostenía con nueve contrafuertes de los cuales existen hoy los vestigios. En un inventario existente en el archivo parroquial de 1745, se describe someramente el interior del templo; este contaba con once altares de los cuales el principal, media una cerca de catorce de metros de altura y estaba dedicado al patrono, el pueblo, el techo era de viguería y en el coro enmaderado existía un órgano pequeño y un gran lienzo de la Virgen de Guadalupe de 4,50 x 6.00 mtrs.., de la fachada solo sabemos que tenia una breve espadaña con una sola campana para anunciar la misa. 

Todo parece indicar que la iglesia se destruyo a raíz del derrumbe del techo a principios del Siglo XIX, ocasionado por un fuerte aguacero que según vecinos de la localidad sepultó a medio centenar de personas que se guarecían del fenómeno. El atrio como la mayoría de estos espacios, fue ocupado hasta hace poco como cementerio, es más bien pequeño y esta delimitado por una barda con almenado original en cuyos ángulos se encuentran tres capillas pozas. Al centro se encuentra una cruz de piedra de una sola pieza que mide 2.50 x 1.50 m.

Como piezas de arte, existe un óleo con marco de madera de regular tamaño que representa a Santa Quiteria, sin fecha ni firma; otro sin marco que representa a San José, firmando por Miguel Ramírez.  Quizás las piezas más valiosas de Acatlán, sean los ropajes litúrgicos que datan del Siglo XVII, los cuales están completos y asombrosamente bien conservados, cuatro dálmaticas y dos casullas que contienen diferentes sonámbulos de la orden Agustina.  En cuanto a los murales, sólo están descubiertos los de la bóveda de la sacristía y antesacristía, así como los lunetos de esta ultima que representa a la Virgen de la Purificación y a San Agustín.  

 El antiguo convento de Acatlán representa una de las valiosas joyas patrimoniales del Siglo XVI, con que cuentan el estado de Hidalgo.  Actualmente el convento está en proceso de revalorización patrimonial. Las obras de conservación a que esta sujeto este monumento histórico se iniciaron por disposición del Instituto de Antropología e Historia a finales de 1988, aunque anteriormente ya había antecedentes.

 

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