El
mejor lugar para admirar el Valle de Tulancingo
La Providencia de la
Sierra de las Navajas
Por Luis Felipe
López Monroy
10
de Marzo del 2007.- ¿Porque la Sierra de las Navajas?
Alexander
Von Humbolt en 1803 visitó el lugar llamándolo "La Sierra de los
Cuchillos", por el yacimiento de la obsidiana -del latín (obsidianus
lapis) según plinio, un romano de nombre "obsius"- que ahí encontró.
La Sierra de las Navajas, está
comprendida entre los municipios de Acatlán, Huasca, Mineral del Monte,
Epazoyucan, Singuilucan y Tulancingo, es el mas grande yacimiento de
"Aiztli" "Ixtete" o "Itztetl" del mundo.
El Ixtete o la Obsidiana fueron en
mesoamérica de uso religioso, industrial y artesanal. con colores que
van del negro al dorado, ésta piedra volcánica vítrea resulta
de la solidificación rápida del magma expulsado de los volcanes.
Han surgido
evidencias de que la obsidiana fue usada en la antigüedad para fabricar
diversos objetos de uso diario, como bifaciales, cetros, cuentas,
orejeras, narigueras, dardos, armas, navajas, cuchillos, puntas de
proyectil, instrumentos para la producción de comida, morteros así
como raspadores para pieles y maguey entre muchos otros..
Las culturas que
emplearon esta piedra fueron la tolteca, teotihuacana y azteca. Fue
materia de tributo para la cultura Mexica, esa era la verdadera
interacción económica que mantenían Teotihuacan y los sitios prehispánicos
asentados en las cercanías de la Sierra de las Navajas
El
compañerismo y la hermandad nos hace superar muchos obstáculos
Por los objetos de obsidiana
anteriormente mencionados se sabe que los teotihuacanos la utilizaron
para la fabricación de las herramientas. Los toltecas también lo
hicieron y además comercializaron todo lo que fabricaban con obsidiana.
Los Aztecas o Mexicas siguieron fabricando armas y
herramientas de esta piedra, como la macana, que tenía hojas de
obsidiana que sobresalían hacia los dos lados, con la cual pelearon
contra los españoles durante la conquista. Finalmente se estudia si el
producto de la Sierra de las Navajas se extendía hacia la costa
e incluso hasta la zona Maya, donde se han encontrado algunos
vestigios
Un niño llamado Tepoztécatl,
creció muy inquieto, pero respetuoso de los ancianos que lo adoptaron,
un día los Tepiles (mandatarios del pueblo) anunciaron al padre que
debido a su edad debía ser sacrificado al monstruo de Xochicalco, al
que alimentaban sacrificando ancianos; Tepoztécatl se ofreció a acudir
al sacrificio en lugar de su padre. Salió rumbo a Xochicalco, y en el
camino fue juntando Aiztli (Obsidianas) pequeños pedazos filosos de
Obsidiana que iba guardando en su morral. Llegando a Xochicalco se
presento ante Mazacuatl, la enorme serpiente que de inmediato lo devoró,
dentro del monstruo, Tepoztécatl sacó los Aiztli y con
ellos desgarró las entrañas del monstruo que en medio de convulsiones
murió.
Cuenta la historia que en los tiempos de los indígenas, cuando la vida
era muy difícil y el hombre tenía que luchar contra inmensas bestias
salvajes para poder alimentarse, ocurrió un acontecimiento que cambió
la vida de esa comunidad. En cierta ocasión salieron los hombres de ese
gremio a cazar un gran mamut para el abastecimiento de varios días;
mientras las mujeres y los niños se quedaban en la cueva en compañía
de los ancianos. Esas cacerías llegaban a durar varios días por lo que
los ancianos tenían la obligación de cuidar a las mujeres y niños,
pero como no tenían armas para defenderse buscaron por toda la cueva
algo que les ayudara a defenderse del ataque de unas hienas. De pronto Itztetl
el pequeño hijo del más valiente guerrero se percató de una piedra
negra y filosa que estaba en el suelo; la tomó y la amarró a un palo
que tomó de entre escombros, lo lanzó con gran fuerza y enorme fue la
sorpresa de todos al darse cuenta que se desplumaba una hiena mientras
las demás salieron huyendo. El ingenio y creatividad de Itztetl lo
llevaron a recibir los honores de la tribu, fue nombrado guerrero de la
aldea y en su honor le llamaron a aquélla piedra "Itztetl",
siendo ésta utilizada posteriormente para la elaboración de
instrumentos de caza.
Para
caminar en la noche uno se puede auxiliar de la luz natural o de
la artificial, ¿Cual es cual?
- El domo riolítico que formó la
obsidiana de las Navajas, explotó por una erupción volcánica, el
flujo de obsidiana está fracturado y disperso en una matriz de
tobas, como parte del depósito de una avalancha masiva (lahar), que
se desplazó en forma de abanico de siete km de largo y cuatro km de
ancho, desde 3180 msnm hasta 2650 msnm, aumentando el espesor al
descender topográficamente.
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- Los bloques de obsidiana más grandes
se encuentran a mayor profundidad, por lo que la minería prehispánica
fue necesaria, pero no siempre se encontró obsidiana.
- La explotación teotihuacana consiste en bocaminas y
tiros verticales de 12 m de profundidad promedio, con numerosos
talleres intermedios; la cerámica teotihuacana esta asociada
directamente con cerámica de tradición local procedente de la zona
de Tulancingo.
-
Existen restos de campamentos en la
mayoría de los conjuntos mineros, con material cerámico de
servicio doméstico como jarras, comales, ollas, cajetes y también
sahumadores.
- Dada la importancia del suministro
regular de la obsidiana verde para el estado mexica como cabeza de
la Triple Alianza, en diversos procesos productivos básicos, en las
actividades militares y religiosas, como lo indica su amplia
distribución, posiblemente el proceso de la explotación azteca,
extracción minera, talla y transporte fue implementado y organizado
por los Texcucanos y Tenochcas, con base en una
integración económica y aculturación de la población de la zona
del yacimiento y no como un producto tributario.
En el último conjunto minero azteca,
bajo los talleres, existe una concentración de campamentos en torno
a una capilla o visita franciscana . La capilla en el yacimiento posiblemente fue un centro de
evangelización y control de la explotación de obsidiana entre 1524
y 1537 aproximadamente, para reclutar fuerza de trabajo
experimentada en la minería profunda, para la explotación del oro
y la plata del Real del Monte.
En los talleres coloniales del
yacimiento se tallaban exclusivamente núcleos prismáticos y una
amplia gama de raspadores, que probablemente se utilizaron para
procesar las pieles de ganado mayor, empleada en múltiples usos de
la minería hispana y en la vida cotidiana del siglo XVI, ya que los
instrumentos de metal europeo en el nuevo mundo eran muy escasos. La
tradicional explotación del pulque y fibras de ixtle del maguey se
intensificó, también para apoyar a la nueva minería.
Cuan grande fue la importancia que tenía este cristal volcánico,
que de este material es el cetro
para el Tlatoani, que está en el Museo del Templo Mayor, así
como otros objetos religiosos; lo cual establece que en el mundo
prehispánico, la obsidiana estaba en la minería, la producción
agrícola, las actividades religiosas y la guerra.
El mito del Espejo
de Tezcatlipoca, el cual se decía tenía poderes mágicos,
porque defendía de los demonios, los chamucos y los Nahuales,
como tal concepto. el Espejo de
Tezcatlipoca se refiere también a que fua un medio para
proteger a la gente, por ejemplo, los guerreros se protegían con
él en la batalla, se untaban de un betún negro y era como
forrarse de obsidiana para volverse invisibles.
"Este cristal estaba también
en el Mictlán o Inframundo, donde se decía que el aire frío cortaba
como navaja de Ixtete"
Para los Nahuas, durante el
postclásico tardío(1250 d.C. a la conquista española) , la obsidiana verde tenía
cualidades curativas y mágicas, la gente en sus casas
ponía un balde con agua y un pedazo de obsidiana verde dentro
para alejarlos. Las mujeres cuando estaban embarazadas y había un
eclipse, se ponían una navaja en el seno o el vientre para
proteger a su bebé.
El alma viaja hacia el oriente
llevando agua, luz, alimento y una piedra verde de protección. El alma
camina la Ruta de los Muertos hacia el Golfo de México, donde, según
la cosmogonía mexica, está el Mictlán.Sin embargo, primero, hay que llegar con el corazón intacto. El alma
debe llevar la piedra en la lengua para que las aves de rapiña,
confundidas por el color, la tomen de la boca creyendo que es el corazón
del muerto. Por eso la Obsidiana verde era tan apreciada en esos tiempos
prehispánicos.
Caminar por la Sierra de las Navajas no resulta tan sencillo como parece,
ya que hay minas prehispánicas por doquier, de otra manera, hoyos en la
tierra cubiertos de vegetación. por tal motivo es recomendable caminar
con mucho tiento, amén de las víboras de cascabel que en otras épocas
nos salían al paso.
Caminar por las pendientes que agitan la respiración,
es parte de la visita obligada para aquellos que desean conocer la
Sierra de las Navajas, es recomendable ir sobrados de el vital liquido,
pues el agua escasea en las alturas, no así como en la parte baja que
fluyen ríos de agua límpida, aún no contaminada y que es la
más preciada joya para aquel caminante que se terminó su ración..
Aquí sí se resiente la altura,
se escuchan miles de trinos desde antes de que rompa el sol con sus
primeros rayos, y aun sin ellos, el ulular del búho en comparsa con la
lechuza y alguno que otro chotacabras mantienen ese velo de misterio que
nos regala la naturaleza.
La belleza de la Sierra de
las Navajas no está solamente en la obsidiana o en las minas, está en los caminos,
en los paisajes, en su fauna, en cada paso que damos en ella, paso que nos
remonta a las épocas ancestrales de imaginar como sería la vista del ahora
Valle de Tulancingo, cuando las diferentes etnias visitaban a los Tollantzíncas.
Ver el cerro de Napateco protegiendo a Huapalcalco, un Huapalcalco,
posiblemente caleado o pintado de blanco por las intensas ceremonias
religiosas realizadas por Quetzalcóatl.
El Cerro de la
Providencia, (20°06’ latitud norte y 98°31’ latitud oeste y
2960 msnm)es un punto de referencia para los que
vuelan, para los viajantes y para los Tulancinguenses que observan desde
Tulancingo, el punto más alto al Oeste. El poniente de esta ciudad
está protegido de forma natural de una belleza sin par.
Los pocos Chéncheres
o pájaros carpinteros rompen con la tranquila quietud de la mañana, su
incesable golpeteo sobre los troncos de pino los delatan, caso
particular que en las partes mas altas de la Providencia, los
pinos se están enfermos, secos, comidos por una plaga que solo deja los
"esqueletos" y un gran espacio abierto aprovechado para la
erosión.
Páramo que reclama
auxilio, que proclama ayuda, páramo que carga a sus muertos próximos a
integrarlos como abono natural que reclama la tierra.
Luis
Francisco y León Felipe "cargando pilas" en el tesmol.
Tesmol, biznagas,
madroños, palmillas, encinos y pinaceas abundan en la
providencia y sus faldas
Para Luis Francisco y
León Felipe, dos de mis tres hijos, su campamento de dos días en la Sierra
de las Navajas y en especial en el cerro de La Providencia,
reforzó su amor por la naturaleza, la protección del medio ambiente,
si bien pocas obsidianas, y fauna vieron, quedaron muy a gusto con lo
mucho que les obsequio la madre naturaleza.
Poco a poco las tierras
de cultivo toman su parte para avasallar las mejores partes de la Sierra de
las Navajas
Luis Francisco y
León Felipe quedaron asombrados, pues en la madrugada algún animal husmeó
afuera de la tienda de campaña, hecho que despertó a Luis Francisco, sacándolo
de su sueño, la lluvia que cayó en esa madrugada dio oportunidad de
ver huellas de animales que posiblemente fueron los autores de su
despertar.
Huellas
de venado
Huellas de venados había
por doquier, así observamos en la tierra figuras de dos tamaños, hecho
que los mantuvo contentos, deseando ver en vivo a los autores de tales
obras naturales.
Si bien entramos a la
Sierra de las Navajas por Lagunicatlán, perteneciente a
los municipios de Acatlán y Tulancingo, a nuestro regreso
"salimos" por otra cañada que nos llevó a la población de El
Susto perteneciente al municipio de Singuilucan..
Nuestra
primera intromisión en grupo a la Sierra de las Navajas,
cumplió con el objetivo fundamental, el de conocer La Providencia, ese
colosal e imponente cerro que se alza al Oriente de Tulancingo.
Esperando y preparándonos para la próxima aventura, atravesar la
sierra, desde Lagunicatlán , pasando por La Providencia, pernoctado
otro día en las Peñas Cuatas y finalizar en Huasca,
previa visita al Zembo. www.hidalguia.com.mx |