CULTURA ORAL O ESCRITA

Metzquititlán ha sido por sus bellezas naturales y el trato cordial de sus habitantes, fuente de inspiración de varios poetas, entre ellos el Ing. Abel Hernández Coronado, hombre de gran cultura y magnífico poeta; el Dr. Alfonso Castillo Córdoba, conferencias que ha dado la vuelta al mando; el Profr. Elías Pérez Sánchez; el Sr. Alberto Ángeles (hermano del Gral. Felipe Ángeles) todos ellos orgullosamente metzquititlenses. Y de otros como el gran compositor internacional Nicandro Castillo, el compositor Demetrio Vite, el Lic. Heberto Varela, el muy apreciado Dr. Alfonso Varela por citar algunos. Por ser muy amplia la producción literaria solamente conoceremos algo de ella.

Metzquititlán

                (Heberto Varela)
I.

Metzquititlán, pueblo risueño y hermoso
donde tus casonas semejan la conseja
de un conjunto hospitalario y majestuoso
palio tradicional de la hidalguía vieja.

II.
Esa hidalguía proverbial en tus varones
canto viril de la nobleza de tu raza
que deshoja ante la amistad los corazones
y con él te ofrecerán el cobijo de tu casa.
III.
En tus mujeres se ostenta el privilegio
la abnegación plena de amor y nobleza
símbolo de virtud que en tierno florilegio
brinda el dulce alivio en la herida que besa.
IV.
Tu belleza de colores naturales
cual vestuario real, de mágicos ropajes.
es el brindis de naajos y nogales.
en claroscuro te ofrecen sus ramajes
V.
Pueblo de jardines, vergel hechicero
donde agua de manantiales riega el suelo
y el perfume de la rosa y limonero
inspiran el alma para alcanzar el cielo.
VI.
Y en tu templo donde el incienso se eleva
cual prueba de fe  en holocausto amoroso
ante tus plantas un pueblo ora y ruega
¡Señor de la salud, bendícelo piadoso!
VII.
Tocó a mi lira hoy cantar tus maravillas
más no lo puedo hacer ¡Oh pueblo hermoso!
porque desde Tuzanapa hasta Milpillas
hizo Dios tu paisaje majestuoso
VIII
Cual ofrenda fraternal pueblo querido,
de mi  lira en las estrofas a ti aludo
y al impulso de un corazón
a ti pueblo mío yo te saludo.

Fragmento de una Carta al Profr. Elías Pérez Sánchez
 (Ing. Abel Hernández Coronado)

I.
Más no por eso me verás callado
y sin temor siquiera al que dirán
vuelvo a pulsar mi plectro ya olvidado
por mi pueblo ¡Metzquititlán!
II.
Por esa tierra que mi ser sintiera
en un hermoso día
el beso tibio de la luz primera
saturado de amor y de poesía
III.
Y donde luego mi alma soñadora
al escuchar los ecos confundidos,
del canto de las aves en sus nidos
se despierta a la vida pasajera
mirando la risueña y seductora
a través del cristal de la quimera.
IV.
Por esa tierra que formó mi anhelo
y donde todo lo que adoro existe
por ese pedacito azul de cielo
donde la luz primera también tu viste.
V.
Y si caso mis notas destempladas
te gustan hoy, mañana, ó cualquier día
sus errores perdona,
pues no llevo en la frente la corona
que si fuera poeta llevaría
VI.
Vayan mis versos a vivir contigo
y cuando oigas el eco de una lira
has un grato recuerdo del amigo
que llora, que te precia
y sienta la nostalgia del terruño.