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TRADICIONES
La procesión es de una suntuosidad impresionante, de gran colorido, ya que asisten indígenas luciendo sus indumentarias típicas y danzas autóctonas. A su paso se colocan arcos de flores y de cohetes multicolores; además, en varias casas se lanzan lluvias de confeti, serpentinas, flores, globos, etc. esto aunado a la gran veneración y respeto con que se pasea la hermosa imagen del Sr. de la Salud en hombros de jóvenes y señores que se ofrecen a cargarla. Desde la época de la Colonia, Metzquititlán adquirió cierta importancia por ser el paso obligado de las personas que, provenientes de la Huasteca, comerciaban con la Real de Minas de Pachuca. Cuentan que a participios del Siglo XVII dos señores terratenientes, con numerosas comitivas, trasportaban con rumbo a la Huasteca un Cristo de grandes proporciones y singular belleza. Los citados caciques llamados López uno y Sánchez el otro, al pretender reanudar la jornada vieron con sobresalto natural que el Cristo había adquirido un peso extraordinario y que no hubo fuerza humana capaz de movilizarlo. Interpretando este fenómeno como una indicación de la imagen de haber elegido este lugar para que se le rindiera culto, se le colocó el Cristo en una choza situada en el lugar donde hoy es su Santuario y ahí permaneció la imagen expuesta a la devoción de los arrieros. En cierta ocasión, pasó por ahí un importante terrateniente llamado Silvestre de Ita, enfermo de suma gravedad por las mortales fiebres Huastecas. Sintiéndose ya en trance de muerte oró fervorosamente al santo, demandando ya no su imposible salud, sino la vida necesaria para poder llegar a dar la bendición a sus familiares que los aguardaban allá en la calurosa Huasteca. Con gran asombro empezó a sentirse mejorado, y antes de llegar a su destino, había recuperado por completo la salud, encargándose de propagar a cuantos le oían el portentoso milagro operando en su persona. La fama de esta milagrosa curación se extendió rápidamente por la Sierra y Huasteca siendo conocido desde entonces como el Señor de la Salud. Al repetirse cada vez con mayor frecuencia las milagrosas curaciones fue creciendo la fama y veneración del Cristo, estableciéndose muy pronto el 2o. viernes de cuaresma como la ocasión para venir a agradecer o a pedir favores al Señor de la Salud. La Sra. María de la Luz Chagoya, de una gran posición económica y muchas propiedades, originaria de Tianguistengo, en gratitud a la salud recibida por el Santo, inicio de la construcción del Santuario, que fue terminado por los frailes agustinos en el año 1675. Es catalogado como monumento nacional. El Carnaval. Es de las más bonitas tradiciones populares, ya que en ella participan con alegría todos los sectores de la población bailando por las calles durante tres días. Se hacen acompañar por música de viento. Culminan el martes, con un concurso de disfraces y con una lluvia de confeti de los multicolores cascarones. También , año con año, el pueblo recibe la visita de los amigos de Venados que, con sus originales disfraces, su música de violín y de guitarra, presentan el antiquísimo juego de la víbora. Este juego consiste en una secuencia de golpes con un látigo que al compás de la música y formando una víbora van derribando a todos los participantes que son aproximadamente 30. La Semana Santa. Es otra de las celebraciones dignas de mencionar, uno de los que dirigía tal evento era el Lic. Juan Eleodoro Gómez, la Ultima Cena tiene 20 años de ser representada, el juicio del Senedrín y el Vía Crucis. Atrae a muchos visitantes pues los jóvenes actores que en ella participan dan lo mejor de sí mismos para darle mayor realce. El Día de San Agustín. El 28 de agosto se celebra el día del Santo Patrono San Agustín con mañanitas, misas y procesiones. Por la tarde hay un alegre jaripeo con música de viento, con la participación de los jóvenes del pueblo y lugares vecinos. Posteriormente se realizan la quema de juegos pirotécnicos y el palo encebado. Productos típicos. Jamoncillo, palanquetas, nueces, dulces de calabaza y viznaga, sacahuill, horascas, frutas de horno. Hay huaraches, fabricados por el Sr. Octaviano Hernández, muebles de la familia del Sr. Beto Casañas, máscaras de madera por el Profesor Nicolás Salazar que son algunos de los pocos artesanos que hay en el pueblo. |
