MINERAL DEL MONTE

 

Mineral del Monte tiene su origen en la época colonial, pero se asegura, conforme a diferentes fuentes de información, entre las que se pueden mencionarse la Librería del Colegio Apostólico de Pachuca, las memorias del Instituto Geológico de México, así como las afirmaciones de algunos cronistas e historiadores como Manuel Rivera Cambas, Juan José Quiroga, Gemelli Carreri, etc., que el trabajo de las minas se remota a muchos años de la conquista.

De los Toltecas, por ejemplo, se dice: "Conocían las turquesas, sus minas, encontraron sus minas y el monte de la plata, del oro, del cobre, del estaño, del metal de la luna..." y de los Mexicas:  "En Coatepec (Estado de Hidalgo), dieron oro y plata para que gozaran Huitzilopochtli. Quiere decir que cuando los mexicas llegaron, los Toltecas ya explotaban las minas en la actual Sierra de Pachuca.

Precisamente de la Librería del Colegio Apostólico de Pachuca, el periodista y literato hidalguense Don Tomás Domínguez Yánez, extractó los siguientes apuntes: "El origen de Real del Monte data de la época colonial, pero el trabajo de las minas se remota a siglos atrás de la conquista", como acredita carta que en 1531, escribió Don Juan José Quiroga al célebre Motolinía, Fray Toribio de Benavente. Después de ponderar la riqueza de la mina de Almoloya, cerca de esta población, le dice que ha encontrado "otras minas viejas que debieron haberse trabajado mucho antes de la dominación española". Por cierto que estos apuntes fueron tomados antes de que la citada librería fuera parcialmente incendiada por tropas Juristas que se encontraban en Pachuca, destruyendo así lo que constituía una inagotable fuente de noticias para todo el Estado del aludido periodista y literato, es también el siguiente extracto: "Muy inmediata a la mina de los Dolores veíase, no ha mucho, una vieja cruz de piedra, cuyo pedestal y brazos habían destruido la intemperie y el tiempo; su presencia no llamaba la atención de nadie que la contemplara, porque la piedad sencilla de nuestros mayores levantó en todas partes monumentos de ese género, sin embargo, esta guardaba una tradición de interés sumo, narrada muchas veces al calor de la lumbre por ancianos del lugar. "La piedra fundamental de toda sociedad ha dicho, Augusto Nicolás, ha sido un altar y aquella cruz había sido del Mineral del Monte".

Sobre el mismo particular, en 1897 el Instituto Geológico de México, publicó una memoria en la que puede leerse: "Varias excavaciones antiguas han hecho creer a la generalidad que las minas de Pachuca y Real del Monte fueron trabajadas por los Aztecas y como no se han encontrado señales de instrumentos de fierro, es probable que se valieran, para el ataque, del fuego y utensilios de piedra".

Por su parte, Fernando de Alba Ixtlixóchitl, esboza las mismas afirmaciones a través de su reseña histórica, al señalar que en 1324 ya estaba habitada por  chichimecas, así como a todos sus alrededores, entre los cuales se consideraba a Real del Monte, entonces conocido como Antiguo San Phelipe.

Rivera Cambas asienta en su "México pintoresco", "Se afirma que las Minas del Real del Monte fueron trabajadas desde el siglo XVI hasta principios del XVIII por los españoles y aún en época anterior a la conquista, pero hacia 1697 el Real del Monte no era sino un pueblecito con unas cuantas casas de adobe, sin embargo, hay fijo el año de 1577 como fecha de la fundación como pueblo". Como quiera el origen novohispano del Mineral se debió a la mala convivencia de descubrir y explotar los yacimientos minerales.

Esta teoría se refuerza con la declaración de haberse fundado Pachuca en 1524, según un acta del 28 de Abril de 1527, que se localizó en el Cabildo de la Ciudad de México. En cambio Gemelli Carreri, viajero italiano que visitó la región en el año de 1697, no aceptó sin que se conozcan los motivos que tuvo para hacerlo así, que los Aztecas trabajasen en las minas. No obstante, sí estuvo conforme en que éstos los registraron. Cuando a fines del siglo XVII visitó las minas de Pachuca y Real del Monte, afirmó haber encontrado en este último lugar, una pequeña población de casas de adobe cubiertas de madera.

También se afirma que la plata fue descubierta en Real del Monte por el Español Pedro Rodríguez de Escobar en 1534, siendo virrey de Don Martín Enríquez de Almanza, precisamente en el sitio que actualmente ocupa la mina de Dolores. Se dice que llegó a ese sitio dispuesto a acampar con sus acompañantes, y para soportar el frío que los flagelaba, encendieron una fogata que fue alimentada toda la noche y que a consecuencia del calor de la misma, empezaron a chorrear algunos hilos del argentífero metal, en el sitio que fue encendida.

La versión que en seguida se transcribe, al igual que la del párrafo anterior, al paso del tiempo los lugareños las han convertido en leyendas, no por ello decrece su interés: Se dice que un grupo de frailes agustinos que se dirigían a Atotonilco el Grande procedentes de Actopan, cruzaron por un lugar llamado Bandola y que sus guías les informaron haber cerca unos ricos yacimientos de oro y plata. Al mostrar vivo interés por conocerlas, aquellos aceptaron a condición que les permitiesen vendarles los ojos. Siguieron caminando y llegaron a un socavón en cuyo interior contemplaron admirados, minerales de un valor insospechado, vendados nuevamente los frailes volvieron sus pasos hacía el camino, pero uno de ellos fue regando las cuentas de su rosario sin que sus acompañantes se percataran, lo que les permitió retornar después al socavón, fundándose en tales circunstancias, la primera mina que se tenga noticia y a la que bautizaron con el nombre de San Felipe, frente a la actual mina de Cabrera. Esta leyenda confirma como los Españoles que desconocían la explotación de las minas y los lugares donde éstas se encontraban, se valieron de los indígenas para hacerlo, auque al principio por métodos muy rudimentarios.

El otro documento del siglo XVI, en el que se describen los minerales de Pachuca , se dice: "El Real que llaman del Monte. Descubríoslo en 1552, Alonso Pérez de Zamora y registró ante la justicia de las minas... Poblóse en una serranía montuosa en lo más llano de ladera, tiene la población más de cien casa bajas labradas con adobe, cubiertas de tajamanil, no hay calles formadas, sino las calles esparcidas en poca distancia una de otras, de manera que hacen vecindad.... Las haciendas están fundadas en tres quebradas que corren, la una de Norte a Sur en que están las mejores, por espacio de una legua por la orilla de un arroyo, la otra de Este a Oeste; la tercera de Norte a Sudeste... La descubridora fue la de Santa Brígida, San Hipólito, San Andrés, después se fueron hallando otras muy ricas".

Villaseñor y Sánchez, al referirse a la Alcaldía mayor de Pachuca, de la intendencia de México, cita a Real del Monte como Cabecera República de Indios con Gobernador, y dice "... Dista dos leguas de su cabecera por la parte del Este Noreste... Este Real es cabecera de Curato, con iglesia parroquial, y cura clérigo par la administración de su feligradía".

Según algunos historiadores, el inicio de la explotación de las minas procede de la época en que Itzcoatl, cuarto Tecutli Mexica, conquistó la región con la finalidad de ampliar los dominios del recién fundado Impero Azteca. Tales aseveraciones las conforma Orozco y Barra al señalar que Pachuca, o Patliachuca, pertenecían al reina de Acolhuacan hasta los años 1427-1440; de haberse iniciado la explotación en la época prehispánica, esta se realizó bajo el antiquísimo sistema de terrofacción, consistente en someter el mineral a elevadas temperaturas, mediante fogatas encendidas en la misma venta y casi sobre la superficie, para posteriormente enfriarla con agua produciendo así su resquebrajamiento, pudiendo con ello separar el metal utilizable . Un documento anónimo con fecha 4 de Octubre de 1569, nos relata : "... Había, sin contar con los menores de edad, 122 Españoles 739 indios advenedizos, atendidos en lo espiritual por el vicario de Tlahuelilpa, Don Blas Guillén, clérigo. Las cuadrillas de los Indios tenían 8 ermitas y una capilla de la Veracruz para la celebración de la Santa Misa". Debe hacerse notar que el Tlahuelilpa que menciona el documento se hallaba en el mismo valle en el que actualmente se encuentra  Pachuca, ya que en aquel entonces ésta (Pachuca), se localizaba en la cañada que forman los Cerros de San Cristóbal y la Magdalena.

Etimología.- Inicialmente este lugar se conoció como Antiguo San Phelipe y se asegura que el nombre de Mineral del Monte fue adoptado por la fundación del pueblo, pero al transcurso de la donación española fue cambiando por el de Real del Monte debido a la costumbre establecida durante la colonia se llama así a todo lo que se encontraba bajo el dominio de ésta, particularmente los centros mineros.

De ahí que comúnmente se dijera: Real de Minas de Pachuca, Real de Minas de Zacatecas, Real de Minas de Guanajuato, Real de Minas de Monte de Pachuca, etc. Se afirma también que se llamó Real del Monte debido a que los primeros explotadores de las minas del lugar tenían que pagar a la Corona, un real de vellón por cada carga de metal extraídas.

Posteriormente la División Política establecida por la Constitución General de la República, de 1824, se adoptó oficialmente el nombre de Mineral del Monte, aunque subsiste la costumbre popular de llamarle Real del Monte. Según la famosa Colección Torres de Mendoza: "...Con el paso de unas cuantas décadas tuvieron constituida una población tan sin nombre, y afirma  .....El segundo real que llaman del Monte..." cuando "real" es un sinónimo de "mineral". Así ganó nuestra hoy, ciudad un bello nombre castellano. Es oportuno agregar que mucho antes del arribo de los conquistadores, "El Real" que estos llamaron del Monte, fue conocido por los otomíes con el nombre de "Maghotsi", o Paso Alto (del otomí Ma. altura, Ghotsi, portillo, paso, portezuelo), por ser la región más alta que cruzaban quienes se dirigían a la Gran Tenochtitlan, provenientes de la Huasteca o el Señorío de Metztitlán.

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