93 AÑOS ATRÁS UNA "LOCA,
MARIMACHA Y ANALFABETA" LES ABRIÓ EL CAMINO A
CLAUDIA Y A XÓCHITL


Prudencia Ayala fue una madre soltera indígena que
desafío a la sociedad salvadoreña y se atrevió a
lanzar su candidatura a la presidencia en 1930.
Loca, marimacha y
analfabeta: Así estigmatizaron a la mujer que abrió
camino a Sheinbaum y Gálvez hace 93 años como 1ra
candidata presidencial en Latam
Septiembre 7 de
2023 (Hidalguía).- En poco menos de un año, los
mexicanos elegirán por primera vez en su historia a
una mujer como la presidenta de su país. Esa
posibilidad se convirtió en una realidad cuando la
jefa de gobierno de Ciudad de México,
Claudia Sheinbaum, fue seleccionada por el
partido gobernante Morena para enfrentar a la
candidata de la coalición opositora,
Xóchitl Gálvez.

Se trata de una
situación inédita en un país profundamente
machista en el que sólo ocho candidatas han
aspirado a la presidencia desde 1982, aunque las
mujeres sufragaron por primera vez en 1955.
Rosario Ibarra de
Piedra, Cecilia Soto, Marcela Lombardo Otero,
Patricia Mercado, Josefina Vázquez Mota y Margarita
Zavala precedieron sin éxito el actual intento de
Sheinbaum y Gálvez de dirigir durante seis años los
destinos del pueblo mexicano.
Ahora sólo queda
presenciar la aguerrida campaña entre Sheinbaum, de
61 años, y Gálvez, de 60, antes de
las elecciones del 2 de junio de
2024.
“Las candidatas no
pueden ser más distintas. La morenista, una
científica de alto nivel, es seria, comedida,
reservada; la panista (es senadora por el PAN, el
partido más a la derecha del Congreso) es un ciclón
en sus filas, sonriente y deslenguada, una
empresaria chistosa y atrevida, entrona, que dicen
en México”, escribió Carmen Morán Breña para el
diario El País.
Los orígenes de
Prudencia
En este momento
histórico es pertinente recordar el legado de
Prudencia Ayala, una
salvadoreña de padre mexicano que fue la
primera mujer en la historia de América Latina en
lanzarse como candidata presidencial hace ya 93
años.

Es difícil
exagerar cuánto se adelantó Ayala a su tiempo.
Su candidatura a la presidencia
presentada en 1930, que luego sería
bloqueadapor la Corte Suprema, ocurrió dos
décadas antes de que se permitiera a las mujeres
votar en El Salvador, aseguró
Isabel Castillo, investigadora del Centro
de Estudios de Historia Política de la Universidad
Adolfo Ibáñez, en un artículo publicado en
Americas Quaterly.
En un país
conservador como El Salvador, la candidatura de una
madre soltera indígena fue
considerada una
osadía.
Ayala hizo caso
omiso a las críticas y argumentaba que si
las mujeres habían gobernado en las monarquías
europeas, qué de malo tenía que
también gobernaran en las democracias de
los países “indo-latino-hispanoamericanos”.

Uno de los puntos
de su programa de gobierno señalaba su compromiso
con la lucha por la equidad de derechos de
las mujeres: “El elemento femenino obtendrá
de hecho el derecho político para identificar la
soberanía de la Nación en los dos sexos, en
desarrollo de la política cívico social que instruya
al ciudadano”.
Ayala nació en el
estado salvadoreño de Sonsonate en 1885
de la unión de un indígena mexicano y una
indígena salvadoreña. Estudió hasta
segundo grado de primaria porque sus padres
no pudieron seguir pagando sus estudios. Luego
continuó estudiando de manera autodidacta con los
libros que compraba con lo poco que podía ahorrar de
su trabajo como costurera. También
obtenía dinero como pitonisa,
adivinando el destino de las personas leyendo
cartas.
Ayala fue una
mujer polémica y enigmática. Cuentan que a los 12
años empezó a tener premoniciones
luego publicaría en el Diario de Occidente de Santa
Ana. Los registros muestran que acertó
algunas de sus profecías, como la caída del
káiser de Alemania en 1914.
Escritora y
política indígena
Incursionó en el
periodismo y en la escritura, pero
fue encarcelada en dos ocasiones por sus críticas al
gobierno y al sistema que imperaba en El Salvador.
Publicó tres obras:
Escible, Aventuras de un viaje a Guatemala (1919);
Inmortal, amores de loca (1925) y Payaso literario
en Combate (1928).
En la década de
1920, Ayala ya se había convertido en una
defensora del sindicalismo en
Centroamérica, promotora de los derechos de
la mujer y opositora del
intervencionismo estadounidense. En ese
momento decidió que escribir no era suficiente y
decidió planificar su candidatura
presidencial con el apoyo del Partido Unionista.
En su programa de 14 puntos, Ayala hizo énfasis en
la honestidad y la lucha contra la corrupción.
“Llamó a que las
mujeres participaran en la campaña, hablando en
numerosas reuniones y concediendo entrevistas.
Irónicamente, sin embargo, la mayoría de las
mujeres parecían apoyar a Araujo, del
Partido Laborista. Tal vez al alejarse de las
visiones dominantes de las mujeres como madres, el
desafiar al statu quo era demasiado fuerte incluso
para el electorado femenino”, señaló Morán Breña.
La prensa y
personalidades políticas de la prensa la
ridiculizaron, llamándola loca, bochinchera, fea,
marimacha y analfabeta. Ayala no dio su
brazo a torcer y elevó su petición a la Corte
Suprema de Justicia para que la ley amparara su
derecho como ciudadana a votar y optar por un cargo
público. Pero su petición fue desestimada.

Para provocar a
sus detractores, adoptó el uso de un bastón,
que en ese momento era el símbolo distintivo de los
hombres intelectuales de la época.
Las salvadoreñas
tuvieron que esperar otros 20 años para ejercer el
derecho al sufragio en 1950. Pero Ayala nunca pudo
hacerlo. Falleció en julio de 1936
y permaneció en el olvido por más de medio siglo
hasta que uno de sus dos hijos vio una foto de
Prudencia en una exposición del Museo de la Palabra
y la Imagen de El Salvador (MUPI) en San Salvador y
reveló que su familia tenía un baúl con los escritos
y objetos de su madre.
Carta abierta a
los salvadoreños
Uno de sus
escritos, publicado en 1930 luego de que la Corte
Suprema le negara el derecho a continuar con su
candidatura presidencial, es una carta abierta que
dice lo siguiente:
“Salvadoreños:
La política del presidente doctor don Pío Romero
Bosque, es un amplio campo electoral donde surgen
mis ideales democráticos en una lucha sin tregua…
La candidata
Prudencia Ayala se separa del campo político del
momento, por no haber sido calificada como ciudadana
salvadoreña, que en ley y en justicia le pertenece
en su derecho ciudadano, y si en algo he fastidiado
a los políticos, perdóneme almas mías que no lo he
hecho en mala intención, sino en el deber de un
principio cívico para defender los principios del
derecho individual que le asiste a la mujer.
Me alejo almas
mías con el corazón satisfecho de haber entrado en
combate para obtener el triunfo de mi derecho
ciudadano. Me alejo grata de los políticos que han
prestado atención a la justicia que reclamo en el
campo de la ley. La patria exige la práctica, de la
justicia, el cumplimiento de la ley en su más
completo significado cívico social entre hombres y
mujeres, para equilibrar los valores morales de la
nación civilizada. Así la alegría embarga mi
esperanza en el próximo futuro electoral. Por el
momento al no haber sido calificada como ciudadana,
quedo sin nacionalidad, figurando en el mundo de los
hombres como habitante del planeta terrestre a mi
albedrío ¡Vive Dios, mi amplia libertad!...
Los políticos
que me han ridiculizado quedan perdonados con todo
corazón, para que ellos, perdonen mis entusiasmos
cívicos si con ello les ofendo. Los que me
calumnien, los perdono con solo que me manden los
periódicos donde echen los sapos y gatos para ver si
es verdad lo que digan, para desmentir o rectificar.
Así en esta moralidad e inteligencia queda firme en
el combate vuestra obsecuente y S. S.”
Prudencia
Ayala
Fuentes:
México As, Americas Quarterly, El País, El Faro, DW,
BBC y YAHOO
www.tulancingo.com.mx
www.hidalguia.com.mx
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