SINGUILUCAN Y SU CULTURA ORAL O ESCRITA

Tres hechos notabilísimos  dieron fama al Cristo que se venera en dicho sitio.

El primero de ellos relata, según testimonios localizados en el archivo del convento de San Agustín en la ciudad de México, que el día 6 de abril de 1651-Jueves Santo- al ser llevado el cristo en procesión, se desprendió de la cruz y comenzó a sudar abundantemente, hecho que se repitió al día siguiente.

El segundo suceso cuenta que en los inicios del siglo XVII ocurrió una penosa inundación en las minas de Pachuca, por lo que los mineros fueron a rogarle al Señor de Singuilucan que terminara con tal calamidad. Como agradecimiento, construyeron una hermosa cruz ochavada de madera, incrustada con hueso y nácar, que debía sustituir a la que ostentaba a Cristo. Después de tomar las medidas necesarias y al ir a colocar la cruz, se encontró que la mano izquierda de cristo se había alargado. Volvieron a medir las cruz y al colocarla nuevamente, ahora en la mano derecha, se dieron cuenta de que esta se había acortado, Insistieron una tercera y una cuarta vez pero como siempre ocurría lo mismo llegaron a la conclusión de que el Señor no deseaba que su cruz fuese cambiada, por lo cuál se dejó la primitiva y se depositó la nueva en la sacristía como prueba del milagro acontecido. Actualmente dicha cruz se encuentra adornando la capilla de San Nicolás Tolentino, ubicada en el convento. Igualmente sorprendente en el tercer hecho, que menciona que el 17 de julio de 1711 el Cristo creció hasta alcanzar el tamaño natural. Todos estos acontecimientos se conmemoran en Pentecostés.

 

 hidalguia@hotmail.com 

"Regresar a Bienvenida"