COSTUMBRES EN TENANGO DE DORIA
El temascal, aunque poco a poco se va perdiendo esta costumbre, aún en algunas casas existe el temascal para bañarse, aunque más que por aseo personal, se trata de un baño medicinal. Es un baño de vapor muy rudimentario que conserva prehispánica curativa, consta de dos piezas muy pequeñas y sumamente bajas, de modo que no se puede estar de pie y para entrar hay que hacerlo con las manos al piso, por una pequeña puerta. Comunicadas por el interior, en una pieza están las piedras que se calientan fuertemente para luego echarles agua fría, para que produzcan vapor y en la segunda pieza de mayor tamaño, la persona que se baña, luego reposa el baño tendida sobre un tepetate y envuelta en una manta. La persona enferma al estar en contacto con el vapor, se frota el cuerpo con ramas y hojas de ciertas hierbas medicinales.
Pedro Carrasco Jr. (1946) anota: Los primeros frailes que evangelizaron a los indios, persiguieron los baños de temascal por verlo muy ligado a la religión indígena pero no pudieron desterrar su uso que sobrevive en nuestro días. En algunos lugares ya ha perdido la connotación religiosa que tenía y se usa nada más como remedio, pero en otros más apartados, todavía se realizan en ellos ceremonias paganas.
. En muchos sitios al comienzo del temascal, tratándose de algo que será propicio para conservar la salud, se bendice el lugar donde ha de hacerse y sobre el techo del baño se coloca una cruz de madera o de piedra; así como que al tomar el baño con intención curativa, se invoca a los deidades de la devoción del propietario de la casa o de quién tomara el baño, para que este surta los efectos benéficos que se deseen.
Hechicería: En algunos barrios como el de San Nicolás, existen personas que practican actos de brujería y medicina mágica con ceremonias especiales, según se trate de remediar enfermedades, hacer aparecer a personas ausentes o "limpias" con hierbas, ramas y flores así como otros elementos: huevo de gallina o reliquias. Estas personas que realizan actos mágico forman parte de la comunidad y no solo son bien vistos sino que les ve como personas respetables y respetadas aunque no temidas, a quienes se acude en busca de ayuda para aliviar los males físicos y espirituales.