Noviembre 30 de 2018

A petición de Luís Felipe López Monroy, pergeño estás líneas acerca  de la marihuana, sublime aportación involuntaria de don Cristóforo Colombo (*) en la lejano 1492, año del Señor, quien la trajo como parte de los aparejos de amarre de sus buques de madera, difundiendo la plantación de este regalo originario de Asia Central de usos múltiples industriales y recreativos.

(*) Este intrépido navegante de la mar océano, vivió 55 años.

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Ya en lo que sería América, el cultivo se intensificó patrocinado por los jorocones llegados de España, como don Sebastián Ramírez de Juanleal,  picudo de la 1ª Audiencia en1532 autorizando los sembradíos de  grifa

Los jesuitas, en su momento, dieron gran difusión  a la mota para fines medicinales y el dulce Fray Juan de Zumárraga la plantaba en su ranchito de Chalco.

Don Hernán Cortés de Monroy y Pizarro  Altamirano (*) contra su costumbre nada tuvo que ver con la yerba santa, lo cual lo dejó al margen  de lo que se fue convirtiendo en un gran negocio, hasta la fecha.

(*) Este conquistador impar, vivió 62 años.

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A lo largo del Virreinato los plantíos de marijuana eran para fines prácticos, pues de ahí salían los costales, cordeles, jarcería en general y, hasta el ayate juandiegino está elaborado con esa fibra, dato omitido por los dueños del máximo circo nacional guadalupano.

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Ya cuando jugábamos a ser nación independiente, libre, soberana (aun hoy sin lograrlo) la yerba se consumía sin límites entre la población marginada como los léperos, presos, soldadesca y otros miembros distinguidos del infelizaje nacional. Don Porfirio Díaz no le dio importancia al consumo del pastito y no hubo represión por hacerlo, tampoco reglamentó los plantíos. Durante La Bola (alias revolución mexicana) la marihuana fue parte indispensable para el sostenimiento de las tropas harapientas y medio muertas de hambre; sobran ejemplos y canciones que enaltecen a la  droga que nada tiene de inocente o inocua como ahora quieren hacernos creer.

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Don Venus Carranza, penalizó cultivo y consumo de la cannabis; el tata cárdenas la liberó por un tiempo y luego volvió a satanizarla. Desde entonces la grifa paso a ser elemento mercantil de suma importancia entre los traficantes de drogas nacionales e internacionales, pues en eso de prohibir lo que le gusta al pueblo meterse entre oreja y madre, está el más grande negocio inventado por la humanidad, luego de las religiones y las guerras.

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En nuestro adormecido México, nos vendrá de pelos permitirnos  atufarnos con juanita, pues al paso que vamos sólo en estado de gracia soportaremos tanta estupidez y, de paso y como no queriendo el desgobierno que viene, tan furris como el que se está pintando de colores, recibirá carretadas de dinero proveniente de la marihuana legalizada vía impuestos.

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Grandes empresarios-políticos verán mermados sus ingresos al dejar esta parte -lejos de ser la principal- de sus negocios establecidos desde el poder, como fue el patrocinio de maximino ávila camacho, el ratón miguelito alemán, abelardo rodríguez luján, el profe jan gonzález entre otros muchos beneficiaos por el tráfico a todo volumen  de drogas “prohibidas” siempre bajo la vigilancia y participación vital de los gringos amantes de quemarle las patas al diablo.

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