Sólo
pedimos que nos sigan queriendo y, les aseguro, serán correspondidos:
José Manuel Toscana
Tulancingo, Hgo, 12 de diciembre de 2013.- Reunidos por la amistad y el deber y bajo la inspiración de amigos entrañables, hace unos cuantos días festejamos un aniversario que, por muchos que nos esperen, pocos serán ya, pues hemos colmado la copa de la vida con todo lo que tenemos, desde mi punto de vista, inmerecidamente. “La cama de piedra” canción de los tiempos previos a las guerras de Independencia, seguida de los “Carros de Fuego”, inspirada en los corredores olímpicos británicos, con esa melodía que resume el mayor anhelo del hombre Nací libre, fueron enmarcando el ambiente sumamente cordial que se dio en el campus de Senén González, en las estribaciones de Cuautepec, a donde fueron arribando una constelación de contemporáneos dispuestos a pasar un momento grato, alejado de toda vanidad, especialmente diseñado para dar entrada a esa indeclinable vocación del hombre por la amistad, solo eso y el gusto de sabernos vigentes, pese a nosotros mismos, nuestras fallas, remilgos, miedos, vanidades, rencores y esas piedras que nos hacen la vida de cuadritos cuando no recapacitamos en los verdaderos valores. Por eso, el seis de diciembre, fue un día luminoso, así lo percibí, así lo disfruté, así lo agradezco ahora a todo los que llegaron con el corazón en la mano y una sonrisa milagrosamente labrada en el rostro y, que por arte de magia convierte esos rostros, en maravillosos testimonios de vida, cada uno irrepetible e igualmente valioso, pues nadie ha pasado por esta aduana de la vida sin pagar el costo. Esas huellas, son para mí, hermosísimas pues cuando sonríen aquellas personas, todo se olvida y solo prevalece lo que vale la pena: la amistad y seguir de pie , mientras tengamos alientos y unos brazos que, al recibirnos, no juzguen, ni nos hagan mucho caso, sólo pedimos que nos sigan queriendo y, les aseguro, serán correspondidos. Sigan las fotografías hechas por Luis Felipe López Monroy y todo será más evidente, comprensible. ¡Que así sea!
El que solito se ríe...
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