ARTESANÍAS

A pesar de que nuestro municipio no es muy rico en este rubro o bien muchas de las artesanías que se trabajan antiguamente lamentablemente ya nos se hacen, podemos mencionar algo de ellas. En la población de Tlaquilpa se elaboran jarros, ollas, cazuelas, cántaros y molcajetes de barro que posee una resonancia singular, pues cuando se toca parece que es una campanita ya que contiene fragmentos metálicos de plata. Las panaderías que se encuentran en nuestro municipio son muy interesantes ya que sus procedimientos para la elaboración del pan son muy rudimentarios, ocupan leña para calentar el horno. No hay instrumentos tecnológicos, todo el trabajo es manual y el sabor del pan resulta natural, pueblerino y exquisito. Además  de todo lo mencionado anteriormente, el municipio tiene albergado un patrimonio muy importante en las ahora ex-haciendas que se encuentran en los alrededores y que en su época fueron muy importantes, ahora la mayoría de ellas sirven sólo de lugar de descanso y distracción familiar de acomodada posición económica. Igualmente nuestro tianguis es una de las costumbres precolombinas que conservamos, es muy agradable visitar los domingos la plaza (como nuestros coterráneos la llaman) y disfrutar un atractivo más de Zempoala.

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