SUCESOS HISTÓRICOS MÁS IMPORTANTES

Después de haber mencionado los diversos significados del nombre del municipio al cual estamos dedicando estas líneas, ahora nos centraremos en analizar los diversos acontecimientos que tuvieron y han tenido lugar en nuestra región. Consideramos darle importancia a lo anterior ya que es de vital importancia saber cuales han sido los factores que han formado un municipio como el que ahora tenemos, con todas las vicisitudes que la historia y el tiempo le han impuesto y le seguirá imponiendo a un pueblo que nació de la nada y que bajo el acogimiento de la sombra del señorío chichimeca, primero y el Mexica después, llegaría a un estado de grandeza el cual permaneció ahí, postergado, en la ignorancia de la mayoría de sus pobladores. En efecto, uno de nuestros propósitos (y que también es el más importante), es el de que nuestros paisanos valoren y aquilaten lo que nuestros antepasados hicieron y los que lucharon para legarnos el gran patrimonio cultural que poseemos y que muchos también desconocemos o desdeñamos.

Se tiene conocimiento que en la época prehispánica, en nuestra comarca, vivían pobladores pertenecientes a varios grupos étnicos y lingüísticos como lo fueron los chichimecas y otomíes (aunque estos no tuvieron mucha importancia), que hablaban el Pame y los Mexicas que hablaban el Náhuatl. Al establecerse la hegemonía Mexica muchos nombres antiguos fueron cambiados a este último dialecto, aunque en cierta forma se respetó la ideología, pero vamos a ser más objetivos. Del año 100 al 300 d.c., se establecieron en las proximidades del actual Tepeapulco, en las faldas de cerro de Xihuingo, grupos procedentes de la cuenca de México y del centro de Veracruz, portadores de la cultura teotihuacana. Se tienen datos, por la elaboración de pruebas de carbono 14, efectuados en objetos líticos encontrados en estos lugares que vienen a corroborar lo presentado. Otro dato conocido, es la llegada de los chichimecas guiadores por el Rey Xolotl, en el año 1120. Comparando con otros datos, creemos que Xolotl, penetró a la región de lo que actualmente es Hidalgo, por el rumbo de Metztitlán, dos años anduvo por sitios que fueron señorío de los toltecas hasta llegar a Cuextecatlichocaya (donde lloró el huasteco). Sitio que el profesor Wigberto Jiménez Moreno ha creído localizar al oriente del cerro Xing[uingo. Más tarde  estuvo en Tula y al fin firmó su capital en Xolox, cerca de Tizayuca, para pasar hasta Zempoala y Tepeapulco, quedando así incorporados Chichimecatlalli o país de los chichimecas. Xolotl continúa su señorío para posteriormente pasar al área de Texcoco.

Para el año de 1167, Zempoala era cabecera de provincia a cargo del príncipe Nopaltzin, más tarde en Cuestececatlichocayan y Coatepec, localizado por Jiménez Moreno al norte del cerro de los Pitos o de Los Picos, en nuestra población fueron los primeros sitios de la cuenca de México en donde estuvieron los mexicas. En este lugar el primer fuego nuevo en 1163. Más tarde parten a Tula y Chapultepec, posteriormente fundan México-Tenochtitlán (1325). En 1416, Tetzotzomoc, Señor de Azcapotzalco, promovió discordia en algunas provincias de Texcoco para derrocar al Rey chichimeca Ixtlixochitl. La provincia de Zempoala se sostuvo  fiel a Ixtlixochitl, legítimo soberano, combatiendo a los rebeldes hasta someterlos. Para el año de 1430, se sublevó contra su capital de Texcoco siendo entonces el Rey  Netzahualcoyotl, confederado con Itzcoatl (Soberano de México y que fue el cuarto Rey Mexica); sojuzgó a los rebeldes haciendo buen número de prisioneros que fueron sacrificados a Huitzilopochtli, y Zempoala con los pueblos de su jurisdicción  pasó a ser parte del Imperio de México contribuyendo con navajas y macanas; Ahuizotl (octavo soberano Mexica), le impuso el tributo de mantas, gallinas y todo género de volantería.

Analizando los acontecimientos sucedidos durante el período de llegada de los españoles se puede decir que el proceso de transición, e influencia española, fue de manera específica. Por referencia bibliográfica se sabe que acaecida la conquista de la México Tenochtlitlan, conquistador Juan Pérez de Gama, fue designado encomendero en la región de Zempoala, sucediéndole en la encomienda  por renuncia que hizo al Virrey Mendoza,  el Licenciado Sandoval. Zempoala había sido y seguiría siendo de mucha población, tenía corregidor. Era de tanta importancia que lo llegó a ser de ahí don Luis de Velazco, quien llegara a ser el Segundo Virrey de la Nueva España.

Cabe mencionar la influencia que la misión franciscana tuvo a partir de su inicio en 1526, siendo su acción mucho más fructuosa que la militar para los efectos de la conquista del territorio dirigida por los franciscanos para la erección de la provincia del Santo Evangelio, en 1524, para lo cual dedicaron cuatro casa de predicación: México, Texcoco, Tlaxcala y Huejotzingo. De la de Texcoco partió, en 1527, la evangelización de Zempoala, Tizayuca, Tlanalapa, Tepeapulco, Apan y Tulancingo, en cuya actividad se distinguieron Andrés Olmos y Juan Padilla. Los testimonios arquitectónicos de la misión franciscana, muestran plenamente su cultura sensibilidades y estilo de vida de la época, de tal manera que con la Cruz Atrial y la Capilla Abierta se inicia el proceso de evangelización, junto con la construcción del templo y monasterio dedicado a Todos Santos.

El rollo, (incorrectamente llamado "picota", debido que este término se utiliza para designar el lugar donde se exponía a los reos a la vergüenza pública), fue construído por el corregidor Juan de Pineda, como elemento simbólico para representar la conquista española en la región de Zempoala. La descripción simbólica de este elemento figurativo la haremos posteriormente. En el año de 1540, se radicaron los agustinos por algún tiempo, desempeñando el priorato el teólogo Fray Nicolás Agreda, separados los agustinos debido a que la población ya había mostrado cierta simpatía por los franciscanos, volvieron a establecerse estos últimos, pero en un número insuficiente para atender las necesidades espirituales. Como se refiere el argumento del señor Domínguez y Yánez, "Existe en el archivo de Texcoco fechado el 7 de Febrero de 1553 un contrato celebrado entre los franciscanos de Otumba y Zempoala, por el que los primeros se obligan a proporcionar frailes a los segundos a cambio de agua que éstos  debían dar a aquellos". Se tiene el dato de que la iglesia y monasterio se fabricaron con la cooperación de los pueblos que le estaban sujetos.

Decía Betancourt en 1698: "Zempoala fundado de 2 parcialidades:

Una está delante de la iglesia llamado Barrio de Zempoala y la otra Tzacualla detrás de ella, cada cual con su gobernador mexicano, fue antiguamente de mucha población, tiene corregidor, era de tanta autoridad que lo fue de allá Luis de Velazco, que lo fue de la Nueva España. La iglesia dedicada a Todos los Santos, es e bóveda y de admirable fábrica, tan fuerte y vistosa que parece acabada de hacer en la hermosura, el convento y su vivienda muy alegre. Tiene cofradías, las ermitas del Santo Entierro junto al convento, las de San Juan y San Sebastián en los catones, del pueblo y la de Nuestra Señora de Belén al pie de los arcos, con una celdilla en que moró el V.P. Tembleque, el que hizo aquella admirable obra.

Tienen iglesias los pueblos de Tlaquilipan, Sto. Tomás Teliziaca, S. Gabriel, S. Agustín y N. Señora de la Natividad, otros puntos quedaron despoblados , antiguamente la pertenecieron a Epazoyucan y Singuilucan". El conflicto armado situado en la historia con el nombre de independencia, fue resultado de una situación conflictiva en la sociedad de la Nueva España, como resultado de la discriminación de los mestizos, criollos e indígenas, además de complementarse con causas ideológicas y militares de tipo externo.

En efecto, este permanente clima de descontento provocó en 1780, que los indígenas de la región de Zempoala protestaran violentamente  porque la Real Hacienda les trataba de imponer un impuesto por el pulque que consumían. A lo anterior, se vino agregando la insatisfacción  de los oficiales, comerciantes y hacendados que querían una participación mas relevante en los asuntos públicos.

Posteriormente y teniendo como antecedente la situación antes descrita, el 8 de mayo de 1811, entraron  a Zempoala cerca de 100 insurgentes, capturaron y sentenciaron al encargado de la justicia, Román de la Vega y a su secretario, saquearon la casa del subdelegado y exigieron de los gobernantes un contingente de hombres. Posterior a esta importante acción militar, hubo otra en la que el 5 de octubre de 1811, el insurgente Miguel Serrano atacó la ciudad de Pachuca y puso en libertad a los presos, no conforme con ésto, regresó el 23 de abril de 1812, esta vez lo acompañaban Pedro Espinosa y Vicente Beristain. El primero de éstos dos, es señalado por el padre Canuto E. Anaya en su Bosquejo Geográfico Histórico de la Diócesis de Tulancingo como "Hijo Predilecto de Zempoala".

Para fines de 1814, la situación económica en el área de Apan (donde se incluye nuestra población), era de gravedad considerable, ya que además de las alcabalas (que eran impuesto que se pagaba al gobierno novohispano), habían sido aumentadas en un 6% a causa de la guerra. Agregándose a lo anterior, los agricultores y comerciantes tenían que dar a los insurgentes lo que éstos habían asignado a cada hacienda, castigando con el incendio de campo, tinacales y granaderos a quienes se resistían al pago.

Siendo el pulque un producto de consumo general en las ciudades de México y Puebla, el Virrey había  disimulado la situación para no limitar los establecimientos, pues no tenían forma de hacer la guerra a José Francisco Osorno y a sus capitanes, que solían atacar poblaciones y cortar a menudo la ruta de Veracruz a México, con más de 3 mil hombres y una buena caballería.

Una acción importante fue el combate de Tortolitas, el 12 de Abril de 1815, donde Osorno derrotó a José Barradas y después retirarse a San Juan Teotihuacan, con una multitud de heridos.

Es así como después de ser sorprendido en Tlaxcalatongo, el 3 de enero de 1816, por fuerzas realistas el 21 y 23 de abril en Venta de Cruz, a la vista del acueducto de Zempoala, fue puesto en fuga tres veces por el ejército del coronel Manuel de la Concha. En su retirada incendió las haciendas de Tepetates, Xala y Ometusco, así como también los pueblos de Singuilucan, Zempoala y Otumba. Por aquel tiempo, Osorno y otros jefes hacían correrías por los pueblos y haciendas de la Alcaldía Mayor de Zempoala para proporcionarse víveres y amagar las plazas de Pachuca, Tulancingo y Apan, en manos de los realistas. Siendo Zempoala centro de operaciones, fue teatro de varios combates no por desastrosos para la causa insurgente que culminaron con la retirada de Osorno.

En esta época es incendiado también, el entonces Monasterios de Todos Santos. Ante los incidentes anteriores de la Concha, que tenía el mando militar de los llanos de Apan, dirigió una proclama a los damnificados el 1o. de febrero de 1816, publicada en la gaceta del día 10, reprochándolos que siendo aquel lugar en el que los insurgentes había  encontrado más  apoyo, fuese tratado de manera tan inhumana por los que sacaban de aquellos mismos  pueblos y haciendas, ya reducidos a cenizas, los recursos que los hacían subsistir. Prohibiendo que surgieran favoreciéndolos, los invitaba a que recogieran al indulto ofrecido por el virrey.

Es lógico pensar que a partir de las leyes decretadas durante este período se haya concedido la oportunidad de conceder una parte de territorio de los alrededores del Ex-Monasterio de Todos Santos.

Es sabido que anteriormente, una proporción estaba destinada a un pasillo con jardines, esto se puede corroborar por la existencia de una pequeña parte de dos bardas en paralelo situadas en la parte izquierda de la entrada lateral del monumento, todo ello en detrimento de la belleza arquitectónica franciscana del mismo y para beneficio de quienes aprovecharon  esta porción.

El presidente Benito Juárez, con el propósito de organizar contra la intervención francesa, decretó el 7 de junio de 1862 la creación del Segundo Distrito Militar del Estado de México, cuya jurisdicción correspondía a la del actual Estado de Hidalgo, de tal manera que Zempoala pasaría a formar parte de este distrito y más tarde el 15 de enero de 1869. El congreso expidió el decreto de erección y el 6 lo promulgó y mandó publicar el  Ejecutivo.

Un acontecimiento de mayor relevancia, tenia lugar cuando el emperador Maximiliano visitó Pachuca y Tulancingo. El emperador tuvo interés de cruzar por Zempoala para conocer el acueducto que por cerca de dos siglos y medio, había surtido agua a la comarca de Otumba, e interrumpida su corriente por los estropeos que sufriera en luchas de los partidos políticos o por los frecuentes fenómenos sísmicos de la Mesa Central, que alteraron el nivel de las fuentes.

El 26 de agosto de 1865, Maximiliano estaba frente al Acueducto, dice Zamacois: "El emperador, al llegar  a sus majestuosos arcos, bajó del carruaje y examinó aquella grandiosa obra con la atención de que es digna y que contemplo con asombro., Decretó allí mismo su posición. Las autoridades de los pueblos comarcanos que estaban ahí reunidas, henchidas de entusiasmo por aquel rasgo del emperador, que iba a proporcionar a los pueblos el bien  del agua  potable de que carecían, demostraron su reconocimiento con las palabras más expresivas.

Dispusieron celebrar cada año el día en que el soberano había visitado aquel sitio y colocar una inscripción, indicando esta fecha con el nombre de Maximiliano. (Historia de México t. XVIII).

El decreto imperial no tuvo efecto, se había exacerbado el encono de los republicanos contra el infortunado emperador. A pesar de frustrarse la restauración decretada por el soberano, el grandioso acueducto quedó ahí erguido, impávido, presenciado el desfile de generaciones que llevan el recuerdo de la energía del Padre Tembleque y la huella de la  infatigable constancia de sus colaboradores. También cabe mencionar la existencia de un cañón que se sabe es de origen francés, el cual se encuentra en la plaza principal de la cabecera del municipio, sin embargo, no tenemos datos  precisos de como llegó hasta ahí.

Si bien las Leyes de Reforma constituyeron un freno a las ambiciones del clero, no tuvieron el mismo efecto en el sentido de privar de tierras a campesinos indígenas para beneficio de los hacendados y rancheros de la región.

Nuestro país no estaba, por lo visto, preparado aún para la paz y el adelanto cultural. Así, a las luces del porfiriato, el país se restablecía y se preparaba a la par del rugido de las escandalosas locomotoras, que en esta época habrían de surcar el horizonte zempoalteca para asombro de los lugareños que debido a las circunstancias políticas, económicas y sociales, vivían en el atraso y la ignorancia. Es así como nuestros gobiernos hacían esfuerzos (algunas veces para bien y otras para mal), por empezar a construir un México y un Hidalgo modernos que tanto había sido anhelados por nuestros antepasados.

Tras el interinato de Manuel Anaya (26 de enero al 4 de mayo de 1877), el coronel Cravioto fue declarado Gobernador Constitucional del Estado. En los siguientes cuatro años ya pacificado el país en forma represiva, se cedieron  al ingeniero Gabriel Mancera los derechos para tender la vía férrea de Ometusco a Pachuca, este ferrocarril era conocido con el Mexicano, salía de Pachuca pasando por las estaciones de Colonias, Xochihuacán, Tepa, San Juan Tepemazalco, San José, Córporo (Tepeyahualco) y finalmente Ometusco. Este ramal se conectaba con el México-Veracruz y era de gran importancia  ya que se hacía necesaria la transportación de minerales de Pachuca hacía el resto del país.

La estación de San Juan Tepemazalco era la más cercana a la cabecera del municipio y por consiguiente era considerada estación de la misma. Actualmente  esta estación ya no existe, ya que al extenderse más dejaría de tener importancia, restos de este ramal pueden apreciarse cerca de la comunidad de San Juan Tepemezalco, a un extremo de la carretera que lleva a Ciudad Sahagún.

Es así, como el primero de abril de 1881, tomó posesión como mandatario constitucional del estado, el coronel Simón Cravioto y siguieron tendiéndose líneas telegráficas y además férreas. De éstas se determinó el tramo Pachuca-Venta de Cruz (1882) y más tarde se extendió hasta Irolo (1883).

Esta línea férrea salía de Pachuca con destino a la estación de Tepa, San Agustín Zapotlán y después Venta de Cruz, pasando por los Arcos de Tembleque, hasta llegar a Irolo (Emiliano Zapata).

Durante el mandato de Pedro L. Rodríguez, (que se extiende hasta 1911), se terminó el ferrocarril que iba a Beristain. Esta línea salía del Distrito Federal pasando Lechería, Tlanepantla, Tezontepec, Relinas, Tepa, Pueblilla, Tecajete, Animas (Santa María Tecajete), Tulancingo y Beristain.

Cabe mencionar que de este ramal eran dos ferrocarriles los que hacían el recorrido a diferencia de los anteriores que sólo era uno.

Como se puede apreciar, la estación de Tepa de mucha importancia (y lo sigue siendo aún, pero en menor grado), ya que era la estación por la que pasaban los 3 ferrocarriles que surcaban nuestro municipio. Tepa es de gran tradición, ya que era común que ahí se llegaran a juntar los 3 trenes, lo que propiciaba la ocasión para que mujeres con canastas en brazo se subieran al ferrocarril a vender enchiladas, chalupas, dulces, tlacoyos y sopes. Ahí mismo, en la estación, se ofrecían café, refrescos y dulces, pero en puestos instalados.

Hablar de Revolución Mexicana no es hablar sólo del movimiento armado que condujo decenas  de veces al cambio de personajes que llegara a ocupar la silla presidencial. El concepto de Revolución implica además el sistema de gobierno que emanó de aquel movimiento armado.

Ante estas consideraciones es correcto pensar que la Revolución Mexicana se prolonga hasta nuestros días.

Aunque en este trabajo se mencionan muchos acontecimientos provenientes de testimonios orales y no se tenían datos muy exactos, ni una fuente bibliográfica específica que haya servido de apoyo para el análisis de este período, es claro que en ello ser refleja ampliamente la situación imperante de la época. A pesar de que no se sabe cuándo tenemos conocimiento que a nuestra población llegaban tropas carrancistas y zapatistas. La gente del pueblo, al darse cuenta de ello, corría a esconder sus objetos de valor y lo hacían hasta con los animales, forraje, alimentos y también se temía que alguno de los soldados lo flecharan cupido y se llevaran a alguna de las mujeres de la casa. Era también común que pidieran (o más bien exigían) a las señoras de las casas cocinaran para la tropa, ya que de no hacerlo, quedaban expuestos a la rapiña, fusilamiento (en este caso eran colgados en los árboles de la plaza principal), la aprehensión  o bien la incorporación  a la tropa. También se sabe que en variadas ocasiones llegaban las tropas a las haciendas y a las tierras grandes de Zempoala, la cual es propiedad de una familia de apellido Enciso. Se sabe que las ocasiones que llegaron a este lugar, preguntaban por el dueño de la tienda, sin embargo, se les metía diciendo que solamente estaban empleados. Ante esta situación, se dedicaban al saqueo del establecimiento, hasta que se llegaba a un acuerdo como lo era la entrega del dinero que se había obtenido por concepto de la venta durante el día. Situaciones similares ocurrían en las haciendas del municipio.

 hidalguia@hotmail.com 

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