En días pasados recorrimos en bicicleta de montaña el Municipio de Santiago Tulantepec, al igual con su colindante Municipio hermano Cuautepec de Hinojosa.

El fin de reconocer en este deporte extremo parte de esos hermosos paisajes y fauna de los municipios antes mencionados, y llegar hasta la famosa cueva de la neblina, que es un gran reto entrar y recorrerla en esta época de lluvias.

 

Nicandro en Cantarranas paisaje.jpg (26403 bytes) Cantarranas

Comenzamos en el Municipio de Santiago Tulantepec, a las primaras vistas el paisaje, erosionado y en "subida" nos hizo que tomáramos precauciones, pues 2 horas para llegar al sitio elegido por el guía Nicandro López Monroy, era de reservar fuerzas para el "último tirón" y así fue, con el sol frente a nosotros y bien protegidos, pasamos cerca de el "Salado", sitio conocido en el municipio de Tulantepec, como bastión de restos de Mamuts y otros animales. 

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Gran cantidad de Camaleones salían a nuestro paso como si estuvieran emigrando, asíu como varias viborillas de tierra de las que los lugareños les dicen "De tierra", esas no son venenosas, y si acaban con gran cantidad de grillos que destrozan los cultivos.

Por cierto, grillos muy amargos pues tuvimos la oportunidad de comerlos, pues unos vecinos, Don Gonzalo, Doña Alicia Islas de Sn. Juan el Alto nos invitaron a " echarnos un taquito" pues ellos fueron a piscar elotes, al igual que un sabrisísimo pulque  especial de ellos. De donde digo, que la riqueza de este municipio esta en su gente. Bueno, esto fue de regreso pero sigamos con la cueva de la Neblina...

nicocueva.jpg (24662 bytes) cueva.jpg (13190 bytes) cuevain.jpg (9118 bytes)

 Nico y su servidor, llegamos o llegue a duras penas a la boca de la cueva, que su entrada semeja un gran resumidero, esta ubicada en el municipio de Cuautepec, ésta entrada con un diámetro de 10 Mts. aproximadamente, y bueno, solo uno puede bajar a la cueva, pues en caso de un siniestro, si entramos los 2, ¿Quién avisa ?.

Con la ayuda de una cuerda, a manera de rappel, y apoyado en unos roncos baje, no sin antes revisar las 2 linternas que llevaba, así como dejarme el equipo de protección de ciclismo de Montaña, y que me sirvió de mucho, pues el casco sirvió en cuanto inicié a introducirme en ese laberinto subterráneo, con mucha neblina o humedad, en cuanto comencé a adentrarme en el sitio, el chillido de murciélagos era de esperarse, aunque solo eran pocos y para la cantidad de guano esperaba mas.

Los filtramientos de agua, los escurrideros eran muy impresionantes, auque afuera brillaba un sol esplendoroso, adentro estaba un "chipi-chipi" que hace una cueva peligrosa, pues los desgajamientos de el techo son de esperarse, pasé por varias bóvedas, que variaban su altura, así de pronto tocaba el techo, y luego, se levantaba a una altura de 10 Mts aprox...

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Recorrí la cueva en un lapso de casi una hora, y luego al notar la ausencia de los murciélagos, opte por acabar en ese momento el viaje al "Centro de la Tierra", viendo que existe adentro de esa cueva muchas tarántulas que de las cuales tome una foto, no aparece la forma de comparar el tamaño y digo que son de 8 cm. aprox. de tamaño, ya antes de salir note como se desplazaba la neblina o bruma, esto hace que desee regresar a la cueva, con mas tiempo y con mas equipo, pues no esta nada fácil, caminar por un lugar nada uniforme y con aristas que pueden ocasionar un grave accidente un cualquier descuido, pues lo que si me falto fueron botas propias para descender mas y no los tenis que se requieren para el ciclismo de montaña.

El regreso fue de lo mas extremo, pues si fueron dos horas de subida de bajada para los "Downhilleros" este es el momento esperado, pues casi sin pedalear regresamos al lugar de salida, no sin antes sentir la adrenalina recorrer nuestro cuerpo, solo un incidente, una pinchadura en la bici de Nicandro nos hizo una parada estratégica...

Gracias a todos por el apoyo recibido de las personas que nos atendieron allá en Sn. Juan el Alto, y especial a mi hermano Nicandro, esperando que el  Presidente de Cuautepec C. Agustín Cenobio, nos acompañe a el próximo recorrido, al igual de el Lic. Antonio Vera Jardínez, presidente de Santiago Tulantepec me despido.

Luís Felipe López Monroy

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