MONUMENTOS ARQUEOLÓGICOS DE EPAZOYUCAN

  1. EPAZOYUCAN

Municipio de Epazoyucan, población
Rasgos: escalinata, plataforma y muros. Se encontraron durante la reparación del convento
Cerámica: azteca III y IV abundante, escasa mazapa
Cultura: azteca
Cronología: postclásica
Situación: en el atrio del convento de Epazoyucan
Referencias: I.N.A.H.

    2.    CERRO DEL TEZONTLE

Municipio Epazoyucan, cerro
Rasgos: restos de varias plataformas. El grupo principal una pirámide que mide 30 mts. Por lado, compuesta  de 3 cuerpos. A su lado poniente un patio limitado por montículos
Cerámica: I al IV, mezapa escasa
Cultura: azteca
Cronología: postclásica
Situación: 2km. al norte de la población de Epazoyucan
Referencias: Julio Ortega

    3.    BARRANCA DEL ACUEDUCTO

Municipio: Epazoyucan, sitio
Rasgos: plataformas muy destruidas
Cerámicas: teotihuacanas, mazapa y azteca III y IV
Cultura: azteca
Situación: A 1 Km. Al este del pueblo de Epazoyucan, sobre la carretera al Ocote
Referencias: Julio Ortega

    4.    LA CAJA

Municipio: Epazoyucan, sitio
Rasgos: restos de plataformas y un montículo
Cerámica: azteca III y IV mazapa escasa, cerámica policroma de Cholula
Cultura: azteca
Cronología: postclásica
Situación: a 2km. al sur de la carretera a Tulancingo Km. 14 se encuentra en creston
Referencias: Julio Ortega

    5.    CERRO DE TENANGO

Municipio: Epazoyucan
Rasgos: plataformas enormes, en la superior está el grupo principal compuesta de 3 pirámides que limitan a un patio abierto hacia el oeste que mide 25X50  por lado. La altura de las pirámides es de 10 mts. su eje, de norte a sur. Hay pinturas rupestres casi borradas en el crestón de Tenango
Cerámica: mazapa y azteca. Se recolectaron más de 200 raspadores
Cultura: azteca. Cronología: postclásica
Situación: 1 Km. al este de San Juan Tizahuapan
Referencias: Julio Ortega

    6.    SANTA MÓNICA

Municipio: Epazoyuca, pueblo
Rasgos: Zona habitacional de 2 kilómetros cuadrados caritas teotihuacanas, mazapas y aztecas.
Cerámica: teotihuacanas II y IV escasa mazapa.
Cultura: Teotihuacana y Azteca.
Cronología: Clásico Teotihuacano y postclasico Azteca
Situación: A 3 Km. Al sur de Zempoala
Referencias: Julio Ortega

    7.    SAN MARCOS

Municipio: Epazoyucan, pueblo
Cerámica: mazapa, azteca, se encontró un disco tolteca de concha con la representación de un Mixcoatl
Cultura: tolteca
Cronología: 950 a 1200 D.C. Situación a 3 Km. al suroeste de Epazoyucan

    8.    NOPALILLO

Municipio: Epazoyucan, pueblo
Rasgos: minas de Obsidiana. Innumerables raspadores de gran tamaño, hachas de obsidiana y cuchillones. Un monolito tallado y liso
Cerámica: azteca II
Cultura: azteca
Cronología: postclásica
Situación: A 3km. al norte de la población de Nopalillo, en la cuesta del ídolo. Camino hacia el cerro de las Navajas
Referencias: Julio Ortega

    9.    EL GUAJOLOTE

Municipio: Epazoyucan; sitio
Rasgos: yacimientos de taller prehispánicos de obsidiana, navajas, Puntas de Proyectil y Cuchillos
Cultura: azteca III y IV.
Cronología: postclásica
Situación: sobre las laderas de una pequeña loma aislada en la planicie donde se encuentra la hacienda el Guajolote

Yacimientos de talleres Prehispánicos de obsidiana en el municipio de Epazoyucan. El yacimiento denominado Sierra de las Navajas, se encuentra ubicado a partir de los 98 grados 25' a 98 grados 45' de longitud y de los 20 grados 06' de altitud, con la altura sobre el nivel del mar entre 2750 y 3173 mts.

El área de estudio se encuentra dividida en 2 momentos geológicos, el plioceno superior (cuaternario inferior) y las rocas varían de andesitas a rhyodasitas en la parte oriental que corresponde a conos volcánicos mayores. La parte occidental pertenece al plioceno (terciario). En donde se forman estructuras volcánicas mayores, apareciendo domos en la parte final que corresponde al grupo de las sierras menores. Las rocas representados son: dasitas y latitas del grupo de Pachuca. La vegetación está compuesta por bosques de coníferas. El clima es c(w") 2(w) b(1')g, que corresponde al grupo de los climas templados, con una temperatura entre 12 grados y 18 grados y en el mes más frío entre -3 grados y 18 grados C. es el más húmedo de los templados subhúmedos con lluvias de verano.

Un aspecto relevante de la economía prehispánica en esta región (Sierra de las Navajas) es la producción de artefactos de obsidiana los cuales constituyen la mayoría de los instrumentos de trabajo y de las armas utilizadas por grupos que habitaron está región.

Dentro del bosque cercano a Nopalillo, en la superficie, existen de 10 a 50 cm. de ceniza volcánica y descomposición de la vegetación y de 8 a 20 mts. de ceniza volcánica granular con poca compactación y es a partir de esta profundidad donde se localiza la obsidiana verde transparente y verde dorado, color que se debe a su composición química, su origen posiblemente sea piroplástico. Es sobre  la superficie de ceniza volcánica y descomposición vegetal donde se encuentran los yacimientos de los talleres prehispánicos de obsidiana, en forma de montículos correspondientes a una etapa de la producción en la cual se observa el desecho de talla, lascas de descortezamiento y de preparación de núcleos entre las que destacan las lascas con crestas. También se han encontrado artefactos como raspadores, que se suponen son de uso local; percutores (herramientas prehispánicas) que se usaban para la transformación de la materia prima, los cuales están hechos de roca ígnea de forma elíptica y de dimensiones variables.

Distribuidos en todo el taller, existen "tiros" que son pozos producto de la extracción de la tierra de manera intensiva, los cuales se encuentran asociados a los montículos de lascas y se ubican en todas las partes semiplanas como en laderas del cerro. Sus dimensiones van de un rango de 60 cm. aun metro de diámetro en la superficie y una profundidad de 5 a 20 metros o más en los mejores conservados y es precisamente a esta profundidad donde se encuentra la obsidiana. Es posible que este tipo de extracción de la materia prima corresponda al postclásico tardío.

En la sierra de Las Navajas, la intensidad de explotación de la obsidiana fue a nivel industrial pues rebasa los límites de consumo regional ya que se fabricaban en volúmenes muy altos núcleos para navajilla prismáticas, además de otros artefactos que se distribuían por la región que conocemos como mesoamérica. Su manufactura marca una división social del trabajo ya que su producción implica un alto grado de especialización que representa cierto grado de especialización que representa cierto grado de complejidad, incluyendo desde las formas de extracción de la materia prima, hasta que el instrumento se encuentra terminado.

También se ha detectado cerámica en gran parte de los yacimientos, de representación escasa, consiste en fragmentos de molcajetes, comales, incensarios  y ollas pertenecientes al período azteca III y IV hasta hace relativamente poco tiempo, parte de estos yacimientos eran vendidos a los artesanos de Teotihuacan quienes los compraban por bultos y a un bajo costo, pues utilizaban la obsidiana para fabricar artesanías que venden a los turistas que visitan esa zona arqueológica. Pero con la intervención de I.N.A.H. ahora se cuidad esos montículos de obsidiana que son patrimonio de la nación y se evita el saqueó a través de los ejidatarios del lugar.

En la parte suroeste del taller se han encontrado posibles evidencias de unidades habitacionales, donde se localizan concentraciones de desechos de talla menor y una mayor concentración de tiestos.

Sobre la planicie en donde se asienta la hacienda del Guajolote, se localiza un taller que está sobre las laderas de una pequeña loma aislada de la planicie. El material presentado es desecho de talla que no corresponde a la primera etapa de trabajo de la obsidiana, si no a las últimas donde se realiza la elaboración de artefactos, especialmente lascas de adelgazamiento de bifacial. Los artefactos que se encuentran son fundamentalmente puntas de proyectil y cuchillos. No se detectó ningún otro material arqueológico ni evidencias de construcción. Un disco Tolteca de Concha con la presentación de Mixcoatl:

"Serpiente de Nubes"

El disco de concha objeto de esta nota, procede de la zona arqueológica denominada "Mesa de San Marcos", municipio de Epazoyucan.

El sitió arqueológico se encuentra situado entre una pequeña serie de elevaciones montañosas que corren del noreste al sureste: son una prolongación de la serranía de Pachuca hacia el Valle de México que se inicia en el Cerro de las Navajas, en las cumbres y laderas de esas elevaciones aparecen numeroso vestigios arqueológicos y talleres para el trabajo de la obsidiana.

Destaca entre estas elevaciones el Cerro de Tenango, cercano a San Juan Tizahuapan (al NE. de nuestro sitio). "El Asentamiento se localiza en el respaldo de un pico rocoso... y se extiende sobre dos lomas tendidas ocupando una gran área "(Mora López, S/F) fueron excavados dos pozos y su ocupación se extiende desde clásico tardío hasta el postclásico tardío.

Parece ser que el "Cerro de Tenango" es uno de lo asentamientos arqueológicos más importantes de ésta zona, esta situado a 1 Km. al Oriente de Tizahuapan. Consta de "Plataforma enormes", en el superior esta el grupo principal compuesto de tres pirámides que limitan a un patio abierto hacia el oeste y mide 25 X 50 por lado. La altura de las pirámides es de 10 mts.; su eje de norte a sur" (Ortega, 1970:72). Se recolectaron mas de 200 raspadores, lo que nos indica la importancia que la obsidiana tuvo entre sus antiguos moradores. La cerámica recolectada es la mazapa atribuible a los toltecas y la azteca. También nos informa Ortega (1970-72) de la existencia de las pinturas rupestres "casi borradas" en el crestón del Cerro Tenango.

En San Marcos, la zona arqueológica se denomina "Mesa de San Marcos", presenta restos del horizonte postclásico y la rodea un muro ancho al parecer defensivo. Se encuentran en el lugar de restos de una construcción al parecer una capilla colonial (Mora López, S/F).

Se trata de un  disco de concha de coloración rosa claro en el lado izquierdo y amarillento obscuro en el lado derecho mide 99 mm. En sentido horizontal (se ha considerado altura el eje vertical de la figura humana de pie, motivo principal de la decoración). Por lo que el disco es un poco achatado en la parte superior e inferior. También es cóncavo ya que tiene ligeramente levantadas la parte derecha e izquierda y esto se debe a que no es posible hacer discos muy grandes de caracol por la propia forma de la concha de molusco.

El disco no tiene perforaciones por la que pudiera pasarse un hilo para colgarse por lo que no puede tratarse de un pectoral. Herman Beyer estudió una serie de conchas ornamentadas de la huasteca, estas "forman juegos de tres piezas; una pendiente alargada triangular con dos en forma de disco". (Beyer, 1969:471) la forma triangular tiene hoyuelos en el margen superior y evidentemente se usaron como pectorales (Beyer, 1969:471) es más difícil agrega, saber como se usaron los discos de concha. Lo que parece evidente es que se usaron en conjuntos un pectoral y dos discos, en los discos aparecen diseños similares. Beyer (1969:482) apoyándose en diseños y esculturas huastecas supone que se trata de "discos de orejera" como el disco que nos ocupa es semejante en materia, forma y dimensiones a los de Beyer; podríamos suponer tentativamente que el disco de concha de Epazoyucan sea un disco orejera.

El disco está decorado con un diseño a base de finas líneas incisas en que debió de utilizarse una herramienta de punta aguda. Parece que se trata de una técnica denominada esgrafiado. Dice Suárez Diaz (1977-78) que éste "se realizó con un instrumento puntiagudo o con navaja." Quizá con una navaja de obsidiana, agregamos nosotros. Los aspectos entre diseños se llenaron con finas líneas incisas cruzadas o verticales, de esta manera se destacaba del fondo o segundo plano.

El diseño general del disco está delimitado por un franja periférica concéntrica que mide  entre 6 y 8 mm. una franja semejante se observa en los dicos de concha de la huasteca que estudió Beyer (1969) orejeras del juego A, orejera del juego B y del juego C y figs. 24 y 50. La orilla del disco está terminada con un ligero bisel redondeado y pulido.

El motivo principal consiste en un figura humana de pie ricamente atraviada y armada, que tiene, en segundo plano, como fondo una serpiente (figura 1). La figura ocupa desde el borde inferior al superior del disco, el rostro lo tiene de perfil hacia la derecha (punto de vista del observador). Las piernas aparecen separadas en un ángulo de 180.

El personaje lleva, al parecer, un tocado de tela, decorando con pequeñas voluptas. Destaca en la parte superior de su tocado un disco con dos plumas grandes inclinadas hacia atrás. Se trata del Cuauhpilolli o "colgajo de plumas de águila" (Beyer 1965:313) bajo el tocado se observa una especie de tupé.

A la altura del pabellón de la oreja se observa una orejera discoidal concéntrica de la que  se cuelgan dos elementos: uno con un lado casi recto y el otro lado redondeado con una incisión semicircular que termina en punta y el otro rectangular, redondeado hacia los lados.

El ojo de la figura es almendrado terminado en punta.

Enseguida observamos la nariz. El tabique nasal esta atravesado por una nariguera en forma de dos pequeñas flechas paralelas, o dardos, con sus puntas hacia la izquierda y las plumas hacia la derecha. En la parte central, abajo de la nariz, observamos un círculo.}

La boca del personaje aparece ligera mente abierta y bajo ella se aprecia el mentón. Sobre el pecho lleva un pectoral semejante a los que ostentan las cariátides de Tula. Se trata del pectoral de mariposa: uno de los adornos característicos de los guerreros toltecas (Acosta, 1961:223,223, figs. 6 y 6a). También el único Chac Mool completo localizado hasta hora en Tula, lleva un pectoral de mariposa (Acosta 1959: 162 y 164).

En las pinturas de Ixtapantongo, Estado de México identificadas como Toltecas (villagra, 1954), también observamos que el guerrero de la parte superior izquierda y la figura identificada como patecatl, llevan un pectoral de mariposa.

Bajo el pectoral aparece una especie de collar o colgante en forma semicircular y más abajo una especie de "pechero" (Acosta, 1961:224 fig. 7) de forma vagamente rectangular con los extremos redondeados. Un "perchero" semejante lleva el guerrero de l parte superior del grupo 1 de las pinturas de Ixtapantongo, formado por tres franjas semicirculares (Villagra, 1954). El "perchero" probablemente era para evitar la fricción del pectoral de mariposa que, según Acosta, debió ser de madera.

Su brazo derecho aparece cubierto por una especie de Ichcahuipilli, pero en lugar de vendas de algodón acolchado es de piel de animal, incluso con su pelaje.

El ichcahuipilli aparece también el Tezcatlipoca de una columna cuadrangular de Tula, lo llevan los dos guerreros representados en un fragmento de pectoral tolteca de concha, probablemente procedente de Xico. Los dioses Tonatihu, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca representados en las pinturas de Ixtapantongo, también ostentan el protector de algodón acolchado en  el brazo izquierdo. También aparece el protector de algodón acolchado en figurillas toltecas de barro que representan guerreros.

De su hombro a semejanza de las cariátides, (Acosta 1961:227 fig. 17) sobresale verticalmente un cuchillo de obsidiana o de silex, de hoja triangular, del que, incluso, se aprecia su mango probablemente de madera. También el Chac Mool completo d Tula lleva en el hombro un cuchillo semejante, (Acosta, 1956: 163 fig. 1) dice Acosta (1961,22), que muchas figuras toltecas muestran un cuchillo colgando en el hombro, éste generalmente sale del brazalete, aunque esta figura del disco parece salir del Ichcahuipilli y en el Tezcatlipoca de Tula vemos claramente como el cuchillo sale del Ichcahuipilli. Hernández Reyes s/fb). También en el guerrero de las pinturas de  Ixtapantongo se observa el cuchillo en el hombre que sale del Ichcahuipilli. (Villagra, 1954, Grupo No. 1 ángulo superior izquierdo)

En la mano derecha, de la que llama la atención el realismo con que está representada, empuña un "arma curva" como la que lleva los Atlantes de Tula. (Acosta, 1961:227 Fig. 20). También el Tezcatlipoca de Tula empuña un arma semejante Hernández Reyes, s/fb). La misma arma empuña una figura que aparece dentro del templo, sentada en un trono de piedra, representada en un vaso decorado con escenas ceremoniales encontrado en Tula. En las pinturas de Ixtapantongo, el guerrero de la parte superior, lo mismo que Tezcatlipoca, llevan en la mano izquierda el "arma curva", en estas figuras el arma no aparece bien delimitada, pero sí en Quetzalcóatl y sobre todo en Tonatihú (Villagra, 1954 grupo no. 1).

También sostiene con la misma mano dos largos dardos en diagonal, con las puntas hacia el frente y las colas de pluma hacia arriba. También las carátodes de Tula llevan dardos, (Acosta: 227 Fig. 18), aunque éstos, a diferencia de los que lleva el personaje representado en el disco de concha, carecen de plumas en la parte posterior. Tres largos dardos, con las puntas hacia abajo, sostiene con la mano izquierda el guerrero de Ixtapantongo (parte superior del grupo), dos dardos Quetzalcóatl, dos tonatihú y a Tezcatlipoca sólo se le nota la parte superior de uno. (Villagra, 1954 Grupo No. 1).

Viste una especie de faldilla con un ancho cinturón que se amarra al frente donde se ve un nudo circular del que caen a los lados sendas cintas que terminan e forma de "cola de golondrina" de entre las piernas cae verticalmente una franja rectangular de tela del Máxtlatl, que parece un poco largo. El mismo tipo de faldilla viste el guerrero de Ixtapántongo (parte superior del grupo) amarrada a la cintura por una faja ancha anudada al frente y de la que caen las puntas. (Villagra, 1954 Grupo 1)

En las piernas, un poco abajo de las rodillas, tiene vendas o listones de algodón, enrollados y anudados hacia los lados. En las carátides los nudos aparecen atados hacia atrás, en las secciones de cariátides que se exhiben en el museo Jorge R. Acosta de Tula, aparecen amarrados hacia adelante. En el caso del personaje del disco de la concha aparecen a los lados tres nudos con cuatro flecos hacia los lados. Los dioses Toltecas de Ixtapantongo llevan este mismo tipo de vendas alrededor de la pierna, siendo las más elaboradas las de Tonatihú ya que tienen pendientes esféricos. (Villagra, 1954 Grupo No. 1)

Los pies, abiertos en un ángulo de 180 grados, calzan sandalias o cactlis, (Acosta 1961:225 Fig. 12), con altas taloneras cuadrangulares decoradas con un punto central. Se observan correas de las mismas que las ajustan al pie y que pasan por encima del empeine.

El brazo izquierdo, del sólo se aprecia una parte, es poco claro ya que en este lugar la concha ha perdido parte de la superficie brillante y, además la pátina amarillenta no deja apreciar con suficiente claridad los diseños. De acuerdo con otras representaciones de guerreros con esta mano debería de empuñar un lanzadardos.

Tiene como fondo, ya lo dijimos, un serpiente, frente al rostro del personaje se ve el cuerpo de la serpiente, avanza un poco, da la vuelta hacia abajo y después aparece la cabeza de reptil horizontalmente. Es notable el naturalismo con que la cabeza del animal está representada. Sobre la cabeza tiene una especie de flor formada por dos círculos concéntricos y cinco pétalos en la parte superior.

La serpiente continua hacia atrás con la cabeza del personaje, atrás del Cuauhpilolli y continúa hacia abajo; cerca de la cola de los dardos pasa atrás del personaje, sale a la altura de su muslo izquierdo, sigue hacia adelante y da vuelta de regreso formando una curva que sale precisamente atrás del pie derecho y sube hasta que la cola queda casi paralela a la parte del cuerpo mismo de la serpiente a la altura de la mano derecha. La cola de la serpiente tiene sus cascabeles, que son tres, representados de manera semejante a los de las serpientes del Coatepantli de la zona arqueológica de Tula. Después del último cascabel aparece un círculo que lo rodea; cuatro círculos menores a su vez, rematan al anterior y sale de ahí un haz de cuatro plumas que terminan en punta. Ese motivo es muy semejante al que remata la cola de la serpiente que aparece en el Atlatl del museo Británico y que está formado por tres cascabeles idénticos a los del disco de concha, después un círculo rodeando al último cascabel, en los cuatro discos aparece otro círculo y después de tres plumas puntiagudas. (acosta 1961:225).

En el espacio comprendido entre la cola de la serpiente y los dos extremos emplumados de los dardos, aparece un motivo aislado en forma de una "u" abierta. Tiene el extremo inicial redondeado, el cuerpo curvo y el extremo terminal en forma de franja alargada termina en punta. La línea superior del motivo es la misma que la línea del círculo concéntrico perimetral del disco. (1961 fig. 2) motivo de semejante se observa en el pendiente inciso de la concha de la  figura 2 de Ekholm, precisamente aparece después del Atlatl que empuña el guerrero recostado de la parte superior del pectoral de concha y aparecen en número de dos. Recuerdan vagamente el símbolo de la palabra. Son de notar en este lado del disco (el izquierdo) las líneas formando un ashurado entre los motivos, como diferenciando el fondo del segundo plano del diseño mismo.

El cuerpo de la serpiente aparece dividido por una línea en dos franjas: una mayor que es la parte dorsal y una menor, la ventral. Esta última está dividida en tramos transversales por pequeñas líneas curvas que forman la "panza" de la serpiente. Esta misma manera de representar la parte ventral de las serpientes se observa en las secciones de columnas cilíndricas de la pirámide de los Atlantes de Tula (Acosta 1945:6 Fig. 9) y de la sección que se exhibe en el museo Jorge R. Acosta.

El cuerpo de la serpiente aparece con pequeñas volutas, algunas simétricas que  podrían representar nubes. En las cornisas de la banqueta de la sala 2 del Palacio Quemado aparecen representados dos tipos de serpientes:  emplumada y 2 otras con el cuerpo adornado con volutas pintadas de blanco que posiblemente indican nubes, haciendo alusión a Mixcóatl". (Acosta, 1955: 133-134 Fig.  3) En la figura 9 de Acosta (1956-1957) se observa en la cornisa superior de una banqueta 2 serpientes de nubes. La semejanza formal entre estas volutas y las de la serpiente del disco de concha de Epazoyucan es muy estrecha, por lo que las volutas del disco de concha podrían ser nubes. Se trataría entonces de una serpiente de nubes.

La cabeza de la serpiente muestra las fauces abiertas y afiliados los colmillo. En la boca de reptil se observan que devora un elemento en forma de trenza que termina en forma de pinza en los extremos superior e inferior y que recuerda vagamente el símbolo del movimiento Ollin. A la izquierda de este motivo (punto de vista del observador) aparecen una líneas paralelas que forman un triángulo con la base hacia arriba, y que estarían formando el tallo de la flor que aparece arriba de la cabeza de la serpiente. Esta parte del disco (derecha) ha sido la más difícil de describir y su interpretación podrá lograrse cuando se disponga de mayor cantidad de material comparativo.

La serpiente es común que aparezca como fondo en los bajorrelieves de las lapidas toltecas. (Acosta 1956:98, 1957). Hay  una lápida que tiene como fondo una "serpiente de nubes", quizá se trata de Mixcóatl. (Acosta 1957:157). Aparece también como fondo en dos personajes de un caso policromo decorado con escenas ceremoniales localizado en Tula. (Hernández Reyes s/fa). La idea de colocar una serpiente como fondo en los bajorrelieves continúa con los aztecas como podemos verlo en los petroglifos de la "Malinche". (Meger 1939:126 Navarrete y Crespo 1971). En dos vasos de barro amarillento localizados como ofrenda en el templo mayor de  Tenochtitlan y en el monumento de Acuecuéxcatl de Ahuízotl, (Hernández Reyes s/fa) para sólo citar unos ejemplos.

La indumentaria de la figura representada en este disco de concha: el pectoral de mariposa el "pechero", el paño de caderas con sus puntas terminadas en forma de "cola de golondrina", las vendas de la pierna y el tipo de sandalias , así como las armas que lleva: e El puñal de obsidiana o de silex en el hombro, el 2arma curva" y los dardos, son semejantes a la indumentaria y las armas que llevan las cariátides de Tula y que el arqueólogo Jorge R. Acosta ha interpretado como guerreros toltecas. También el protector del brazo Ichcahupilli es otra de las armas, defensiva en este caso, de los guerreros de Tula.

Lo anterior nos permite identificar a la figura representada en el disco de concha de Epazoyucan como un guerrero tolteca y aún más el "Cuaupilolli: es tan característico de Mixcoatl que por si solo sirve para identificar su nombre". Además de que tiene como fondo una serpiente cuyo cuerpo aparece decorado con volutas.

El elemento en que terminan los cascabeles de la serpiente asociada al Mixcóatl del Atlatl del museo Británico, (Beyer 1965) es idéntico al que está representado en el disco de concha, nos permiten identificarla como "serpiente de nubes" y es ese precisamente el signo de Mixcóatl.

Por lo que podemos concluir esta nota diciendo que la figura representada en el disco de concha de Epazoyucan, es la representación del Guerrero Mixcóatl, "serpiente de nubes". Se dice que fue padre de Ce ácatl Topílzin y caudillo de los toltecas chichimecas. Fue deidificado a su muerte como dios de la caza y de la vía láctea.

Este ejemplar de concha viene a sumarse a los escasos pectorales toltecas, uno probablemente procedencia desconocida publicados por Ekholm, (1961) quien dice de ellos que "están decorados en plano estilo tolteca como puede observarse en relieves y otras esculturas de Tula y Chichén Itzá" (Ekholm 1961; 287). Se encuentran en el museo de historia natural de Nueva York.

Cronológicamente esta pieza prehispánica debe ser contemporánea de las cariátides de Tula y correspondería a la época del florecimiento de la cultura tolteca. Según Acosta (1945;34) es el período tolteca reciente y según Cobean (1981: 194, 204) la fase de Tollan fechable del 950 al 1200 D.C.

 

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