MONUMENTOS ARQUEOLÓGICOS DE HUICHAPAN

Pinturas rupestres.- Se localizan generalmente cerca de lo que antes era un fuente de agua como arroyos, lago o ríos y junto a cuevas o abrigos rocosos.

Son dibujos o figurillas que fueron pintados sobre una roca. En el municipio de Huichapan podemos encontrarles en los siguientes sitios:

Saucillo que tiene su origen en el siglo XDC, esto lo relatan las pinturas rupestres localizadas en el paraje "El Salto", ubicado en el arroyo que colinda con el ejido de Tenochtitlán, Hgo. y la pequeña propiedad de la familia Cruz Callejas localizada al sur de la comunidad de Saucillo.

Las pinturas relatan la época prehispánica, cuando cobró importancia el grupo de los toltecas de lengua náhuatl, que guiados por su jefe Mixcoatl, quienes se establecieron en este lugar posteriormente emigraron definitivamente la lo que llegaría ser la metrópoli de Tula. Prueba de ello son las pinturas halladas en una cueva, la cual servía para protegerse del frío y el miedo de la tempestad, rayos y animales feroces. Estas pinturas fueron elaboradas con una mezcla de tierra y grasas de animales plasmadas sobre roca. Las cuales representan la caza, la pesca, el universo parecido a lo que ahora llamamos sistema solar, imaginándose en un abismo con infinidad de estrellas introduciéndose al centro en forma de caracol. La danza alrededor del fuego. La religión en sus pinturas muestran templos y cementerios y animales incluyendo cuerpos que imaginaban su forma o representación.

Esta población se localiza al Suroeste, a 12 Km. de la cabecera municipal, carretera Pachuca-Querétaro, antes de la desviación Huichapan - México. Colinda al Noroeste con Atlán a 4 Km. y al Sureste con Tenochtitlán.

Jonacapa se cree que fue fundada por los otomíes, quienes la bautizaron con el nombre de "Dexthi" que significa cebolla.

A su paso los toltecas desalojaron a los otomíes que a la vez fueron desterrados por los aztecas que durante un tiempo se establecieron en este lugar y le pusieron el nombre de Xonacatlpan que significa sobre o encima de cebollas, tal vez se le atribuyó a este nombre debido a que en determinada época del año en el campo abunda un cebolla muy parecida a la cambray, pero en ocasiones de menor tamaño.

Posteriormente los aztecas se retiraron pacíficamente el otomí se establece nuevamente, por lo que hasta hace años el dialecto otomí era hablado por todos los habitantes de la comunidad. Una prueba de la existencia de estas culturas son las pinturas rupestres paleográficas en las cuevas de las barrancas de Atomobu, Dañhe y Llevenzha.

Las pinturas rupestres son un reflejo del mundo en que los primeros pobladores de Huichapan vivieron. Encontramos representaciones de animales que seguramente fueron importantes para ser reproducidos en pinturas como los conejos, aves, renacuajos, ranas y águilas, en donde tal vez algunos de ellos pudieron ser cazados para servir de alimento y otros como el águila, posiblemente adorados o bien utilizados como símbolo de grandeza.

Es lo que se refiere a pinturas como carácter mitológico, figuran animales con largas patas y cola enroscada como las que se  aparecen en El Tendido, Huichapan.

La principal actividad de los primeros pobladores fue la casa, en varios lugares se representa solo al cazador, que lleva arco y flecha; tal es el caso del Cajón en Jonacapa.

La presencia de pinturas de hombres encima de animales se cree que fueron realizadas en un momento posterior a la conquista, ya que los españoles son los que trajeron el caballo, hay que recordar que en Mesoamérica no se conocían animales de tiro, ni de cabalgadura.

Son frecuentes las escenas con hombres que llevan máscaras de cabezas de animales o algún otro atributo como a las que pueden sugerir un tipo de ceremonia especial que hace referencia a los animales o a alguna de sus propiedades.

En muchos casos crearon en su imaginación animales mitológicos o fantásticos, con atributos especiales, que fueron retomados posteriormente en llamada "Serpiente Emplumada" o Quetzacóatl, basado en el gobernante de Tula y una de las principales deidades del mundo prehispánico. De acuerdo a esta explicación de serpientes las cuales tuvieron un carácter especial, por el respeto que infunden debido a su tamaño, color y en las cascabeles, el sonido peculiar que producen.

También encontramos pinturas con motivos y formas de soles y estrellas, plantas o vegetales, pirámides y estructuras, hambres en diversas escenas, formas geométricas, etc., todos de una gran variedad de trazos y estilos.

También podemos encontrar en Boye, Dothi, San José Atlán, Zequeteje, Vithejé y Maxtha. Al sur de la presa Madero, en el lugar llamado Zendhó, hay interesantes pinturas rupestres en las rocas, las cuales son muy poco conocidas.

En el arroyo el Xindho, cerca de la comunidad de Dantibojay, las encontramos en color blanco y rojo.

VESTIGIOS ARQUEOLÓGICOS

En el municipio de Huichapan dentro de lo que es museo, se cuenta con los siguientes objetos:

Vasijas. Existen diversas cerámicas tanto completa como fragmentada, podemos encontrar ollas, vasijas y soportes. Principalmente de las culturas teotihuacana, azteca y tolteca.

Dentro de la cerámica teotihuacana se encuentra un entierro completo en el cual se puede apreciar; cerámica de color "rojo sobre natural", ollas, platos y vasijas.

También existe de la gran variedad de figuras teotihuacanas (caritas) en barro, se distingue por falta de pelo, otros por la cabeza lisa, aunque con frente ancha; unos de forma redonda y también proporcionada. También los hay con nariz abultada o chata y los labios salientes. Se encuentran varios con la cabeza rapada, pero llevando tres adornos o mechones a la mitad de la misma y a los lados de la frente. Unos aparecen con el peinado de forma piramidal, recogido con una banda y por un lado cuelga un lazo (izquierdo). Del mismo género hay otros en que se exagera más el tocado. Otros con el adorno sobre los ojos como si fueran gafas, pero no puede ser otra cosa que distintivo de dignidad o raza. Y otros tienen muy marcadas las orejas, muy redondas.

En la cerámica azteca se encuentran también ollas, molcajetes y varios fragmentos que se pueden apreciar en colores como el "rojo Texcoco" y "anaranjado monocromo" y algunos fragmentos de época colonial por los distintos adornos florales que presentan.

Dentro de la cultura tolteca, se encuentran varios soportes de barro los cuales algunos pertenecen a la frase Tollan (959-1100 D.C.), además de algunos fragmentos toltecas (cerámica) en color "rojo sobre café". También existen varios vasos que representan el dios Tláloc en diversas formas, todos son de barro y también  son conocidos como huemases u ollitas Tláloc.

Obsidiana trabajada.- Puntas de flecha de obsidiana, tiene forma triangular más o menos prolongada y con un apéndice en el astil, estas pequeñas flechas o puntas las formaban por percusión y por un sistema de presión. Es muy variada su forma según el constructor.

Cuchillos de obsidiana, estos se labran tomando un trozo de núcleo de obsidiana y oprimiéndola entre los maderos y van desprendiéndose delgadas láminas curvas que le servían de cuchillos.

Instrumentos para cavar parece en la época de la piedra pulida y se empleaban con gran provecho en las construcciones piramidales de piedra en los terraplenes o mundos y en todas las obras semejantes.

Núcleos de obsidiana, fragmentos que sobran donde sacan los cuchillos de obsidiana  o láminas.

Cabe mencionar que dentro del museo también existen puntas de flechas, instrumentos para cavar y un cuchillo de sílex.

También existen algunas hachas de piedra muy dura, según su historia aparecen en la época de la piedra pulida  y se le atribuye su origen a la raza nahoa. Varía mucho el material de que están formadas, su tamaño y figura, notándose que unas son de caza o guerra.

Algunas eran de uso doméstico como el corte de madera, pues son muy grandes y pesadas, con filo de un lado y planas de otros para dar fuertes golpes. El hacha se usaba con un mango de madera algo curvo, que se ataba en la ranura que generalmente tenía aquel instrumento.

Talladores, son piedras muy duras, los cuales tienen el mismo objeto que los pulidores, los cuales tienen unas piedras pulidas y a veces labradas con un canal alrededor, anteriormente se cree que servían de plomadas para las construcciones. (También existen algunos dentro del museo).

Menos de metate, son de piedra muy dura y se utilizaban para triturar el grano y formar una masa. Se encuentra por donde estuvo la raza del sur.

Componentes de macana, son de piedra muy dura pertenecientes a la época de la piedra pulida.

Sellos de barro, se ocupaban para imprimir en papel de maguey o impregnados en la pared. Pequeñas bolas de barro , presentan un orificio en medio de los cuales utilizaban como adornos en los collares o cintos.

Reguladores térmicos, son de barro, son pequeña bolitas, sin ningún orificio, estos eran colocados en piezas huecas como los soportes para que la cerámica o barro no se fragmentara con el calor o frío.

También existe una escultura del dios del fuego o Huehuetéotl (dios viejo del fuego), es de piedra muy dura y está en forma de cráneo humano. Estela del fuego de pelota esculpido en un disco hecho con el rostro de Mictlantecuhtli, señor de los muertos, rey del Inframundo. Pertenece a la cultura teotihuacana. S. III-VIII D.C.

Malacates, existe gran variedad, difieren mucho su tamaño y el material de que están hechos, es de barro y tierra volcánica. Estos se utilizan principalmente para hilar fibras de maguey.

Fichas para jugar Patolli, son de barro, diferentes tamaños y redondas. Este juego era practicado como el parcasé o el chaquete, era un deporte menos violento y era jugado en un tablero o papel marcado con frijoles, como fichas.

El objeto del juego era viajar en torno al tablero y regresar a casa para ganar. El tablero era en forma de cruz, este era sagrado y lo presidía Macuixóxhtl, la diosa cinco flores.

"Regresar a Bienvenida"

www.hidalguia.com.mx