MONUMENTOS ARQUEOLÓGICOS
La comunidad de Pachuquilla, cabecera del municipio denominado Mineral de la Reforma, por su cercanía a Pachuca, siempre se le ha considerado como parte de la misma ciudad, pues comparten una similar zona geográfica su clima es casi igual y los contactos entre sus habitantes han sido continuos desde antes de la conquista, en la época prehispánica. Pocos han sido los datos investigados en relación a la población prehispánica en Pachuquilla. Seguramente se desarrollaron ahí asentamientos humanos de origen mexicano y como en el caso de Pachuca hubo gran influencia comercial por parte del señorío de Texcoco durante sus momentos de esplendor político, económico y cultural, caracterizado este último por el poeta Netzahualcoyotl, artífice y constructor que logró la hegemonía de su región.
Los hallazgos de ruinas arqueológicas que pueden dotar con exactitud el tipo y extensión de los asentamientos consolidados en lo que ahora es Pachuquilla, han sido aislados y pocos estudiados, en el cerro que limita el barrio de Apepelco se han encontrado basamientos incompletos y muy destruidos que indican presencia humana. Así mismo, en el cerro, al oriente de la actual plaza, han aparecido algunos idolillos y restos de cerámica, desafortunadamente no clasificados.
El investigador alemán Alejandro Von Humbolt, durante su visita realizada a México en plan de estudio de la flora, y sus poblaciones aledañas. En su obra "Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España", dejó asentado que Pachuquilla era un de las poblaciones más antiguas de la comarca minera y que tuvo gran cantidad de habitantes, al grado de ser República de grupos étnicos, esto es, con una autoridad indígena que, junto con los virreinales, se encargaban de la administración y la justicia. Desconocemos cual haya sido la fuente del sabio alemán, pero al asentarlo en su obra, seguramente debió haber tenido elementos suficientes para afirmarlo. Sin embargo, no es de dudar la importancia que durante el siglo XVIII alcanzó Pachuquilla simplemente al conocer el templo que con pocos cambios, afortunadamente se conserva hasta nuestros días.
Por una inscripción ubicada en la parte alta de arcos de la capilla de Jesús de Nazareno sabemos que acabose de construir esta capilla el 30 de agosto a expensas y limosnas de don Antonio Escalante, gobernador de aquel tiempo y con la ayuda de los hijos de este pueblo en 1730. Existen además varias pinturas en la sacristía del pueblo, fechadas firmadas en esos mismos años, lo que da una idea del auge económico, pues al templo se le fueron haciendo mejoras, como las campanas, que ostentan las fechas de 1856, la mayor, 1880 y una más sin mayores datos.