Donde Cayó el Trueno! Grutas de Xoxafi Por Luis Felipe López Monroy
Ya en épocas de los inicios de la humanidad, se utilizaban este tipo de formaciones naturales, ya sea para cobijo, hogar, almacén, refugio...
La idea de encontrar un mundo alternativo primitivo bajo nuestros pies, se considera en esta novela iniciática, como algo mas allá de toda imaginación. Actualmente sigue siendo de esta manera, y es definitivo, este tipo de viajes es sólo para "personas decididas", no es para menos, pues éste no es una caminata ordinaria. Se trata de llegar a otro mundo, situado en el mimos corazón de la tierra.
Para lograrlo, nos trasladamos al municipio de Santiago de Anaya, en espacial al ejido del Palmar, como lo habíamos comentado antes a 20 minutos de Actopan
Nos
encamino a un bello paraje, con un grupo de expertos en tirolesa, misma que se
hizo con el fin de incrementar el deporte extremo, de cerro a cerro tendieron
cables de acero, son 300 metros en uno y 350 metros de otro, que hacen para el
que transita esa vía, tenga una carga de adrenalina al estar atravesando ,
surcando, rompiendo el aire a una velocidad prudente y a unos 140 metros de
altura en su punto mas alto. Después
de pasar la prueba de la tirolesa, vino otro reto, internarnos a la
renombrada gruta de Xoxafi, que en lengua Otomí o Nñha-Nñhu, quiere
decir "Donde Cayó el Trueno". Sí,
"Donde Cayó el Trueno", según la cosmogonía Nñha-Nñhu, de esa
forma se formo el lugar, al caer un trueno que abrió la gruta hasta las
entrañas de la tierra, eso fue, según, en los inicios de la vida Otomí. Cuando
nos dirigimos al interior de la gruta, nos dijeron que para ingresar a ella teníamos
que ir preparados y sobre todo con un guía, para eso nos equiparon con cascos y
lámparas y como guía, Ramón Toledo Mendoza.
Sabe que existen lugares en la gruta que no se conocen
-De que personas han
entrado por días y salido a otros lugares, así como se tiene el conocimiento
de que se requiere de una
caminata de ocho horas como mínimo hasta llegar a un rió subterráneo, digo, eso
se cuenta- dice Toledo -río que solo se conoce de oídas- Su
forma de narrar, hizo del inicio del viaje al centro de Xoxafi, una manera tan
importante para darnos seguridad, de el conocimiento a donde nos internamos, de
entrada las medidas de seguridad, luego la explicación paso por paso,
lugar por lugar, bóveda por bóveda, estalactita y estalagmita... Descendimos
poco a poco, pasando por un espacio natural que una bóveda regala, ese
lugar se utiliza como foro de usos múltiples, ya para representar obras de
teatro o ya para que la sinfónica del estado o algún artista realice sus
presentaciones musicales. De las dos rutas para descender, nos propusieron la
número dos, eso hicimos. La
naturaleza nos demostró su arte, con una constante de esculpir por millones de
años, pudimos disfrutar de la maravilla de tesoros ahí escondidos. Con muchos fósiles
y pinturas a los costados seguimos bajando, Ramón nos hablo de el famoso
"Tiro de Oscar", el nombre de este lugar es en memoria de un experto espeleólogo
que falleció ahí, al caerle una roca suelta sobre su casco -dicen que murió
casi en el acto,, el estaba rapeleando, pero para sorpresa de muchos solo
se deslizo sobre la cuerda pero nunca se soltó, cuando lo encontraron muerto
tenia prensada con sus manos la cuerda, pero sin llegar al piso-
Seguimos
bajando hasta llegar a unas escaleras de madera que nos hicieron descender como
15 metros , en ese espacio termino nuestro recorrido. Ningún
ruido nos perturbó en ese lugar, lo disfrutamos algunos minutos, hasta que unas
voces rompieron el silencio, eran las voces de otros visitantes que
deseaban conocer el corazón de Xoxafi, mientras vimos como la gruta siguió
descendiendo, Román nos comentó que hasta ahí llegaba el "veinte"
... Cabizbajos, pero contentos regresamos a las superficie, serpenteando, a
rastras, tomando atajos subimos -rapidísimo- lo curioso que para salir pasmos
por un "túnel sinuoso" de un diámetro no mayor a un metro. Salimos
ya atardeciendo, las horas no transcurren allá abajo, en ese mundo mesozoico.
Mundo no desconocido por los 50 de los ejidatarios que creyeron en esa bendita
tierra de la que hoy generan recursos e impiden el éxodo de sus jóvenes hacia
otros lugares, tal cosa nos lo comentaron Roberto Rodríguez, Lucio Moreno y
Antonio Mejía y también reconocieron el trabajo que impulsó en su momento el
Fidencio Gachúz Ramírez, quien fungió como presidente en el trienio
2000-2003, que con su visión arquitectónica
y el de Lucio Moreno, allá en los años70´s. Deseamos
a los integrantes de ese proyecto Xoxafi, sigan cosechando éxitos, mientras nos
preparamos para recorrer la ruta número uno. |