LUGARES DE ATRACCIÓN TURÍSTICA
Centro Médico Quirúrgico Santa Elena
Al visitar Tianguistengo si llega de Zacualtipan, encuentra el río
de Huayatlapa, un lugar hermoso para descansar, si usted su recorrido encontrara
el municipio de Tianguistengo, tranquilo y apacible con sus portales y ventanas
adornadas con cortinas de papel de china, así como un importante monumento
arquitectónico construido en 1540.
La iglesia Santa Ana, recorriendo llegamos al río de Tlacolula de la comunidad el Hormiguero-Tlacolula se pasa 32 veces el mismo río y de Tlacolula a Mazahuacan once veces, continuando por el municipio de tianguistenguense llegamos Al Grillete, limites de Hidalgo con Veracruz, junto al arroyo Ixtamalanta hay tres curas de piedra o en Atecosco en el paso de Mazahuacan hay un lugar conocido como el Cerro del Zapato en el que está estampado un zapato, continuando con las bellezas naturales además de lo accidentado del terreno y los bosques podemos citar la gruta de "Texcatetl", "Piedra de Vidrio" o "Espejo de Piedra", que tiene 40 metros de largo por 7 de altura y en su interior una eslangmita que parece representar una mujer hincada (Matlatenco), distancia aproximada para llegar al lugar referido 6 km. hay brecha y camino de herradura.
LAS CRUCES DE TLACHALOYA
Las diferentes formas de la vida antigua, se vieron fomentadas por la tranquilidad del marco geográfico que tiene Tianguistengo, Estado de Hidalgo. Ahí se cuenta con un hermoso paisaje de sierras como si fuera el espinoso o columna vertebral del pueblo; son ondulaciones que datan de hace más de 80 millones de años y forma parte de la Sierra Madre Oriental. Como si esto fuera poco, la montaña ofrece infinidad de arroyos donde el agua al caminar más de prisa, se lanza al vacío en forma de "chorreras" o pequeñas cascadas. Todo el campo es de un verde lleno de neblina, muy agradable para el que habita la "Suiza de la sierra". Dentro de este paisaje de cordilleras, el cerro de Tlachaloya, frente al lado sur del pueblo, se levanta como majestuoso y ancestral vigía,, para compartir el correr del tiempo y de la vida. Precisamente, en su parte más alta, durante el mes de abril de 1916 se construyó un modesto monumento de mampostería coronado con tres pequeñas cruces, su finalidad fue tener un faro de color blanco que lejos señalara el camino y la ubicación del pueblo, la iniciativa se debió a gentes como don Nicandro Gómez, don Daniel Téllez Escudero y don Braulio Solís Mercado.
Esta obra que se le llamó "Las Cruces", resultó atractiva y muy visitada, la altura es imponente y domina un hermoso panorama de la sierra. Ir a lugar es imprescindible para el que quiera contemplar la quietud, el colorido de la zona y ver el espectáculo, un tanto de mar, de la "neblina echada". Con el tiempo, el monumento original se deterioró y se le agregaron dos paredes con su respectivo techo para que funcionara como capilla. El resultado a nadie dejó satisfecho porque solo fue un foco de infección que acumuló mucha basura. A fines de 1990, un grupo de entusiastas vecinos realizaron una promoción económica a fin de construir un nuevo monumento con su mirador correspondiente. Todos lo hicieron con gusto de acuerdo que en materia de turismo, las cruces de Tlachaloya son los ojos de la sierra, allí se abre un mundo de color que contempla el ocaso sereno de toda una amplia región. Desde la altura se ve con una imaginación, toda la historia que el transcurrir de los años, ha dejado en cuanto a grandeza y belleza; se logra que nuestros ojos, sientan las más puras emociones estéticas del pueblo y se impregnen del sentimiento humano y religioso del calvario. Porque a Tianguistengo se necesita verlo para quererlo, es preciso que el viajero al pasar por el lugar, detenga al camino y se sumerja en la magia que solo la altura puede ofrecer, esto crea un ambiente lleno de recuerdos, añoranzas y nostalgias por lo bello del pasado y la alegría del mañana. La inauguración fue el domingo 24 de marzo de 1991, en medio de un gran júbilo popular, todos los concurrentes grabaron en sus pensamientos y corazones que "Las Cruces de Tlachaloya son un mirador natural y espiritual de toda la grandeza serrana".