Mujeres y comunicación
La Política en Tacones
De Pilar Ramírez
Ramírezramirez.pilar@gmail.com
23 de marzo de 2008
El viernes 7 de marzo se llevó a cabo
el foro “Mujeres trabajadoras de los medios de comunicación” organizado
por el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la
Televisión, en el que se discutieron algunas de las muchas aristas que
tiene el tema. “Tener presencia en los medios de comunicación no ha sido
fácil para las mujeres; de hecho, en muchos de ellos seguimos ausentes”
dijo sin más preámbulo Dalia Pérez en su intervención, con la que abrió el
foro, para agregar que cuando se les incluye suele ser en papeles
claramente estereotipados. Y aunque ésta es la situación predominante
reconoce que en las últimas dos décadas las mujeres comenzaron a
imprimirle perspectiva de género a su trabajo en los medios.
Es cierto, esa apertura se ha dado al
compás del ascenso de mujeres a tareas reservadas al sector masculino
tanto en los medios como en muchos otros ámbitos, aunque como apuntó bien
Gabriela Warkentin, la directora de la carrera de comunicación de la
Universidad Iberoamericana, ése parece ser un proceso hasta cierto punto
natural debido a la preparación de un número cada vez mayor de mujeres en
las universidades. Esta talentosa mujer, con un desarrollo profesional que
prácticamente no ha tenido tregua, en el que alterna el trabajo académico
con la producción de radio, de televisión y con los medios impresos,
reconoce, sin embargo, que existe eso que llaman el “techo de cristal”,
esa barrera invisible, pero corpórea, que marca límites al desempeño
femenino por razones asociadas a la condición de género.
Zu Aznar, con una larga experiencia en
trabajo de comunicación política, señaló que la incursión de las mujeres
en este ámbito se ha dado a la par de un manejo cada vez más “científico”,
digamos, de la comunicación aplicada al ámbito político. Es decir, cuando
la política deja de manejarse como un código cifrado que parece reservado
sólo para iniciados, las mujeres han comenzado a demostrar que pueden ser
tan eficientes o mucho más que aquellos que se ocupaban de este tipo de
comunicación de un modo más intuitivo o al calor de la inmediatez.
Martha Mendoza Parissi, directora del
Instituto Veracruzano de las Mujeres, marcó la necesidad de ver no sólo
los estereotipos y los usos más escandalosos de la figura femenina como un
objeto sexualizado, o como víctima, sino de analizar también esos roles
que a primera vista aparecen como atributos que son motivo de orgullo: las
mujeres aguantadoras, las heroínas que son madres, trabajadoras, amas de
casa, esposas, amantes, maestras de sus hijos y todavía pueden mostrarse
ufanas de ello, pues son justamente esas aparentes virtudes las que las
mantienen atrapadas en una situación de inequidad.
Desde distintos puntos de vista, todas
ellas parecen coincidir en que ya pasó la fase demostrativa y que se está
por superar la etapa explicativa de la desigualdad entre géneros y que es
preciso ir por la siguiente, aquella en que las mujeres deben trabajar más
para construir sus espacios y para defenderlos, especialmente las
trabajadoras de los medios. Como señaló Dalia Pérez “no podemos olvidar
que nuestra voz en los medios es voz propia, pero que en tal virtud,
ejercemos una doble representación: la voz de una mujer es su voz y la de
las mejores causas ciudadanas”.
La cereza en el pastel del foro fueron
las décimas hechas especialmente para la ocasión por la productora de
radio Daniela Meléndez y el musicólogo Rafael Figueroa, quienes con ello,
le pusieron el toque regional al evento. A continuación, las décimas de
Rafael Figueroa:
Mujeres trabajadoras
comunicando ideales,
son mujeronas cabales
prácticas y soñadoras;
vivas, fuertes, chambeadoras,
no se amilanan con nada
siempre al frente la mirada
buscan en el horizonte
aquello
que las remonte
de frente a la encrucijada.
De frente a la encrucijada
listas para el desafío,
resonando su albedrío
con la confianza heredada.
Buscan siempre marejada
junto a las aguas del lago,
atemperan el halago
con pasión e inteligencia,
pasan sobre la impaciencia
luchando contra el rezago.
Luchando contra el rezago
van destrozando los mitos,
reformulando los ritos
defendiendo el justo pago.
Minimizar el estrago
de años de cerrazón,
es objeto y es razón
de estas mujeres que a diario
con trabajo solidario
ponen psique y corazón.
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La Hillary
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