Mensaje 2012
1 de enero de 2012

Hemos levantado un monumento más duradero que el bronce, no moriremos del todo:  11 de diciembre del 2012

 ¿HAY ALGO MÁS EN LA VIDA? 12 de noviembre de 2011

No hay mejor cura que una  buena conversación 29 abril del 2011

“ Del  arroz  y sus delicias” 5 de marzo del 2011

Grandes discursos
esconden
pequeñas  mentiras Enero 16 del 2010

y una mujer como tú… Diciembre del 2009

¿Quien dice yo?

Xochitl, Simpática, graciosa

 Tulancingo, pese a todo, siguió garboso

Úrsula Espinosa Prieto , plenamente consciente...

Tulancingo tiene  algunos árboles monumentales

Tulancingo, un primer lugar según CONAGUA

Tulancingo inundado

Otra vez el Agua


Entre la Calzada 5 de Mayo y la refinería

Vamos por el tesoro

Loritos

Los mexicanos bebemos cataratas de las aguas del olvido

Los votos de Jackson y de Jacinta Francisco Marcial

El planeta Azul y el Origen de las Especies

S
on los poetas cronistas

Políticos delicatessen y con títulos nobiliario

Un Corazón para Tulancingo

El cartel de los  sapos

Nessun Dorma

Edith Piaf

Turismo

Tecocomulco 1

Tecocomulco

Censurado

Antonio  Vértiz Aguirre amigo a carta cabal

Semana Santa 2012

José Manuel Toscana: Excalibur
j1939t@prodigy.net.mx

4 de abril del 2012

Apaciguado en mi casa durante la semana mayor, extraño el escribir  para Hidalguía y los amigos conectados  al sistema cibernético imperante.

Hay, aparentemente, muchos temas para comentar; la fría realidad indica otra cosa, pues no es noticia ver cómo los politiquitos regionales  se comen los unos  a los otros, en este caso las unas a los otros, sin mediar razones  válidas  como no sea la terrible burla de la equidad de género, donde las mujeres salen mal paradas al ser consideradas como número y montón, jamás como personas de valía y mérito.

Tampoco  valen la pena comentar  sobre los machines bajados de la rueda de la fortuna, que no es otra cosa eso de salir electo, sin  otro factor  de peso  más allá de ser cuatito, cómplice,  compinche, cuaderno, peón de estribo, sota,  mozo de estoques  y otros valores relevantes  de “alguien”  para consolidar  su veloz carrera grillera. Nada más.

Otros, más salidores y salivosos, hacen talacha con padrotes más relevantes y se convierten en Guachomas, como es el guapísimo Omarcito  Fayad,  tan apreciado  y respetado por este valle de lágrimas, otrora lugar  de enorme  valía,  por el respeto y apoyo brindado  a la ciudadanía y a sus correligionarios priistas  desde siempre.  Ejemplos recientes,  abundan.


Omar Fayad: Foto cortesía Congreso de  la Unión

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Tulancingo lamenta  el deterioro  de las  recientes obras municipales  de calidad mediocre, entregadas  al calor y las prisas  del fin del pasado trienio.  Por donde se   pase, se desmoronan.  ¿Por qué?  ¿Mera tradición?

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Más de uno de los bajados de la carroza o calabaza partidista, tiene profesión, arraigo, familia y amigos  con los cuales bien pudiera  ejercer la profesión y vivir  dentro de la comunidad, pero por mucho que gane, por bien que le funcione su despacho, consultorio, empresa, jamás llegará  a cobrar  como un diputao, ni vivir tan a  sus anchas  como permite la generosa,  como  extenuada, ubre presupuestal.

Ante semejante  tajada de riqueza inmerecida, ellos mejor que nadie lo saben, pues pagan con honra y buen nombre el cobrar  sin más problema  que doblar el lomo ante el benefactor; ellos les dicen amigos para disimular la triste condición de  incondicionales…. hasta que aparezca otro que de más. Ejemplos  recientes abundan.

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Por eso este semana nada interesante sucede  en los pantanos  regionales y, sin duda, en los otros de rango nacional donde las cosas son de color hormiga.

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Mediten, lean, escuchen música, charlen con los amigos, soporten a la familia y los pegotes arribados al filo de la gorra  obligada.

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Si les alcanza el  presupuesto, dense algunos latigazos de buen alcohol,  coman lo mejor, duerman y rían y, si le alcanza el otro presupuesto,  gástenlo con alguien que deseen, amen o les motive  la mejor lujuria  de los amores prohibidos y secretos.  Lo demás, pueden  dejarlo para peores momentos.

 
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