… el que a hierro mata…

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Formidable apertura del Año Nuevo; escalamos primeras planas en las noticias mundiales gracias al tesón de nuestros criminales, los organizados y los del gobierno, siempre detrás de los meros meros petateros.

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Inspirados, tal vez, en las aventuras heroicas de rambo o, ternmineitor o batman, armados cual debe ser, unas cuadrillas de valedores asaltaron el bote-hotel de Ciudad Juárez, para sacar de su residencia a al patroncito. Lograron la meta brillantemente, luego en las corretizas las juerzas del bien le dieron fuego al afamado prófugo, lo cual costó muchas vidas, destrozos incalculables y temor, ese temor que llegó para quedarse en esas áridas regiones de nuestra Patria inerme.

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En la siguiente jornada del Nuevo Año, agarran al más tarugo de los jijuelos del gran chapo guzmán; otros hermanos son los mandones del negocio y siguen dando batallas exitosas sin tregua.  

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El saldo de la primera semana del año, acumuló más de 400 asesinatos, además de los caídos en las acciones específicas; una cifra realmente sensacional, como una dulce promesa de mejores y más sangrientas hazañas. Cosa de esperar –confiados- en la indiscutible vocación criminal que nos es tan propia.

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Por estos lares también hace aire y tenemos motivos fundados para seguir con la bandera en alto, pues al mismo tiempo de las broncas norteñas, en el apacible Valle de Tulancingo, levantaron al inefable erick c, señalado como reconocido guachiculero desde endenantes. Una nube de cuicos, sardos y ministeriosos se reunieron para echarle montón al malo entre los malos… y como a Tarzán cuando era niño en la selva…  al joven erick se lo llevó la changada…

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Para tranquilidad de los vecinos, el pujante negocio de ordeñar ductos de Pemex, sigue viento en popa; los cambios en al alto ando son intocables, lo cual demuestra la solidez empresarial de los que relámete controlan el cotarro. ¿Alguna duda?

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Este personaje regional de gran y merecida fama, pretendió ganar la diputación local y la Presidencia Municipal de su cotarro; lo batearon sin considerar la posibilidad que podría de ser un excelente funcionario público, pues con ese puesto, lo que se busca es tener impunidad, más de la que ya disfrutan, tener información de primera mano y proteger su actividad criminal sin meter mano al presupuesto miserable del municipio, es más: incluso patrocinar obras de beneficio general, como hacen sus colegas en una gran parte del país con el aplauso del pueblo atolondrado muerto de hambre.

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Todos conocemos cómo hacen trastupijes los politiquitos decentes padecidos desde siempre, sin que naiden les reclame nada. Entonces, ¿por qué no darle chance a los malos sobresalientes? Cuando menos no son cobardes, ni egoístas; cosa de consultar al vecindario y se asombrarán con la repuesta a favor de los maloras… pésele a quien no le cuadre la furris realidad.

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La guardia nacional… entidad fantasmal por estos rumbos donde todo sucede y nadie mete orden en carreteras, rancherías, montes y llanuras… se les ve agazapados a la sombra de un puente o arboledas a la vera de los caminos, eso sí; siempre de día, pues anocheciendo desaparecen sin dejar rastro.

Los ciudadanos valientes, los traileros, operadores de carros de pasajeros y público en general usuarios nocturnos de esos caminos, son víctimas indefensas de las bandas de hampones, amos y señores de una gran comarca donde asaltan y matan a sus anchas sin que la guardia nacional o los milicos detengan sus acciones criminales, cada día creciendo imparables.

¿De qué nos sirve mantener más de 300 mil seres humanos dedicados a una labor irrealizable?

No les dan gasolina, la comida es poca y mala, duermen donde pueden, son mal vistos y maltratados por sus jefecitos de oficina, están a la buena del señor de los infiernos pues el del cielo, ni en cuenta.

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El mal a la guardia nacional, le viene desde arriba: denle una ojeada a la mujeruca ridícula que hace cabeza de ese cuerpo inútil, sólo oírla da grima y verla, pal gato. ¿Han observado al generalote jefazo de los soldados? Vestido de fantasía como si estuviera en el frente de guerra más ardiente del planeta… con sus botines inmaculados jamás machados por el polvo y elegante gasné al cuello… peinado relamido… inspirador de confianza…realmente guapo.

 

¿Nadie se atreve a decirles lo ridículos que se ven?

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Me dan la impresión de estar siempre fuera de lugar, como un torero vestido de luces para ir por las tortillas o aquellos charritos de banqueta, sin cuaco propio, del viejo Tulancingo, parados a las puertas de Catedral los domingos para ver a las chavalas al salir de misa de doce y dar vueltas, coquetas ellas, en la entonces bellísima Floresta. Luego, por la tarde, en el cine Colonial, pardos hasta atrás para no quitarse el sombrero… siempre fuera de lugar…como el jefazo de los militares, todos ellos seguramente están encantados con esos comandos tan lucidores como inútiles. Por eso estamos como estamos…. ¿alguna duda?

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La diferencia entre un politiquito culerón y un narco-político, consiste en: los últimos reparten el botín… los tradicionales se quedan con todo… ¿alguna duda?

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Irene Vallejo, en su libro maravilloso “El futuro recordado” nos relata lo siguiente:

“Patología del poder”

La mecánica del poder esconde inquietantes efectos secundarios. La historiadora y premio Pulitzer Bárbara Tuchman escribió que la personalidad de los líderes propende a la vanidad y a veces degenera en narcisismo patológico. En su opinión, el mando produce ceguera, impidiendo pensar con mesura y razón. Intoxicados por las loas de los aduladores, los gobernantes corren el riesgo de caer en la obstinación y negarse a cambiar d rumbo.

Y en ocasiones, jaleados por sus colaboradores incondicionales, se enrocan en su torreón o se lanzan a galopar hacia un imposible.

El emperador Calígula era conocido por despreciar los consejos que iban contra sus deseos. Su amigo más influyente, en quien depositó toda su confianza, era un caballo de raza hispana llamado Incitatus, en latín “Impetuoso” el animal llevaba collares de perlas y dormía abrigado con mantas de púrpura, símbolo del poder. Calígula le regaló una villa con jardines y un grupo de esclavos a su exclusivo servicio.

En un gesto de sarcástico desprecio hacia las instituciones decidió nombrarlo Cónsul, la máxima magistratura romana, pero murió antes de realzar la polémica investidura.

Desde entonces Calígula, que eligió a un asesor capaz solo de relinchar, es el símbolo de la arrogancia de los gobernantes.

Cuando el poder pierde los estribos, lo épico termina por resultar patético.

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¿Cuáles son las diferencias entre el caballito de Calígula y las corcholatas del peje-reculador?

 

Incitatus, era bellísimo, elegante, altivo, blanco inmaculado, fuerte, orgulloso, seguro de sí mismo, de grupa impecable sin marcas de propiedad alguna, noble, leal y… no hablaba.

 

Las corcholatas del peje-reculador, son feas, poquianchis, arrastrados, mamarrachos, debiluchos, lambiscones. arrastrados, habladores cual chachalacas, presumen en las nalgas el fierro marcador del amo, y, y muy pronto… traidores… ¿alguna duda?

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Mi nieta de cinco años me preguntó en estas fiestas saturnales: ¿cómo se llaman las gotitas de la tristeza? lagrimas…mi niña...lágrimas…

 

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El peje-doblado, ha reculado una vez más, cuando los mandones verdaderos en México, le jalan las riendas, entonces el pejelagarto vuelve a recular, convertido, por la fuerza de la costumbre, en un reculero… ¿alguna duda?

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Desde el inconmensurable infinito Wences Angulo envía sus mejores efluvios para el bienestar de sus amigos inolvidables a lo largo del Año Nuevo recién estrenado.

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… el que a hierro mata… a  fierro las paletas…

 

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Entre hienas y perros Diciembre 29 de 2022

 

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