| Politización 15/01/27 |
10 de febrero de 2016 En México acontecen hechos que hacen palidecer a la franquicia estadounidense Ripley, también llamada “Aunque usted no lo crea” (en el original Believe it or not) y que es la recopilación de hechos curiosos, extraños o sorprendentes. En la versión mexica se hacen muchas aportaciones involuntarias, muchas de ellas provenientes del ejercicio del poder que produce actos verdaderamente alucinantes. La contraparte de los hechos insólitos es la pasividad con que los vemos, a tal extremo que llegan a parecernos naturales.
El exgobernador de Coahuila y expresidente del PRI, Humberto Moreira, ha sido señalado en varias ocasiones de diversos delitos relacionados con el uso indebido de los recursos públicos. El último episodio fue la detención en España, donde se le investiga por lavado de dinero. Al final lo dejaron libre y le devolvieron su pasaporte. Quizá en recompensa a sus padecimientos en la Madre Patria, a su regreso le recibieron con una buena noticia: la pensión que tendrá como profesor de educación básica será de 36 mil pesos. Sólo fue profesor frente a grupo durante tres años y mantuvo su plaza, seguramente pagada ya que estaba comisionado, pero continuó haciendo antigüedad, durante 24 años más, así que ahora le reconocen 27 años de servicio y lo pensionan con una cantidad que ni en los sueños más delirantes han imaginado la mayoría de maestros de este país. Treinta seis mil pesos de pensión, sin trabajar, sin haber sido evaluado y sin escrúpulos. Aunque usted no lo crea. Más al sur del país, otros maestros, que sí trabajan, investigadores y difusores de la ciencia y la cultura, las funciones esenciales de una universidad, viven cada quincena la incertidumbre sobre si recibirán o no su pago. Se trata de la comunidad de trabajadores de la Universidad Veracruzana. La UV está bajo amenaza financiera y política. Las declaraciones públicas que hizo la rectora Sara Ladrón de Guevara sobre la carencia de recursos de la institución debido a que el gobierno estatal no le entregados recursos que le corresponden, después de agotar las instancias habituales durante mucho tiempo, en lugar de provocar una reacción de apoyo a la casa de estudios generó animadversión y amenazas. La UV reclama recursos que se le deben, no se los dan, lo hace público, las autoridades estatales se enojan y siguen sin dar recursos, la rectora opta por la vía judicial en el ámbito del estado y hace una denuncia contra el gobierno, le responden que no sólo no le deben, sino que la UV le debe al gobierno por concepto de pensiones. La rectora responde que ese adeudo no existe debido a una reforma legal del 2004. Si prevaleciera la determinación de proteger la educación por encima de querellas de cualquier naturaleza, la UV sería tratada con respeto y consideración, y aunque tuviera algún adeudo, que todo parece indicar no es el caso, se le arroparía y se buscarían recursos para paliar la situación grave que hay en algunos ámbitos de la investigación. Lejos de eso, recibe malos modos. No se le perdona a la rectora haberse reunido con legisladores de todos los partidos. Se privilegia la faceta política del asunto, aunque pierda la universidad. Dada la gravedad de la situación, la rectora decidió presentar una denuncia ante la PGR, para reclamar lo que le adeuda el gobierno y para evitar que se le reduzca el presupuesto en 2016. El episodio aún no concluye. Sólo en gobiernos dictatoriales se ha visto esta inquina contra centros del conocimiento. Recuérdese sólo como ejemplo, que los investigadores de la Escuela de Frankfurt tuvieron que salir huyendo del gobierno nazi hacia Estados Unidos. Hay muchos otros casos en la historia. Pero, ¿Veracruz? ¿En el 2016? Aunque usted no lo crea. Existen problemas sociales que, como muchos otros, han sido abordados en el cine. Recientemente se han exhibido tres películas de este corte. Concussion aborda los problemas neurológicos que afectan a los jugadores de futbol americano y, aunque documentados, ocultó durante mucho tiempo la NFL (National Football League) en Estados Unidos, donde el futbol no sólo es como una religión sino un negocio multimillonario. Las sufragistas y En primera plana se ocupan, respectivamente, de la lucha de las mujeres británicas por el derecho al voto y las numerosas historias sobre los curas pederastas que sacó a la luz el diario The Boston Globe en 2002, a partir de lo cual, lentamente, muy lentamente, se fue reconociendo este problema a nivel mundial. La exhibición de estas películas, por lo menos en Xalapa, fue como ocultar algo colocándolo a la vista de todos. En el caso de la primera duró poco tiempo en cartelera y si tuvo público fue por la actuación de Will Smith; las otras dos se exhibieron sólo ciertos días de la semana, en horarios terribles –muy temprano o tardísimo–, lo cual disminuye considerablemente la audiencia o sólo en las llamadas salas VIP, lo cual reduce aún más el público. Así que las denuncias contra empresarios del deporte, curas pederastas o la causa de las mujeres, mejor que sean pocos los que las vean. Sin pensar en esos problemas sociales, la gente vive mejor. ¡Aunque usted no lo crea! |
