Regreso de un trámite
hospitalario al que me sometí en pos de la recuperación de la salud quebrantada
y, según los primeros momentos, todo va dentro de lo deseado en eso de que los
dolores cesaran y la figura recuperara su gallardía tradicional, que no es poca
cosa.
Operaciones prodigiosas, instrumentales maravillosos, médicos certeros,
técnicas de último momento y el buen ánimo del cliente logran portentos en unas
cuantas horas y pocos días de reposo.
Pero lo que si permanece gris, entristecido, es el panorama regional con esa
pobreza que se está convirtiendo en un cáncer incurable que no tendrá salida
airosa ni pacífica.
El abandono de todo, la destrucción de todo, el enmugramiento de todo es la
fachada que presentamos a propios y extraños ya sin pena y sin que a nadie le
importe, pues por más que los loros oficiales escandalicen presumiendo sus
éxitos, nadie los ve, ni los conoce, menos los disfruta.
Hidalgo es un estado pobre, miserable, postrado desde hace muchos años,
controlado por unos cuantos pelagatos que solo ven para su santo y nada más.
Ahora, nuestro Ángel Manuel, anda con la calentura de ser presidiente del
país y para adobar sus sueños, solo tiene para ofrecer una verborrea cansadora,
insulsa, repetitiva y hueca.
Hidalgo solamente recauda el 3% del dinero necesario para sobrevivir,
el resto lo apoquina la federación, pero eso sí: en gastos, lujos, comilitonas,
desplantes, saraos y ruido en serio, nade le gana al buen angelito de nuestra
guardia.
No hay bochinche en que no se haga el aparecido el Ángel Manuel; lo
mismo da una peda con el avispón loco Onésimo del martirizado
Ecatepec, que otra con el Archimadrita griego, o en las bodas de los
grandes cacos de México, como el clan Salinas y demás.
Sin dejar de tocar en todas las estaciones de radio y televisión donde le hacen
cancha, desde luego previo pago del anuncio de sus sueños guajiros.
Eso, amigos de Hidalguía, cuesta un platal increíble que sale de los
fondos del estado, así digan misa, aparte del descuido de su chamba pues entre
fiesta, radio, tele, fiesta, peda, boda y declaracionitis, apenas si le da
tiempo para cobrar su chequecito mensual.
El resto de su cauda de lambiscones, anda en la mismísima gloria, pues a las
fiestas de las gallinas no van las cucarachas. Lástima Manuelito. abril cuatro- 04
Mi corazón ha recuperado el ritmo... El paso de "Cantinflas" por Tulancingo... Luxuria y Perversidad...
Reunión de Vagos, Rufianes y Buenos Amigos... No hay juncionarios abusones en Helicóptero...
El que no corre, vuela... Nombre de una callejuela apenas señalada... Un recorrido por...
Líder entre pastor religioso y alborotador ... Guachoma es un... Opus Dei, Mercenarios de Cristo...
Sugerencias, letreros, mensajes mamones
al A. postal 22, Xicotepec, Pue. 73080
José Manuel Toscana
C. Elec. ContiClays@aol.com