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Del
autor Alberto Montoya Hernández.
En el acto, efectuado en el auditorio del edificio sede del PRI, los periodistas Liliana Castillo Téllez y Juan Manuel Larrieta Espinosa emitieron comentarios de su séptimo libro, que logra hacer de la historia, de la política y de la sociedad mexicana una mezcla de periodismo, literatura, denuncia y creación, reconstruye en la mente imágenes múltiples producto de una memoria que evoca hechos reales. En La Casa del Jabonero, comenta Liliana Castillo Téllez, el doctor Alberto Montoya, sin miedo a las palabras, rescata frases celebres, anécdotas, capítulos de la historia y nos ayuda a reírnos un poco para aprender mucho más. “Esto sobre lo que ha sido el transitar de nuestra vida nacional a través de los resbalones, de las incongruencias, de las ocurrencias, de las manías y aunque parezca mentira uno que otro acierto”, sostuvo. Encuentros como estos dan como resultado una obra escrita por un periodista político, por un político cronista, por un cronista historiador, historiador investigador o una mezcla de todo, pero que deja muy claro el espíritu creador y la cultura del doctor Alberto Montoya. El autor Alberto Montoya, hombre de gran trayectoria, decidió iniciar con la nada sencilla labor de la escritura transformada en un libro hace 16 años cuando dio vida a su primero Los Líderes. En La Casa del Jabonero quedan consignados datos, aventuras, desencuentros, verdades, certezas y sin duda, también es un manual perfecto de política para entender nuestro pasado a sobrevivir el presente, y por lo menos a tener una leve esperanza de llegar al futuro, señaló Liliana Castillo. Cada cita ubicada en una realidad construida con relatos surgidos de la experiencia social, la investigación y la lectura y una memoria privilegiada son afinados, rescatados y vertidos en un texto ameno por Alberto Montoya, que en cada página obliga a recrear nuestra imaginación. Con gran habilidad experimenta, arriesga, crea, juega y apuesta por actores políticos y sociales, que en algunos casos indaga, pero que también retrata bajezas humanas, pero en muchos de los casos son de hombres y mujeres, de actores honestos que dan aliento y esperanza. En cada línea queda latente la idea de que en esta vida la justicia no siempre se sale con la suya, el que sabe, sabe y el que no es el jefe, y que en política si las cosas no cambian es porque siguen igual, definió Liliana Castillo. El estilo fluido y ameno de la novela permite que la pasión política combinada con la intuición literaria logre un texto de muy fácil lectura. Es así como el actor decide convertirse en narrador de la historia con pasajes insólitos en la vida de expresidentes, gobernadores, líderes sindicales, artistas y hasta de periodistas Alberto Montoya tiene el acierto de recrear escenas, hacernos testigos de cada suceso vivido por los protagonistas de la historia. Nos permite esta maravillosa posibilidad de espiarnos en la intimidad, en sus momentos de placer y gloria o revivir las frases que quedaron para la posteridad. El registro de diálogos hace posible que tomados de la pluma de Alberto Montoya se lea las más privadas de las conversaciones, enterarnos de todos los secreto La descripción de detalles simbólicos es un muestrario de personalidades que se comportaron de tal manera que los hace únicos, reales y hasta fraternales, a tal grado que simpatizamos con ellos o los odiamos, nos preocupa y nos sorprende Liliana Castillo describe que hombres y mujeres de la historia que vivieron mundos de corrupción y poder, y que quedaron atrapados en las páginas del libro La Casa del Jabonero nos deja un retrato de la complejidad social donde todos tuvieron la oportunidad de decidir, equivocarse y también de pagar las consecuencias, pero también de sentar las bases para un cambio, para dejar atrás pasados negros y avanzar hacia un futuro promisorio o por lo menos transformar el pesimismo en una lucha de vida. La Casa del Jabonero es una prueba palpable de que la literatura y el periodismo son un binomio posible que el escritor, amante de la política y con inclinación a la investigación, logra imprimir con estilo un escenario real, aunque los personajes parezcan ficticios. Alberto Montoya recrea e imagina, involucra y seduce a través de palabras, escenas y personajes. Nos arranca una carcajada, y nos reafirma como diría la periodista Cristina Pacheco, Aquí nos Tocó Vivir. En estos personajes políticos podemos entender una vez que tengamos el libro de Alberto Montoya en las manos que La Casa del Jabonero…el que no cae resbala. El periodista Juan Manuel Larrieta Espinosa dijo que La Casa del Jabonero se observa en la escritura la expresión de Alberto Montoya, al hombre de las experiencias que la vida le ha dado como observador de la política, que ha vivido en la política, y que fiel a su profesión, al leerlo, al escucharlo, nos mantiene con la boca abierta. No es fácil lograr eso a través del tiempo si no es con la preparación y la recopilación de datos y anécdotas, horas y horas de hurgar en los periódicos y de leer libros. Alberto Montoya es cirujano dentista y ha escrito Los Líderes, Los Dirigentes, Anécdotas de los Hombres del Poder, Un Poco de Todo, Ayer y Hoy, Valle Azul 124 y La Casa del Jabonero…el que no cae resbala. Componen en Hidalgo primera opera en lengua Hñähñu
Tercer Concurso Estatal de Poesía Efrén Rebolledo 12 de agosto del 2008.-
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Pachuca
de Soto, Hgo; 17 de abril del 2009.