What did you
say?
16/07/12
Pedacito de patria
16/07/05
Nochixtlán 16/06/21
El que no cae… 16/06/14
Buscar razones
16/06/07
El clavito 16/06/24
Veracruz
16/05/17
Nueva
Inquisición 15/05/10
¿Cómo decirlo?
16/05/03
Vivas nos queremos
16/04/26
El IMSS está enfermo
16/04/19
Los casos 16/04/13
Violencia contra las
mujeres 16/04/06
A la mexicana 16/03/28
Festejos 16/03/21
Por
todas ellas 16/03/09
Desigualdades 16/03/02
Sicarias
16/02/24
Hablemos de otra cosa
16/02/17
Para
Ripley 16/02/10
Politización 16/01/27
Género y
clase social 16/01/20
Año nuevo,
historias viejas
16/01/13 |
|
Deslindes
|
Agosto 3 de
2016
En los años de la hegemonía priista,
cuando los cuerpos policiacos se caracterizaban,
todavía más que en la actualidad, lo cual es mucho
decir, por el abuso y el atraco, se le llamaba
“sabadazo”, a la acción policiaca que consistía en
aprehender casi al final de un sábado, aduciendo
razones legales o ilegales, a un ciudadano para
garantizar su “cooperación” monetaria, si no quería
pasar la noche del sábado y el domingo inhábil en
los separos de las delegaciones, horas en las que no
encontraría defensa ágil ni áreas de la procuración
de justicia funcionando. Así, los ciudadanos que
padecían el “sabadazo” estaban a merced de policías
y ministerios públicos, cuando tenían pocos
mecanismos de defensa.
Congreso de Veracruz
aprueba reforma antiaborto de Duarte para proteger
“derecho a la vida”
Con 38 votos a favor y seis en contra, el Congreso
de Veracruz aprobó la reforma. // Foto: @LegisVer.
Foto Sergio Hernández Vega
Hace pocos días las
mujeres veracruzanas sufrieron algo similar durante
la temporada vacacional de verano. El congreso
estatal aprovechó estos días para programar la
sesión en la que se aprobó la iniciativa de lo que
llamó defender la vida desde la concepción que es en
realidad una reforma legislativa punitiva hacia la
interrupción del embarazo. No valieron los
argumentos de los nueve legisladores que votaron en
contra y tampoco sirvió la abstención del diputado
Juan Cruz Elvira. Los 34 que votaron a favor
ignoraron los derechos de las mujeres, las
recomendaciones de la ONU y el señalamiento
internacional en contra de este tipo de
legislaciones que cancelan el ejercicio de una
maternidad libremente elegida, que castigan a las
mujeres sólo por ser mujeres.
Surge inevitablemente la
interrogante de por qué un congreso agonizante se
ocupa de un tema tan polémico. El cálculo político
puede echar mano de todo, incluso de un gobierno
fallido y de un poder legislativo sumiso y
dependiente. El tema de los matrimonios igualitarios
provocó una fractura entre la jerarquía católica y
la administración federal, que bien pudo haber
utilizado lo que queda de los poderes en el estado
de Veracruz para tratar de resanar una grieta que no
desea ahondar. Es difícil entender de otro modo la
indolencia de la administración peñista hacia los
múltiples agravios que sufren y todavía pueden
sufrir los veracruzanos en los meses que le restan a
la administración duartista.
Por otra parte resulta
sumamente lamentable constatar que los gobernantes y
legisladores no han comprendido el sentido del
estado laico por el que tanto lucharon los hombres
de la Reforma. La diputada Octavia Ortega afirmó que
votaría con lo que pudiera “vivir tranquila”.
Seguramente, además de la línea partidista, hubo
otros legisladores que votaron como católicos y no
como legisladores. A estos diputados y a los
ayuntamientos que todavía deberán votar el dictamen
de esta iniciativa para definir si se realiza o no
la reforma constitucional del artículo 4º no les
vendría mal conocer la postura del presidente
francés Valéry Giscard d’Estaing, quien en 1974 dio
una lección de laicismo cuando declaró, con motivo
de la discusión del aborto en Francia, “como
católico estoy en contra del aborto; como presidente
de los franceses considero necesaria su
despenalización”. ¿Quién puede estar a la altura?
Como si no fuera
suficiente con este agravio hacia las mujeres
veracruzanas, vinieron las declaraciones de la
subsecretaria de Mujeres Jóvenes del PRI de
Veracruz, Tavata Calderón Heredia, quien con un
lenguaje florido, recomendó a las mujeres “que andan
loqueando y dando las nalgas, tener tantita puta
madre y no embarazarse”. Las conminó a no
convertirse en asesinas por “la calentura de un
rato”. Propuso además la esterilización como
mecanismo para evitar embarazos no deseados. Las
reacciones en medios y en redes sociales no se
hicieron esperar; vino entonces el segundo gazapo:
un video de 18 minutos para explicar lo que quiso
decir y disculparse por el “lenguaje antisonante”
(sic) utilizado, pero especialmente para intentar
poner a salvo al PRI de sus comentarios. Craso
error.
En primer lugar 18
minutos son una eternidad en la que se pueden decir
una montaña de tonterías y eso fue exactamente lo
que le ocurrió a la funcionaria priista; 18 minutos
de reiteración, lenguaje pobre, cero argumentos y un
traspié tras otro, incluso arremetió contra su
partido y su gobierno. El video lo hubiera hecho, y
editado, mejor un niño de primaria, considerando el
nivel de contacto con la tecnología que pudiera
tener un infante. Se pueden ver los cortes cuando se
altera y dice argumentos poco convenientes, tan poco
acertados como la tos clara del camarógrafo.
La subsecretaria se disculpa por el
lenguaje pero reitera su defensa por la vida, es
decir, corrobora su postura en contra del aborto.
Insiste en que los comentarios fueron a título
personal y no como subsecretaria. Daría risa si no
fuera lamentable este espectáculo de mea culpa.
La señora Calderón Heredia desconoce que cuando se
acepta un cargo de ese nivel y de tal naturaleza no
puede serlo de nueve a cinco y de lunes a viernes.
La frontera entre lo público y lo privado se
desdibuja precisamente porque, en teoría, sus
atributos particulares la llevaron a un cargo
partidista. Pero lo verdaderamente escandaloso no es
todo lo que ignora esta joven, sino que el PRI
veracruzano haya elegido a una lépera y retrógrada
para representar a las mujeres jóvenes del partido.
Pero no todo es incongruencia, la votación priista
en la ley antiaborto concuerda perfectamente con los
comentarios de Tavata Calderón. El lenguaje es lo de
menos, especialmente para los veracruzanos, el
problema es la postura que encierra y que quedó
claramente representada en la votación de los 34
legisladores que aprobaron la ley antiaborto.
El PRI quizá querrá controlar los
daños separando de su cargo a Calderón Heredia, pero
viéndolo bien, puede fungir perfectamente como
vocera de la bancada en esta legislatura: igual de
groseros e ignorantes.
www.tulancingo.com.mx
www.hidalguia.com.mx
|