Febrero del 2006
La
autopista rumbo a Tuxpan, en el tramo fenomenal de 35 km., entre Nuevo
Necaxa y Tihuatlán, cierra con broche de oro: durante éste mes se
publicarán las bases de la construcción y los concursantes presentarán
sus ofertas en julio.
Las empresas constructoras interesadas en la magna obra, serán en
parte, financiadoras del proyecto, son la sueca Skanka, la carioca
Consultora Norberto Odebrecht, la ibérica OHL y las mexicanas ICA e
Ideal.
Vale la pena recordar que se invertirán sobre 700 millones de dólares
en el tramo citado que, contempla, entre otras maravillas, 9 túneles y
un puente portentoso que cruzará el Río San Marcos.
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Una parte muy importante de toda la inversión quedará en la región,
por materiales de soporte, fletes, mano de obra y el sustento de los
miles de obreros e ingenieros, proveedores, metiches que tendrán chamba
durante varios años.
Habrá que ponerse bien las pilas para que los beneficios inmediatos,
ayuden a la zona donde nunca se ha tenido –ni se tendrá jamás- una
obra de tal magnitud.
También será muy importante que dejemos la cortedad de miras, egoísmos
y temores de siempre, para que la nueva vía sea una fuente de bienestar
y trabajo permanente para la sierra poblana, y que no se convierta en
causa de marginación y malaventura por nuestra indecisión o, peor aun,
por indiferencia.
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Valor y determinación semejantes a las que impulsan a Ivón Burgunder
Beltrán, ahora al frente del Hotel Mi Ranchito, bastión serrano, con
nombre propio y presencia en Xicotepec, desde siempre.
Está investida, Burgunder Beltrán, con el respaldo de la tradición,
con la preparación y capacidad profesional en temas de hostería y,
sobre todo, con un entusiasmo y compromiso que muy pocas veces he
contemplado; viene con su familia y ahora está, de tiempo completo,
dedicada a rescatar ese enclave donde todo puede suceder y que tan
gratos momentos nos ha brindado a tantos durante tanto tiempo: “Mi
Ranchito”. ¡Bienvenida Ivón!
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Participantes llegados de Canadá, Estados Unidos, Cuba y también de
Chihuahua, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Edoméx, Querétaro,
Veracruz, Chiapas, Sinaloa, Tabasco e Hidalgo; el lugar Salvatierra, Gto;
el anfitrión la Presidencia Municipal; motivo de la reunión: el
“Tercer Encuentro Nacional de Escritores” realizado apenas
comenzando febrero.
Tulancingo, estuvo presente en las personas de Omar Roldán, Mario Isgar,
Arcel Muñoz, Ricardo Luqueño, con César Blancas, pintor, el trovador
Rubens y María Cristina de la Concha.
Leyeron trabajos notables, fueron comentados y aplaudidos, llevándose
las mejores notas los escritos de María Cristina, destacando el leído
por Marco Isgar, maestro en ese exquisito arte de la lectura en voz alta
“Pulque para dos”.
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Nuestro romanticismo desbordado ante esta frase no puede menos que
evocar los tinacales, donde zumbidos rondan y alas diminutas interrumpen
graciosamente la vista de la espuma de fermentación.
Nuestras evocaciones van más allá, a los paisajes de aridez de cactus,
de nopales cercando los suelos arcillosos con terrazas bordeadas de
pencas, pencas como manos extendidas cuyos dedos largos con uñas
puntiagudas y filosas, solicitan, ofrecen.
Terrazas en las que de vez en vez surge un meyolote con su quiote, las
pencas menores se hincan ante esa majestuosa inflorescencia que,
inocente, espera la castración, homenaje que el tlachiquero vendrá a
realizar.
Lo vemos llegar para extirpar tejidos, hacer la “picazón” eliminar
la jícama, impedir cualquier retoño. La muerte del teómetl inicia,
lenta, larga, pasan noches, semanas. Escurren muchas lunas antes de la
última gota, día a día, lo raspa, mana su savia. Los mezotes sólo
miran su perecer mismo y son sus propias espinas las que caen en capas
delgadas haciendo languidecer al teómetl… y rezumar su espíritu
blanco.
Con añoranza, vemos la escena del brote de vida, vida engendrada de la
muerte que nos trajo a la diosa Mayahuel.
Nos conmueve el acocote por el que aspiran la miel los labios carnosos
de los tlachiqeros para verterla en las castañas y, así, nuestra
cursilería innata regresa a la cuna del pulque con su embrión en burro
para arrullarlo en las tinas.
Ahí, ceremoniosas las minúsculas vigilantes aladas continúan
blandiendo en el aire como abejas, cortando veloces con líneas delgadas
para celebrar el banquete en odas zumbantes ante el rito: el catador
pulquero, reconocible en el tono de su tez que va del rosa al colorado,
en la generosidad con que su vientre está distendido y en el bigote
aguamielero, cata escupiendo con ansias de ver aparecer el alacrán,
silueta viscosa que indicará el punto de madurez sobre el piso.
Pulque para dos… leche que encuentra el punto de uniformidad, en e
donaire con el se niega a caer si resbala de la boca, en su espesura
tendiente a la unidad. Bebida del Amor Divino y la embriaguez, nomás
porque es leche que genera leche, fuente de energías fecundas, leche
que fortalece la semilla viril… y si no lo creen, pregúntenle al
burro que carga las castañas.
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Cada kilómetro de la autopista citada, andará costando, en promedio,
sobre 220 millones de pesos, eso ilustra la magnificencia y complejidad
de las obras que ya comenzaron. ¡Órale!
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El correo me trajo un libro, obsequio de la aseguradora donde dejo parte
importante de mi cuantiosa fortuna con los pagos de la prevención de
accidentes y enfermedades.
El autor es jefe médico de la Clínica Mayo, la de fama legendaria, y
es una “Guía Sobre Envejecimiento Saludable”
¡Caray! Eso de que ya forme parte oficial en las filas de los viejos,
no deja de tener su impacto, y más si uno se siente como florecita
primaveral… marchitadón y todo, pero juncal: La realidad de las
fechas, las estadísticas y el espejo marcan la verdad.
Pasado el sofocón, revisé la mentada guía para saber de qué y cómo
cuidarme y poder agotar mis días en condiciones más o menos
tolerables.
Dividido el relato en siete capítulos, va recorriendo puntos
esenciales, comenzando con: Hechos y fases, sigue con El cuerpo, El espíritu,
El cuidado de la salud, Papeles y relaciones y, la crucial: La
independencia.
A vuela página entreví segmentos y, hay razones para considerar en
cada página; lo difícil será cumplimentarlas para lograr el objetivo
del equilibrio en la senectud; en caso contrario el desastre será
doloroso, agotador, frustrante.
Hay que echar mano de lo acumulado en la vida, de lo bueno claro, de las
amistades, si queda alguna, de la familia si no terminamos con ella hace
tiempo, del trabajo productivo si aun tenemos esa dicha o de las
reservas, si existieran, reservas de salud, de dineros, de imaginación,
de alegría, de entusiasmo y de humildad.
La confrontación personal con los hechos, para algunas personas, debe
ser insoportable al saberse desvalidos, de cuerpo y alma y relaciones,
sin contar con las broncas financieras y familiares. Todo un rollo
abrumador, pero así es la realidad y esa no tiene remedio. Seguiré
informando. ¡Ay nanita!
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Los cuicos federales repiten maniobras de rescate de secuestrados y
otras víctimas, para que los tele mirones se sientan parte de las
aventuras patito de nuestros aguerridos, confiables, tiras
antinarcosecuestros y antitodo, menos la lana.
Quedó explicado el procedimiento por el mero mero petatero de estos
bribones ante las cámaras de la televisión. Nada nuevo pues las
tradiciones mexicanas así lo ordenan.
Han de saber que… érase que era un matón despiadado —bandido romántico—
le decían los gringos, que contrató la filmación de sus batallas con
unos cineastas gringos, mediante una corta pero valedera feria.
El convenio estipulaba que las batalla-pachangas guerrilleras,
comenzaran con la luz del sol, pues en aquellos años los recursos técnicos
eran reducidos, no era posible filmar a oscuras.
Pero Panchito Villa, ¿héroe? en Jolibud antes que en México, donde se
le aborrecía por asesino cobarde, a tiro por viaje se adelantaba y, era
necesario repetir las contiendas para poder captarlas y venderlas en los
noticieros de los cines gringos, donde eran sumamente apreciadas, pues
fueron las primeras así difundidas en el mundo.
Como ven nada es nuevo bajo el sol y que… se refifa el pulque de afio…
No tienen progenitora nuestros matones oficiales, casi siempre, cómplices
de lo que “persiguen” ¿O no?
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Desde su amplísima experiencia de vida, Wences Angulo, comenta:
“—No hay diferencia entre la dicha y el amor”
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Caminitos, pulquitos, cuiquitos, dichosos amoríos, a: