José Manuel Toscana Escribe con Hidalguía. Quieres llegar a Viejo?

Excalibur
por José Manuel Toscana

Viernes 9 de enero del 2009.

El próximo viernes 16 de enero, festejaremos a Santa Priscila, matrona judeo-romana convertida al cristianismo por el mismísimo San Pablo, quién le reconocía haberlo salvado cuando fue perseguido por los paganos para echarlo a las fieras; también la más antigua catacumba romana lleva su nombre, y una hermosa iglesia en Roma, está bajo su advocación, como Santa Prisca construida en Taxco por José de la Borda, plateado minero que murió arruinado.

Esta será la Santa Patrona que velará el sendero político de Jorge Márquez Alvarado, a partir de esa fecha. Ojalá tenga buena mano como la tuvo con los mártires que protegió de ser devorados en el Coliseo Romano, durante los añorados días de pan y circo…. sin alusiones regionales.

Charlando con Roberto Maqueo Conde, acerca de los viejos y sus realidades, le prometí un ensayo donde se da un punto de vista diferente a estos asuntos de la vida declinante, mientras lo recibe pues comparto con ustedes algunos párrafos para que le vayan midiendo el agua a los camotes. Hay pena de muerte para los que no llegan a viejos. ¡Aguas!

“Mi credo de Signo más en la Vejez”

Yo no deseo conservar, ni recuperar

la juventud, no sólo porque es imposible,

sino porque me interesa y apasiona crecer,

desarrollarme y perfeccionarme

como hombre.

No quiero detenerme o retroceder

a etapas que ya viví, cuando el presente y

el futuro me traen ideas, emociones y

sorpresas

que gozaré con la mente y el corazón

educados

a través de toda la experiencia

de mi historia.

Mi niñez, juventud y madurez,

a su tiempo cumplieron su papel.

las disfruté y ahora matizan la

percepción cotidiana de mi realidad.

La Belleza, la Verdad y el Amor

me envuelven y saturan.

Crear y recrearse en la belleza,

saber y servir, son placeres crecientes

que no me conviene canjear por

añoranzas estériles…

Tulancingo tiene un tesoro inmenso, perdurable, disponible, abierto, bellísimo en sus Viejos Maravillosos, de los cuales conozco, respeto y aprecio a más de uno. Otro tanto me sucede en Xicotepec, donde extraño a los que se han difuminado en el espacio pero que siguen rondando, riéndose, comentando los avatares cotidianos, pues en cualquier momento formaré filas entre y con ellos… si la suerte viene de frente.

“-Primeramente, has de temer a Dios; porque en el temerlo está la sabiduría y siendo sabio no podrás errar en nada. Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey; que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra.

Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje; y no te desprecies de decir que vienes de labradores, porque viendo que no te corres, ninguno podrá correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad pontificia o imperatora; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.

Mira, Sancho, si tomas de por medio la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para que tener envidia a los que tienen príncipes y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

Siendo esto así, como lo es, que si acaso viniere a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no lo deseches ni le afrentes, antes lo has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie le desprecie de lo que él hizo, y corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien concertada.

Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida, con los ignorantes que presumen de agudos.

Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia que las informaciones del rico.

Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre.

Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. (Seguirá)

Lustre merecido tienen las sugerencias de Alonso Quijano, don Quijote de la Mancha, transferidas a Sancho Panza, para gobernar la Ínsula de Barataria; tan frescas y oportunas que no dudo en plasmar estos párrafos para que los tenga presentes -si tiempo tiene para reflexionar- Márquez Alvarado, ahora que va en pos de su propia Ínsula de Tulancingo.

Tembleque es un pueblecito situado en el corazón de España, a un costado de Toledo, cerca de Madrid, fundado por los carpetanos, luego dominado por romanos, visigodos, musulmanes y cristianos hasta la fecha. Actualmente viven en esa increíblemente hermosa villa, unas 2200 personas dedicadas al campo y a los servicios turísticos.

En la Villa de Tembleque, nacieron varios hombres ilustres cuyos nombres engalanan las callecitas del villorrio, con varios monumentos históricos de talla y valía.

El nombre de Francisco de Tembleque, no figura entre los registros parroquiales de la que tomó su nombre y que perdura entre nosotros, luego de casi 500 años de haber diseñado y construido el fenomenal Acueducto de Zempoala o del Padre Tembleque.

El Acueducto se prolonga más de 44 km, tiene 127 arcos soberbios, por su magnitud, elegancia y altura es tanto o más relevante que el de Segovia, creación romana 1500 años más antigua, generadora de ingresos multimillonarios al ayuntamiento donde la tienen como orgulloso emblema.

Este es un ejemplo de lo mal que aprovechamos las riquezas heredadas, puestas ahora a la luz por el trazo y construcción del Arco Norte que tropezó con una arteria del mentado acueducto cuando va soterrado, por ahí del 90% de la extensión total. Con el revuelo del hallazgo se integró un grupo entre los dos gobiernos relacionados, la empresa constructora, de la mano con el INAH, para revivir el portento de arquitectura colonial. Ojalá funcione y no siga el triste rumbo de todo lo que cae en manos de las desprestigiadas comisiones o comités. Ojalá

Cuando viajen entre Tulancingo y México observen y, si pueden crucen bajo la arcada monumental e imaginen una cuadrilla de 400 operarios nativos, dirigidos por el cantero peninsular Juan Correa, trabajando durante 17 años al mando de fray Paco de Tembleque, experto en arquitectura e hidráulica aprendidas en su país, enterrado en Puebla, respiren hondo, y con un poco de imaginación, esa concepción del conjunto les resultará abrumadora.

Este es un fidedigno tesoro colonial de rango mundial; habrá que sacarle partido, como el que puede obtenerse en Huapalcalco con luz y sonido, si las ambiciones político- económicas fueran eso: realmente ambiciones de grandeza y no meros saqueos presupuestales y atracos al erario nomás porque están donde hay. El reto, la oportunidad y el beneficio, están a la vista y al alcance de la mano. ¿Quién dice yo?

¿Le pasamos aviso al Ayuntamiento de Tembleque para que abran espacio a Fray Francisco y pongan su nombre en una callejuela de la antigua villa de los primitivos carpetanos, hoy destino turístico de primer orden?

Chance y hasta le entremos a esa terrible cursilada de “hermanar ciudades” ¡Ay nanita!

Curioso el veleidoso criterio aplicado a lo que se anuda en el Cielo no se desata en la Tierra, salvo si eres Chente Fox y tus amigochos forman entre la poderosa y comercializada burocracia vaticana, entonces, de volada, te cambian el sambenito de incompetencia mental para matrimoniarte otra vez, bajo las mismas leyes -disque divinas- y en el mismo altar te dan de alta liberándote, por arte de birlibirloque, de la mortificante tara de la estupidez reiterada. Todo es según el cristal con que se mire el color de los billetes apoquinandos… mediante sabrosa limosna.

En 1959, Cuba amanece sin Fulgencio Batista en el primer día del año. Mientras el dictador aterriza en Santo Domingo y pide refugio a su amigo Rafael Leónidas Trujillo, alias El Chivo, en La Habana los verdugos huyen, sálvese el que pueda, en estampida.

Earl Smith, embajador gringo, comprueba, horrorizado, que las calles han sido invadidas por la chusma y por unos cuantos guerrilleros sucios, peludos, descalzos, igualitos a la pandilla de Dillinger, que bailan guaguancó marcando a tiros el compás.

Cincuenta años después Cuba vive bajo la sangrienta tiranía de la pandilla castrista, sometida al capricho de los ganones de la revolución que tanta esperanza sembró en países igualmente bajo la bota de otros tantos matones impunes. Su ejemplo mortal es añorado por mucha gente ciega, sorda e idiota, urgida de amos, líderes, caudillos que, además de esclavizarlos, los maten de hambre. ¿Quieren ejemplos?

Hermenegildo L. Torres, benemérito saltillense, fundador del PUP, afirma: “… si quieres llegar a viejo en buena forma… hazte pendejo”

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