José Manuel Toscana Escribe con Hidalguía: Se acabó el Poder, se acabo el Amor!!!

Dos personajes destacadísimos de Tulancingo, árbitros de elegancia y opinión, presumen renovada galanura y presencia categórica en el cotarro, pues han encontrado un remedio infalible para remontar las complicaciones físicas derivadas del inexorable paso del tiempo. En la dulce Francia la llaman “Jaula de amor”

Corrige los desvíos de origen purificando la sangre, nivelando el azúcar, bajando triglicéridos, aniquilando malignos colesteroles, aligerando riñones atrofiados, desapareciendo bilis, reduciendo gastritis y otras itis y recuperando la visión.

Llegada de las andinas estribaciones de la amazonia ecuatoriana, donde fue, es, fundamental en los conjuros mágicos de los indios jíbaros, esos que hacen canicas con las cabezas de sus rivales, contiene portentos salutíferos en su perfecta, dorada, esfera protegida por un pudoroso cáliz custodio de dones que se reciben ingiriéndola sistemáticamente: tres esferitas en ayunas, tres antes de cada comida.

Retorna el brillo en los ojos, a tal grado que, los citados personajes, ahora miran a las gráciles gacelas triscando en La Floresta, con la agudeza de lobos esteparios, que saben lo que se pierde en la vida por no llegar al tálamo con la antigua frecuencia.

A las damas les recalcificará los delicados huesitos, les regresará el aliento perfumado, quitará manchas de paño, estira el cutis y hace el pie chiquito si se convierten en consumidoras del prodigio natural descubierto por las tribus amazónicas shuaras, achuaras, huaraníes, quechuas, quienes ingerían pusanas del fruto, deslumbrando a los guerreros europeos por la alegría inagotable y el potencial amatorio de los aborígenes del paraíso perdido.

Los efectos perdurables de la delicia andina, se acumulan hasta revivir al viejo amigo, ese que nació con nosotros, olvidado entre telones por la falta de acción devenida de sus dramáticos olvidos del papel principal en los episodios amatorios donde, se esperaba, fuera imbatible. Ahora como los actores inmortales, podrá regresar por más y mejor con la experiencia acumulada y la confianza del que sabe lo que sabe.

Esta merced de la Madre Naturaleza no remedia estragos naturales, como hacer crecer a los enanos y quitarnos lo pendejo. No hay nada que hacer. Inútil insistir.

Uchuva, es el nombre del asombroso producto de las andinas comarcas; contiene vitamina A y B, ácido ascórbico, hierro, fósforo, caroteno, tiamicina, riboflavina y ácido nicotínico, disponible ahora, a tu alcance, en la tertulia de Wences Angulo; concretas una cita en La Floresta, recibes información confidencial y, si te atreves, cambiarás tu vida, como lo hicieron esos personajes emblemáticos de Tulancingo, que cantan susurrando el viejo tango gardeliano: “… quién tuviera 18 años…”

Desorientados, los candidatos serranos a los cargos de elección, ofrecen el moro y el oro; también amenazan: si no gana el PRI en Xicotepec, el góber precioso cancelará la construcción de la autopista, impedirá que una multitud de empresarios construyan un maravilloso corredor industrial en la misma ciudad, entre otras desgracias que llegarán si la sometida población xicotepense no refrenda fidelidad al precioso góber y comparsas.

Si no gana el partidazo, que nos olvidemos, para siempre, del manoseado Ramo 33, chistera de mago balín de donde sacan incontables promesas, siempre condicionadas al triunfo que quiere el chapito autoritario. En fin: oscuridad, olvido, marginación, penumbra serán permanentes en Xicotepec y sus orillas cuando pierda el PRI.

Entonces: ¿Qué hemos recibido hasta ahora por ser priístas tan fieles? ¿Qué ha sucedido desde siempre que ha ganado el PRI? ¿Dónde perdimos todo? ¿Qué más podemos perder? además de la memoria, la dignidad, el futuro, el amor propio. ¿Qué más?

Por el lado panista, no dan color; los pleitos internos han sacado de las filas azules a muchos seguidores que contemplan y padecen, los mismos usos y costumbres de los partidos rivales, dejando pasar oportunidades espléndidas de triunfos seguros; pero insisten en empollar el huevo de la serpiente con tristes resultados, elección tras elección.

En el perrede, las candidaturas se venden al que pueda pagarlas (reconocida y muy rentable costumbre priísta) y, ¡chúpale pichón! Fuera del pejeloco, no existen ideas ni vida propia para nadie. “-O te sometes, pagas y sigues en el oscuro vasallaje, o ni pierdas el tiempo proponiendo, trabajando impulsando el progreso, pues sabemos que seremos derrotados. Lo que cuenta es hacer ruido, arropar el pejeloco para seguir cobrando las cuotas de los atarantados para mayor gloria del patroncito tropical”

El que se atreva a pensar por su cuenta o contradecirlo, esta excomulgado del sombrío manto pejista. Bajo estos panoramas tan alentadores, mejor nos hacemos caracolitos.

En 1542, echando humo bajo el traje de hierro, atormentado por las picaduras y llagas, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, se baja del caballo y ve a Dios por primera vez.

Las mariposas gigantes aletean alrededor. Cabeza de Vaca se arrodilla ante las Cataratas del Iguazú. Los torrentes, estrepitosos, espumosos, se vuelcan desde el cielo para lavar la sangre de todos los caídos y redimir a todos los desiertos, raudales que desatan vapores y arcoiris y arrancan selvas del fondo de la tierra seca: aguas que braman fecundando la tierra, eterno primer día de la Creación

Para descubrir esta lluvia de Dios, ha caminado Cabeza de Vaca, la mitad del mundo y ha navegado la otra mitad. Para conocerla ha sufrido naufragios y penares: para verla ha nacido con ojos en la cara. Lo que le quede de vida, será de regalo.

Una lectora, por demás gentil, me obsequia una Calaverita, como aquellas que tupían los periódicos cada temporada de la fiesta nacional de los muertos chiquitos y los fieles difuntos.

Los mejores periodistas, agudos críticos, delicados poetas reconocidos y aficionados, afilaban la pluma y, a inventar calaveras dedicadas a los personajes del momento en todos los ambientes.

Las había taurinas, deportivas, políticos, artistas, cómicos pero todas de ingenio superior que hacían, de las deliciosas páginas periodiqueras, un atril donde todo mundo quería figurar. Si no tenías tu calaverita, no existías. Por lo que me concierne, ¡mil gracias!

Y tú, ¿Ya te calaverearon? ¿Eres un calavera? ¿Pareces calavera?

Si alguien quiere tu cabecita loca, tu chambita mal pagada, quitarte de en medio por celos, envidia, mala leche o para colocar a un consentido del momento en el presupuesto oficial, así sea un oscuro mojón, pues nada más sencillo que redactar una “tarjeta informativa” destinada al siñor gobernador diciendo:

“Fulano de tal, cobrando en tal esquina,

anda diciendo que el siñor gobernador, es joto.

Además como agravante imperdonable,

el susodicho es

agente panista encubierto”

Ya en manos del siñor gobernador la infamante tarjeta, se ordena el cese fulminante del que, a partir de ese momento, “está apestado”

Fantasía, ¡ojala! pero este es el delicado, exquisito, nivel ejecutivo que priva en Hidalgo, ahora y, según se va sabiendo, desde siempre. Nomás pregunten.

Los mandilones del siñor gobernador encargados de cuidarle las espaldas y, de paso, los negocios, de volada ejecutan el pensamiento del poderoso siñor: Sin consultarle siquiera pero, temerosos de su santa indignación, descuellan al inculpado, como en los mejores, añorados, tiempos inquisitoriales repartiendo cubetadas de estiércol.

Cruzan insultos envueltos en grandes verdades los personajes de la grilla nacional. Se acusan mutuamente de ladrones, coyotes, narcos, recurriendo a las buenas fuentes que tienen donde la realidad es la materia prima en cada caso, sean senadores, diputados o presidentes. Unos a otros se encueran.

En Xicotepec, por medio de las cadenas de Internet, los rivales politiqueros sacan sus oscuras verdades lanzándolas como insultos descalificadores. Como todos ellos se conocen íntimamente, les arden mucho las declaraciones acusadoras que se reparten a manos y boca llenas, levantando olas inmensas de rencor que a nada nos lleva y sí dejan muchos heridos que caro cobrarán las ofensas proferidas.

Y luego esperan, exigen, que les sigamos el paso en sus juegos perniciosos, donde todo es puro relajo de pésimo gusto. Gane el que sea, Xicotepec pierde.

“Vivir sin violencia es nuestro derecho y lo vamos a ejercer.

Lo decimos las mujeres para que lo sepan todos”

Anuncia el “Primer Concurso Nacional de Relatos Sobre Experiencias en el Tema de Violencia” organizado por el Instituto Nacional de las Mujeres, donde reciben los escritos, no más de 3 cuartillas, hasta el 15 de noviembre entrante.

Se de damas, por estos rumbos serranos, muy capaces que mandarán sus experiencias al Concurso, con posibilidades de llevarse los galardones. Habrá que seguir de cerca el desarrollo de la contienda literaria con temas de una actualidad ineludible y de urgente superación.

“-Dirige la mirada a tu alrededor;

no verás sino desolación y angustia.

Tus mejores amigos han muerto

y la tristeza es tu sola compañía.

Mas levanta la cabeza y

extiende tus manos:

toma todo lo que desees

y puedas conseguir.

El pasado es un cadáver

que debes sepultar” o. kayán

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