José Manuel Toscana Escribe con Hidalguía

Excalibur Por José Manuel Toscana

Martes 18 de junio del 2008.

Va de nuez el góber precioso, joyel poblano, y le repiten la dosis de repudio generalizado donde se le ocurra meter las narices, como ahora en España cuando pretendió treparse en el séquito de Felipe Calderón, durante el recorrido por la Península Ibérica.

Han de saber que, sin invitación para la gira presidencial, se hizo el chistoso apareciéndose entre los invitados, como si colara en un cine, travesura de chamaco, sin pagar.

Fue detectado y lo quitaron sin remilgos, dejándolo en la banqueta, nadie le echó un lazo, tampoco lo pelaron cuando quiso fotografiarse entre los distinguidos invitados para presumir a los poblanos, decepcionados todos, de sus -falsas- buenas relaciones con los círculos del poder federal e internacional.

Para vergüenzas no se gana con este individuo, no le basta saberse odioso, que se le soporta a la fuerza por la serie de complicidades, más que conocidas y demostradas, que lo sostienen en la sillita poblana, pese a la abominación demostrada a lo largo y ancho de la entidad lacerada por esta herencia de manolín bartlett, hoy tan perredista ¿Hasta cuándo?

Este relajito armado para discutir el tema petrolero, no tiene más función que darles aires de picudos a los invitados a lanzar rollos sobre el asuntito, pues el mentado Artículo 27º constitucional incluye, en sus ordenamientos, a los metales preciosos, las aguas donde se encuentren y otros bienes nacionales, además del petróleo cacareado.

Nadie reclama que la minería de metales preciosos la exploten empresas privadas e internacionales, al igual que los bancos, los puertos, los campos aéreos y otras maravillas que, según ese mandato fundacional, sólo pueden ser controladas por el estado soberano, lo cual no sucede en la realidad.

El petróleo es la misma bicicleta pero es mejor bandera para alborotar y tirarse al suelo indignados, los patrioteros, por que ya la empresa no da más y está reventada por tantos salvadores a la sombra de su triste, por no decir furris y mentirosa historia.

A la casa vieja no le faltan goteras

Charlando con un destacadísimo funcionario estatal hidalguense, menciona que Tulancingo, no tiene bandera, ni proyecto, ni programa, ni lazos de unión por causas comunes entre la población.

De ahí la triste condición prevaleciente percibida por quienes vienen de otros confines buscando oportunidades de invertir, trabajar o pasear.

Tulancingo perdió la chispa, el paso y el empuje del que presumía justificadamente, la intrepidez para los negocios, la vitalidad industrial, la solidez de la ganadería lechera, entre otras cualidades que la situaron en el lugar más destacado económicamente, pero nunca en los ambientes políticos estatales.

Causas: muchas; justificaciones: insuficientes y sin calar a fondo pues se pisan callos, se hieren sentimientos a flor de piel, sin que nadie asuma o reconozca, cómo se llegó a estas condiciones donde ya no se siente lo duro sino lo tupido de la adversidad que lleva buen rato apretando el pescuezo de los ciudadanos agorsomados.

Honestidad: significa.- moderación en la conducta; Recato; Pudor; Urbanidad; Cortesía.

Pero en la mente hueca o rellena de estupidez, por no decir de excremento, los redactores de las mantas amarillas que afean la ciudad de por si, astrosa, significa lo que a ellos ó a su amo, mejor les suene, haciendo gala de ignorancia e idiotez irremediables. Pobres.

¿No tendrán quien les diga que sólo el ridículo destaca en todos sus anuncios que tan costosos deber salir? pues son grandes y estorbosos.

Pobre Tulancingo, va saltando del comal al fuego con estos pránganas advenedizos, enriquecidos a mansalva, encaramados en el presupuesto del que hacen cera y pabilo a costillas del pueblo indiferente.

“La pasión no convierte a un hombre en político si no está al servicio de una causa y no hace de la responsabilidad para con esa causa la estrella que oriente su acción”

Xicotepec, despierta interesado en los asuntos carreteros que pueden bajarlo del tren del futuro, si no se logra la construcción del Ramal de entrada a la nueva Autovía.

Los vecinos comprometidos con la realidad van organizándose y, en varias cartas que levantan firmas, alientan a Juan Carlos Valderrábano para que, desde su elevado sitial como Presidente Municipal, lleve la solicitud vecinal para lograr este Ramal, al mismo presidente Calderón, durante su inminente y posible visita motivada por la inauguración formal de las obras en este tramo vinculatorio, y a las otras instancias relacionadas con la hechura de los nuevos caminos.

Basta observar cómo quedaron marginadas Zacatlán y Chignahuapan con relación a la pobre seudo autopista de Tlaxco a El Tejocotal, en sus infames 69 km.

Unas brechas dan salida a los viajeros que pretenden conocer esas ciudades, arrepintiéndose inmediatamente pues las condiciones de los atajos es una burla para propios y extraños. Cuando pasen por ahí, pongan atención y transítenlas, si se atreven, para comprobar lo dicho en estas líneas.

En “La Choza” de los Janeiro, está a la vista de todos un plano oficial del trazo de este Ramal, contemplado desde el primer momento que se formalizó la construcción de la nueva carretera, pero que está en veremos mientras no se intensifique el interés y apoyo para que se haga realidad al mismo tiempo que la moderna vía. Dense una vuelta por ese enclave del buen comer y estén enterados del asunto vital para Xicotepec.

Soldado avisado no muere en combate.

Los soldados intimidantes se dejen ver y sentir en los rumbos de Tulancingo, haciendo que a más de uno se le caigan las crinolinas, cuando los ven llegar en pos de pistolitas y cigarritos de mota y otras delicias propias de los espíritus avanzados.

Los fregones del tráfico de enervantes, matonas y contrabando, nunca son pescados en tales redadas pues están avisados de cuanto meneo se organiza para alcanzarlos, igual sucede con los aparatosos retenes instalados en los caminos durante cómodos horarios.

Pero, pues apantallan y espantan, ya que al menor gesto, movimiento repentino, comentario se ponen en guardia y con el dedo en el gatillo, con lo cual aumenta el riesgo de los tiros perdidos, como les sucede frecuentemente en los caminos nacionales donde tienen ingerencia.

Ay que tiempos aquellos cuando la caballería del Ejercito Mexicano, tenía su cuartel en Tulancingo. La convivencia y los resultados eran otros, como otros eran los tiempos que nos parecen tan lejanos. ¡Lástima Margarito!

“Letras Libres” circulando, contiene temas de profundo interés para quienes gustan de conocer otras ideas, fundamentos y puntos de vista sobre los temas de actualidad en México, como el petróleo, el progreso, los partidos desvencijados de la falsa izquierda y derecha atorada en prejuicios religiosos y el conservadurismo económico. Nada pierden y sí ganarán mucho dedicándole unos minutos a la lectura de la revista citada. ¡Ojalá!

“Hombres de Gobierno” libro autoría de Gerardo Laveaga, hace un recorrido por los actos relevantes de personajes que han ostentado el Gobierno y el Poder, en tiempos y países muy diversos.

Interesante conocer algunos detalles de estos destacados individuos y, queriendo o no, medirlos con las fachosas caricaturas de nuestros hombrecitos públicos. No se lo pierdan.

En 1974, en Chile ha visto mucha muerte. Sus más queridos compañeros han caído fusilados o reventados a culatazos y patadas. Juan Bustos uno de los asesores del presidente Allende, se ha salvado por un pelito.

Exiliado en Honduras, Juan arrastra sus días de mala manera. De los que en Chile murieron, ¿cuántos murieron en lugar de él? ¿A quienes usurpa el aire que está respirando? Lleva meses así, de pena en pena, avergonzado d sobrevivir, cuando una tarde las piernas lo traen a un pueblo llamado Yoro, en el centro y en lo hondo de Honduras.

Llega a Yoro porque sí, porque no, y en Yoro pasa la noche bajo cualquier techo. Muy de mañana se levanta y se echa a andar por las calles de tierra, desganado, te mando tristezas, mirando sin ver.

Y de pronto, la lluvia lo golpea. Es una lluvia violenta y Juan se protege la cabeza. Pero en seguida advierte que no es agua ni granizo esta lluvia prodigiosa. Locas luces de plata rebotan en la tierra y saltan por los aires.

-¡Llueven peces! – grita Juan, manoteando los peces vivos que caen en picada desde las nubes y brincan y centellean a su alrededor para que a Juan nunca más se le ocurra maldecir el milagro de estar vivo y para que nunca más olvide que él ha tenido la suerte de nacer en América.

-Y sí- le dice su vecino, tranquilamente, como si nada –Aquí en Yoro, llueven peces.

A propósito de aquellos tiempos en Tulancingo, Xicotepec, Huauchinango cuando creíamos -tan prodigiosas eran estas comarcas- que llovían peces hace algunos ayeres. ¿Se acuerdan? ¿Qué hicimos para perderlas?

Besarión, Gundulfo, Avito, Sancha y Teresa, Hoy destacan en el Paraíso donde están por méritos desconocidos; Hipacio, Leoncio y Ciriaco, Mañana harán otro tanto.

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