Guerra de baja
intensidad
La Política en Tacones
De
Pilar Ramírez
Ramírezramirez.pilar@gmail.com
19
de noviembre de 2008
Si encarcelaran a todos los padres que no cumplen con la
manutención de sus hijos menores quizá no habría cupo en las cárceles
del país. Me temo que esta especie rebasa en número a los narcos, a los
secuestradores y a los defraudadores y, en una de ésas, es más peligrosa
que El Hummer. En conjunto son más dañinos que médicos en grupo,
pues causan la pobreza en muchos hogares, perturbaciones en el
crecimiento de una parte importante de la niñez mexicana, niños que no
acuden a la escuela porque deben colaborar con la economía de la casa,
en lugar de jugar y aprender y gestan en esos pequeños desconfianza en
la vida, la sensación de no ser amados y un resentimiento con
inevitables consecuencias en la vida adulta.
Padres desobligados los hay de varios tipos,
están los que nunca conocieron ni reconocieron a los hijos que
engendraron lo que hace que les resulte natural la falta de apoyo; los
que se divorcian o se separan y sufren con ello de amnesia súbita porque
se desentienden fácilmente de los hijos con los que convivieron por
años; los que se divorcian y admiten de manera formal sus obligaciones
paternas pero sienten que les arrancan la piel de la espalda cuando las
cumplen; los que necesitan que los persigan para atender su
responsabilidad, aun con una sentencia judicial de por medio, y están
los que al formar una segunda familia siguen la conseja popular de
"jarrito nuevo dónde te pondré, jarrito viejo dónde te aventaré".
También los hay de varias clases sociales
aunque la desobligación es la gran igualadora de este tipo de hombres.
Están los que propician condiciones de miseria o de pobreza en la
familia a la que no apoyan, los que –aun teniendo recursos- se resisten
a pagar zapatos, vestimenta, colegiaturas o viajes. Sólo cambia la
dimensión del bien que escamotean, según la capacidad económica, pero la
negativa es prácticamente la misma.
Si observamos, la denominación de "madre
soltera" no alude tanto al hecho de la condición civil de la mujer o al
señalamiento de tener hijos sin haberse casado, como al de la ausencia
del respaldo paterno.
Hace pocos días, diarios locales y varios de
circulación nacional, dieron a conocer la reforma al Código Penal del
estado de Chihuahua, gracias a la cual se aplicarán penas de seis meses
a cuatro años de prisión a los padres que incumplan con la manutención
de los hijos. En esa información se anota también que el Distrito
Federal prevé, desde el año 2000, sanciones de un mes a cinco años de
prisión para el mismo delito. En un dejo de optimismo, al convertir en
nota informativa un boletín de prensa, se afirma que "la pensión de
padres a hijos ya no será un acto de buena voluntad o de compromiso
ético en Chihuahua, sino que será plenamente una obligación legal",
aseveración temeraria y alejada de la verdad.
Las redacciones de los diarios que incluyeron esta nota
no se tomaron la molestia de revisar otras legislaciones, pues hubiesen
visto, por ejemplo, que desde el año 2004 Veracruz también incluye en su
Código Penal sanción de uno a seis años de prisión a quienes no cumplan
con la obligación de dar alimentos a sus hijos. ¿Esto ha servido para
reducir de forma significativa el número de familias que deben vivir sin
el apoyo económico paterno? No.
El cambio no se ha visto porque la procuración de
justicia no ha cambiado. Se requieren ministerios públicos
especializados o instancias gubernamentales que apoyen legalmente a las
mujeres e hijos que sufren el abandono económico. La exigencia de una
pensión representa un tortuoso proceso legal al que muchas mujeres le
temen, otras desconocen y la mayoría no puede sufragar.
La propia ley tiene limitaciones. A pesar de que este
delito provoca consecuencias sociales desastrosas, no se considera
delito grave, por ello sólo se persigue por querella y no de oficio. Las
penas previstas generalmente se esquivan con un arreglo extralegal. Si
al menos aumentara el número de denunciados sujetos a caución quizá
sería más ejemplificante. Aun en los casos en los que se da curso al
proceso legal, los resultados dependen de la habilidad jurídica para
presentar y defender los casos, lo cual suele favorecer a los hombres,
quienes tienen una capacidad económica mayor para pagar un mejor
respaldo legal.
En contraparte, las áreas que ofrecen apoyo jurídico a
las mujeres en algunas instituciones son, además de insuficientes, poco
eficientes porque el bajo presupuesto es la constante de estos órganos.
Mientras estas circunstancias no se modifiquen seguiremos siendo
testigos de que aunque la ley cambie, continuará siendo sólo una
sugerencia para los padres desobligados, verdaderos estrategas en esta
guerra de baja intensidad que logran a largo plazo el aniquilamiento de
sus enemigos que son, ni más ni menos, que sus propios hijos. Para
aumentar los males, la directora del Instituto de la Mujer de Guanajuato
rechaza el aborto, aun por violación, ¿será que confía en que un
violador puede ser redimido y convertirse en un padre responsable?
Al fondo a la derecha
Fuentes
Como te ven te votan
Vamos ganando
Dime cómo hablas
Son lo que son
Seguridades sobre la
inseguridad
Eduardo del Río
El cuero y la camisa
Tienes un mensajito
Usted disculpe
Limpieza
Democrática
Nota roja
Más transparencia
Con b de
burro
Los ahorritos
Fitoactivos y nanoesferas
Democracia digital
Palabras bajo sospecha
Ibargüengoitia
Españolas y españoles; ministros y
ministras…
Involúcrame y lo aprendo
Verosimilitud, ficción y realidad
Si acaso te ofendí, perdón
Mujeres y comunicación
Zona Retro
Equidad
Publicidad;
La Hillary
hidalguia@hotmail.com
www.tulancingo.com.mx
www.hidalguia.com.mx
|