Violencia 13/11/01
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7 de noviembre de 2013 Confieso que tengo una fuerte inclinación por los programas noticiosos, radiofónicos y televisivos. Por años disfruté Monitor de Radio Red cuando era conducido por José Gutiérrez Vivó aunque me parecía excesivo su tono de maestro regañón, pero admiraba su profesionalismo. Siempre me pareció una paradoja que el golpe más fuerte lo haya recibido de un gobierno panista y no de los priistas a los que tanto criticó, al menos frente al micrófono. Cuando salió al aire Formato 21, con su estructura de noticiario instantáneo y permanente, me parecía excelente para escuchar mientras conducía; atemperaba un poco el horror de permanecer cerca de tres horas por día frente al volante en los muchos años de vida defeña. Me hacía recordar a la antigua estación de la Hora Exacta, pero en modalidad de noticias. La vieja XEQK era una secuencia de anuncios comerciales, interrumpidos cada minuto para dar la única hora exacta de México. La secuencia de notas informativas era, por supuesto, más atractiva y divertida, además tenía información sobre la condiciones de la vialidad, lo cual agradece cualquier sufrido habitante de la Ciudad de México. Me gustaban tanto los noticiarios que a veces escuchaba un poco de uno y otro poco de otro. Iba de Monitor a Enfoque (cuando el director de información y conductor era mi querido amigo Miguel Ángel Sánchez de Armas, porque no sólo era informativo sino muy entretenido, lo mismo que cuando compartía el micrófono con Paco Prieto y Carlos Aparicio en Perfiles de la noticia) o a lo que permitían las prisas matutinas. A diferencia de muchos compañeros de trabajo y colegas periodistas, cuando pasé temporadas en el infierno burocrático de las oficinas de Comunicación Social, disfrutaba enormemente las síntesis informativas, ésos resúmenes y recortes de prensa que se supone deben conocer a primerísima hora los políticos. La que comandaba Regina Santiago en Los Pinos era excelente. En televisión disfruté por años la presencia de Carmen Aristegui, Javier Solórzano y Pepe Cárdenas en Imevisión. Carmen y Javier me siguen pareciendo excelentes periodistas y el estilo de Pepe es bueno pero se perdió un poco entre el mar de programas noticiosos. Nunca me gustó el estilo de Jacobo Zabludovsky y me ahorraba verlo en las noches, como ahora me ahorro las distintas emisiones de Azteca Noticias. Brozo siempre me gustó; me parecía muy inteligente que le fueran permitidas muchas opiniones y posturas sólo por llevar un traje de payaso; comentarios por los que hubieran linchado a cualquier otro conductor de noticias eran el pan de cada día y la salsa picante en el matutino del Payaso tenebroso. A algunos colegas extranjeros les parecía una gigantesca interrogante que un payaso condujera un programa noticioso y yo siempre argumenté que si había público para una mujer desnuda dando noticias como ocurría con el programa canadiense Naked News, ¿por qué no un payaso informador? En fin, soy fan de las noticias. Veo cotidianamente el noticiario matutino Primero noticias. Y aunque está de moda criticar a Televisa, me gusta el estilo de Carlos Loret de Mola, me parece muy buen entrevistador, creo que tiene carisma y es un conductor inteligente. Algunas de sus frases ya ganaron calle como “Popocatepetl” para conminar a alguien a calmarse o “chulada de imagen” cuando presenta fotos de la cotidianeidad mexicana que es, digamos, peculiar. No sólo veo su noticiario, también leo la columna que publica semanalmente. Escribe bien, tiene una pluma ligera (si se me permite la licencia poética porque ya nadie escribe sus colaboraciones periodísticas con bolígrafo y mucho menos con pluma fuente o pluma de ave) y ofrece variadas imágenes de los entretelones reporteriles, pues con su posición de conductor de un espacio informativo exitoso de la poderosa empresa a la que pertenece, tiene también la oportunidad de estar presente en lugares privilegiados de las noticias mundiales y acceso a deliciosos chismes políticos. Hace poco leí una columna que me pareció muy sensata y si alguien omitiera al autor, pocos imaginarían que se trata de un prominente personaje de Televisa. Loret revisa en una de sus entregas por qué perderá el PRI la próxima elección. Dice con toda razón, que a diferencia de sus antecesores que fueron haciendo cambios de a poquito (sin éxito), la administración de Peña Nieto decidió emprender los cambios juntos, lo que le hizo abrir varios frentes de guerra. Sus reformas lo han enemistado con los empresarios, con los contribuyentes, y con los maestros. Mientras, pondera Loret, el PAN se erige como defensor de la clase empresarial y de los que pagan impuestos por su férrea oposición a la reforma fiscal en un intento por regresar a sus principios fundacionales. El calendario, dice el comunicador, también actúa en contra del presidente, porque cuando lleguen las elecciones de 2015 para la renovación del Congreso y nueve gubernaturas, estará reciente el pago de impuestos del primer año de reforma fiscal. El PRI, considera el columnista y conductor oriundo de Yucatán, “se enfila a una mala noche de julio de 2015”. Una reflexión bien construida y razonable, como se esperaría de analistas observadores y bien informados que ofrecen una opinión ponderada a sus lectores. Este doctor Jekyll que teclea bien sus columnas ha decidido, sin embargo, usar su fuerza televisiva para ayudar a ese mismo PRI que ve en peligro y por las mañanas, no por las noches, se convierte en un Mr. Hyde de las noticias y se ha dedicado en los últimos días a presentar una nueva manera de defenestrar a los maestros: haciéndolos verdugos de inocentes trabajadores que por culpa del plantón magisterial en el Distrito Federal han perdido sus empleos o han visto sumamente reducidos sus ingresos. Primero noticias ha utilizado esta cara emotiva para señalar con fuego a los maestros. Una mesera les pide a los maestros casi con lágrimas en los ojos que la dejen trabajar, es madre soltera y su vida está en riesgo si no hay clientes en el restaurante donde labora. ¿Loret pondría al aire la súplica de alguien, que representa a cientos de miles, que le pida al presidente y a los legisladores dar marcha atrás en la reforma educativa para que terminen las protestas? ¿Le daría a un maestro ése big close up, es decir, el acercamiento grande a la cara para que se vea cómo casi fluye una pequeña lágrima, a un maestro rural o indígena que gana muchísimo menos que la mesera y que por sus condiciones tiene también el riesgo de perder su empleo en las evaluaciones para decirle al presidente “Sea un poco más solidario con los que no tenemos tiempo ni condiciones de leer, procúrenos una verdadera capacitación y no nos amenace con quitarnos lo poco que ganamos cada quincena”? Quizá así se equilibrarían la información y los puntos de vista. También se resolvería fácilmente este misterio del gremio noticioso entre las caras informativas del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. ¡Máare! |