Alternancia
Política en tacones
De Pilar Ramírez
25 de enero de 2013
Termina 2012 y las mujeres tienen
escasos motivos para celebrar, muchos en cambio para continuar
luchando por lograr el ejercicio pleno de sus derechos. En este
año, los ataques contra activistas defensoras de los derechos
humanos en distintos ámbitos motivaron una visita a México de la
Premio Nobel de la Paz, Jody Williams para reunirse con mujeres
líderes de organizaciones y expresar así al gobierno mexicano la
preocupación por el asedio hacia estas mujeres que sólo quieren
justicia, encontrar a sus hijos o vivir en paz y sin violencia.
Como muestra de que muchas
autoridades no respetan los derechos de las mujeres, trascendió
a los medios que cuatro alcaldes chiapanecos fueron acusados de
ejercer distinto tipo de violencia contra las mujeres. Los
alcaldes de Frontera Comalapa y Pueblo Nuevo Solistahuacan
agredieron a sus esposas, el primero la mantuvo encerrada varios
meses en una casa donde la agredió físicamente y con amenazas de
muerte, mientras el segundo la golpeó y la arrastró en la vía
pública. El alcalde de Las Rosas mandó agredir a mujeres
manifestantes, en tanto que el de Tonalá mandó atacar a una
mujer que se negó a brindarle favores sexuales a cambio de poder
conservar un negocio, pues pendía sobre ella la amenaza de
retirarle el permiso. La envió al hospital por no quererlo.
Las habas misóginas se cuecen en
muchos sitios. El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue
señalado por hacer declaraciones machistas. “Yo no sé si la
equidad de género mejora la democracia, lo que sí es seguro es
que ha mejorado la farra impresionantemente” dijo el mandatario,
quien también habló jocosamente de las minifaldas y “las piernas
impresionantes de las guapísimas asambleístas”. Las mujeres
ecuatorianas pueden esperar sentadas, pero muy cómodamente
porque de seguro tardarán, las políticas públicas que preserven
sus derechos.
En el estado de Morelos, el DIF y
el Instituto de la Juventud promovieron la abstinencia sexual
para evitar enfermedades. Esto, sólo como una pequeña muestra de
que las acciones de Estado y las creencias morales o religiosas
fueron una durante los gobiernos panistas, en demérito de la
situación de las mujeres.
En este 2012 se dio a conocer que
la Universidad de Colima excluía a las estudiantes que
resultaban embarazadas, quienes no tienen facilidades para
ausentarse y no se les ofrecen opciones cuando el periodo de
exámenes coincide con el tiempo de parto. Esta institución quizá
no es la única que “castiga” de este modo, sólo a las mujeres,
pues no ocurre lo mismo con los estudiantes varones. Un fenómeno
concomitante fue el aumento en los embarazos de adolescentes y
la consecuente deserción escolar por este motivo.
El año que está por terminar
también registró un alarmante aumento de los feminicidios. A
pesar de ello, trece entidades todavía no tipifican este delito.
La ausencia de un marco legal o las prácticas del aparato de
justicia que no se inscriben en la perspectiva de género, dan
lugar a casos como el de Armando Librado Legorreta, feminicida
mejor conocido como “El Coqueto”, quien fue aprehendido sólo
hasta que una de sus víctimas logró sobrevivir. Antes de eso, la
negligencia de las autoridades le permitió actuar impunemente y
cometer seis feminicidios. La presión de la denuncia pública
contribuyó a que su castigo intentara ser ejemplar: fue
condenado a 240 años de cárcel, pero eso es poco consuelo para
las familias de las víctimas.
También fue en aumento la
violencia sexual y otros tipos de violencia; como si esto no
importara, un grupo de diputados oaxaqueños pretendía castigar
la violencia familiar sólo en caso de reincidencia, total, una
golpiza la aguanta cualquiera, sería como un bautizo. Asimismo,
se incrementó el VIH en mujeres de comunidades marginales y
rurales, quienes son víctimas de problemas diversos, pues estos
grupos padecen también más recurrentemente la falta de acceso a
la educación y son los que se ven más afectados por la
desnutrición.
El recuento de los problemas que
vive la población femenina no termina aquí, ojalá así fuera,
estos son sólo algunos ejemplos de lo que hubo en 2012. En
contraparte, a pesar de que las mujeres todavía tienen un papel
marginal en la política, es preciso reconocer que el IFE vigiló
el cumplimiento de las cuotas de género en la elección de los
candidatos del proceso electoral de este año, también monitoreó
la aplicación de los recursos que canaliza a los partidos
políticos para promover el liderazgo femenino.
Las mujeres han estado también
más atentas a lograr más y mejores espacios en la esfera
política porque saben bien que sólo así será posible contar con
un marco legal cada vez propicio a hacer respetar los derechos
de las mujeres y a emitir políticas públicas que favorezcan a la
población femenina. En México, se incrementa la participación
femenina en política como consecuencia de las cuotas de género
que marca la ley electoral. No es, sin embargo, buena noticia
que la nueva administración federal sólo incluya a tres
secretarias de Estado, frente a 17 hombres que ocupan cargos del
mismo rango. No descartemos, sin embargo, que se haya aprendido
la lección de las dos administraciones anteriores, mejor dicho
de su partido, que mientras voceaba un discurso de igualdad
realizaba acciones contrarias a los derechos femeninos, como
limitar el ejercicio de los derechos sexuales y el derecho de
las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos.
Sólo por el valor de
ejemplo que tiene, es positivo que se conozcan casos como el del
juez de Murcia, Martín Ferradal, quien fue multado por maltratar
y discriminar a sus compañeras de trabajo; a este juez le
gustaba insultar a las mujeres que tenían hijos fuera del
matrimonio —le decía putas—, llamaba “ignorantes” o
“subnormales” a las mujeres con las que compartía el espacio de
trabajo o las acusaba de pasarse la mañana “con el papo puesto
en la silla”. Seguramente hay muchas versiones mexicanas de este
juez y las mujeres todavía no se atreven a denunciarlos, pero es
cuestión de que alguna comience.
También hay
iniciativas que visibilizan hábitos de tinte declaradamente
machista que pocas veces de cuestionan. En Ecuador se presentó
una novedosa iniciativa que pone a debate el derecho de las
parejas a elegir cuál apellido se coloca en primer término
cuando se registra a un hijo, con lo que se rechaza esa
costumbre centenaria de privilegiar el apellido del padre. Sobre
este mismo asunto, en Argentina ya hubo un precedente: un juez
autorizó a una pareja, que así lo deseaba, colocar primero el
apellido de la madre.
En Colombia se determinó
garantizar la interrupción voluntaria del embarazo a raíz de un
caso en que las autoridades de salud le negaron esta petición a
una niña de doce años. Estos casos abonan la tendencia mundial
de favorecer a las mujeres en distintos ámbitos.
Las organizaciones no
gubernamentales han sido pieza clave en la defensa de los
derechos de las mujeres y han instado en múltiples ocasiones a
rectificar la actuación de las instituciones. La sociedad civil
organizada, ante los múltiples problemas que enfrenta la
población femenina, tiene tareas muy relevantes para alentar
cada vez mejores condiciones en el ejercicio de los derechos de
las mujeres. Ésta es la única manera en la que es posible una
celebración de fin de año: no cejar en ningún momento, en los
grandes temas o en los cotidianos, por hacer más democrática y
justa la vida de las mujeres.
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Tacón
alto.- Esta columna tomará un receso con motivo de las fiestas
de fin de año. Continuará la tarea de comentar la situación de
las mujeres en 2013.
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