Reprobadas 28 de julio del 2011

El equipo 21 de julio del 2011
 

Marcho, luego existo 7 de abril del 2011

Apagón analógico 23 de marzo del 2011

Realities reales 25 de noviembre del 2010

Versada por la Independencia y la Revolución 18 de noviembre del 2010

Persignarse11 de noviembre del 2010
Ahí lo dejo
28 de octubre del 2010
Asquito 21 de octubre de 2010
Ninis
2 de septiembre del 2010

Desempleo ilustrado 26 de agosto del 2010

Esa no por que me hiere 8 de octubre del 2009

 

Opacidad Sindical 1 de octubre del 2009

 

Visión de futuro 24 de septiembre del 2009

 

Héroes olvidados 17 de septiembre del 2009
 

Carta a Carlos Alazraki 10 de septiembre del 2009

 

¡Rediez!3 de septiembre del 2009

 

ER27 de agosto del 2009

 

Pobre Gutenberg 20 de agosto del 2009

 

Defender la vida 13 de agosto del 2009
 

Al estilo Jalisco 6 de agosto del 2009
 

Lo que ellos quieren 30 de julio del 2009

Soy narco pero decente 23 de julio del 2009

Perspectivas 16 de julio del 2009

Lección de Civismo 9 julio del 2009

Ahorritos 2 de julio del 2009
¿Circo sin pan?
25 de junio del 2009
Versada jarocha en la academia
17 de junio del 2009
Los lloriqueos 4 de junio del 2009 
Él, Caballero, Fortson
28 de mayo del 2009
Campañas S.A
Tache a la anulación del voto 14 de mayo del 2009.-

Madres e hijos 7 mayo del 2009
Influenza: sobredosis de información
as chicas superpoderosas
Songo le dio a Borondongo
Vivir en el error
SUPERMAN
Ni moza ni musa
Periodismo para mujeres
Yo tenía un chorro de voz
Nuestro siguiente programa: IFE
Porque lo digo yo
 Animales y hombres
Caminos de Guanajuato
Equi…¿qué?
Siembra
Guerra de baja intensidad
Al fondo a la derecha
Fuentes
Como te ven te votan
Vamos ganando
Dime cómo hablas
Son lo que son
Seguridades sobre la inseguridad
Eduardo del Río
El cuero y la camisa
 
Tienes un mensajito
 
Usted disculpe
Limpieza Democrática
Nota roja

Más transparencia
Con b de burro
Los ahorritos
Fitoactivos y nanoesferas
Democracia digital
Palabras bajo sospecha

Ibargüengoitia
Españolas y españoles; ministros y ministras…
Involúcrame y lo aprendo
Verosimilitud, ficción y realidad
Si acaso te ofendí, perdón
Mujeres y comunicación
Zona Retro
Equidad Publicidad;
La Hillary

Primera plana
Política en tacones
De Pilar Ramírez ramirez.pilar@gmail.com

13 de octubre del 2011

 

En las encuestas sobre lectura se han identificado varias cosas: los medios impresos son los que menos se consumen, la gente prefiere ver televisión o escuchar la radio. De la minoría que lee periódicos, no todos lo hacen porque les guste enterarse de lo que sucede a su alrededor, pues las secciones de espectáculos, entretenimiento, sociales y policíaca son las que tienen más público, en cambio las menos leídas son las secciones noticiosas nacionales e internacionales.

Desde que en nuestro país la violencia y la nota roja han monopolizado las primeras planas, se ha operado un cambio en el consumo de medios, que se puede constatar de manera empírica en los corrillos laborales, escolares y familiares: los lectores están más interesados en la información, a veces, incluso, en la sobreinformación. Todo mundo tiene su propia estadística de la violencia porque no confían en la oficial, todos tienen un familiar o un conocido que fue testigo de un hecho, y, especialmente, todos tienen una opinión porque están interesados en el tema.

Las secciones policíaca y nacional se han vuelto una y la misma. Los tradicionalmente incomprendidos reporteros de la nota roja ahora han visto elevarse su status en la estructura informativa porque sus notas ya no “se colean”, como se dice en el argot periodístico cuando las notas se mandan al final de las secciones, ni están relegadas; hoy son las notas que más se comentan, las que más se leen y las que más se buscan. Sin embargo, no ha sido suficiente. La información es tan sangrienta que, combinada con la intención de acallar su distribución, se piensa que siempre hay algo que se está ocultando.

   

He sido testigo en diversas ocasiones de algo que no sucedía hace tiempo en el consumo de medios: los lectores están comparando la información. Con los medios en línea, intentan corroborar lo que les ha dicho alguien para saber si algún periódico o servicio de noticias lo recogió. Ver este fenómeno en una ciudad mediana como Xalapa es común y fácil, precisamente por el tamaño del lugar. Como quizá sucede en muchos otros lugares del país, no siempre se colman los deseos de obtener información. A eso se le debe sumar una bicentenaria desconfianza hacia la información oficial. Es posible que aún en el caso de que se proporcionaran datos amplios y suficientes, que no ha sucedido hasta ahora, eso no desterraría los rescoldos de escepticismo con que suele consumirse la información proveniente de dependencias gubernamentales.

La ciudadanía desea información. El gobierno no la quiere dar. Los ciudadanos quieren saber a qué atenerse. El gobierno piensa que se causará pánico. Los ciudadanos no quieren que se les trate como menores de edad. El gobierno todavía no los ve maduros. Este desencuentro genera, de manera inevitable, los rumores, la repetición sin fin del “alguien muy cercano y confiable me lo dijo”, los agregados a la información y propicia, como ha sucedido en otros tiempos, válvulas de escape a la sensación de orfandad de noticias.

En Veracruz surgió, y está circulando profusamente en internet, una canción compuesta y cantada por Byron Barranco, el otrora cantante oficial, sobre la situación de inseguridad que desde hace algunos meses se vive en la entidad. Al igual que con los corridos, baladas y otros géneros que han abordado temas sociales, donde los cantantes se convierten en los nuevos juglares que expresan una parte del sentir de la población, sobre un tema de actualidad, Byron canta sobre las balaceras que han azorado a la sociedad veracruzana.

            No salgas, no te levantes,

            manténte a salvo sin retuitear

            confía en los gobernantes

            no en terroristas desinformantes

            si oyes balazos ponte a cantar

El cantante, al ritmo de cumbia, manifiesta el sentir popular ante la desinformación y la incertidumbre. No es la primera vez que en nuestro país un tema serio, complicado y preocupante se traduce en humor ácido.

 

            Canta un son o una balada

            porque aquí no pasa nada

            canta “La bruja” o “La bamba”

            si oyes la rebambaramba

            canta así mientras esperas

            que acaben las balaceras

Este tipo de simplificaciones ganan calle porque no hay otras respuestas. El humor es aparente, es, como diría Octavio Paz, una máscara, porque detrás de ellas se oculta una gran preocupación social que quiere respuestas y si no las tiene, simplemente las convierte en comedia porque es más digerible que el drama.

             Sufrir y cantar sabemos

            decía “El flaco” Don Agustín

            así que nomás cantemos

            a peces gordos no cuestionemos

            y resignémonos hasta el fin.

hidalguia@hotmail.com

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