Héroes olvidados
17 de septiembre del 2009
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Visión de futuro 24 de septiembre del 2009 En días recientes, los medios dieron a conocer noticias de distinto corte protagonizadas por mujeres. “Espero que nadie en Veracruz imagine a Yunes Linares como gobernador” expresó la periodista Lidia Cacho durante su participación en el Congreso Internacional sobre Explotación Sexual Infantil y Trata de Personas que se llevó a cabo en el puerto jarocho, al reiterar las acusaciones de pederastia que hizo al director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado en su libro Los demonios del edén. El gobierno federal pareció reaccionar dando cobijo a su funcionario, pues el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, haciendo gala de su habitual tacto de elefante propuso un debate entre Yunes Linares y el gobernador de la entidad como procedimiento para resolver los ataques del funcionario federal contra el gobierno de Veracruz cuando está de visita, con lo cual, veladamente, elevó el status de éste de servidor público a contendiente político.
La comunidad xalapeña se estremeció con la noticia de que una pequeña de cuatro años encontró la muerte a consecuencia del castigo que le impuso su madre por haber orinado en la cama, al sentarla desnuda en un hormiguero. La conductora peruana Laura de América, de visita en Veracruz para grabar programas televisivos, encontró el tono amarillo suficiente en este lamentable hecho como para hacer un especial del caso. La conductora condenó la violencia intrafamiliar y deseó que a la madre de la menor ¾calificada como “animal” y “desgraciada”¾ le den cadena perpetua; tales declaraciones permiten adivinar el tono del programa.
La madrugada del 16 de septiembre fue liberada, luego de tres años de estar presa injustamente, la indígena otomí Jacinta Francisco Marcial. La justicia mexicana se tomó su tiempo para reconocer que no había evidencia para justificar la sentencia de 21 años de cárcel por el delito de secuestro en contra de seis agentes federales. Se debe reconocer la labor que durante los tres años de encarcelamiento de Jacinta desplegaron las Organizaciones No Gubernamentales defensoras de los derechos humanos. Se habló de entregar una compensación a Jacinta, pero el típico “usted disculpe” sólo será medianamente aceptable cuando las autoridades informen de las acciones para llevar ante la justicia a los responsables de esos tres años de confinamiento injusto, lo cual hasta el momento no ha sucedido. Estos hechos no son sino muestras de problemáticas sociales más profundas. La denuncia de Lydia Cacho se relaciona no sólo con el señalamiento de un delito cometido por una persona específica, denuncia que debería seguir su curso ante las instancias legales encargadas del tema, sino la atmósfera de complicidad que rodea al asunto y que emerge desde las más altas esferas del poder. Un poder que se convirtió en tal porque, como dice Gabriel Zaid, enarboló la honestidad como ventaja competitiva en las elecciones.
Hermelinda Hernández Solano, madre de la pequeña Jazmín Durán Hernández, quien murió a consecuencia del castigo de su madre, vivía en una casucha miserable con su pequeña hija y no recibía ayuda económica del padre de la menor. En este caso, madre e hija resultaron víctimas de la miseria y de la ignorancia; un abuso social que no se reconoce porque resulta más cómodo apuntar un dedo flamígero contra la mujer homicida y lanzarle toda clase de epítetos para olvidar que existen miles de Hermelindas y Jazmines, miles de mujeres que agobiadas por las carencias de todo tipo no tienen posibilidad alguna de vivir la sexualidad como un placer y menos de disfrutar la maternidad que se convierte en un destino ineluctable y suelen vivirla como una carga; por otro lado, miles de niños que por las mismas carencias son víctimas de los abusos de sus padres y de extraños, que se ven obligados a mendigar y estar expuestos a toda clase de abusos, niños a los que les ha sido negada la infancia desde antes de nacer.
En tanto, la andanada conservadora del país ya logró leyes antiaborto en 16 entidades del país. Adicionalmente, si alguien tenía dudas del riesgo de darle poder al conservadurismo, en esencia fundamentalista e irrespetuoso de los derechos de las mujeres, tenemos de muestra un botón negro y purulento en Guanajuato, donde el gobierno del estado vetó el libro de biología de primero de secundaria, específicamente por lo contenidos sobre educación sexual y lo sustituyó con otro que aborda el tema con base en el matrimonio y la abstinencia.
Los planes económicos prevén no sólo aumentar los impuestos a todos sino pretenden disminuir o no aumentar el gasto en educación, lo que a mediano y largo plazo sólo traerá más niños abusados, más indígenas en la indefensión, más mujeres pobres e ignorantes. Es posible que también haya más fanáticos religiosos, unos arremeterán contra algunos ciudadanos inocentes a tiros en el metro y otros contra todos nosotros desde los cargos públicos.
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